La guerrilla afgana tiene listo el Gobierno de transici¨®n
Sevgatula Mojadedi y Ahmed Shah se perfilan como el jefe de Estado y el primer ministro, respectivamente, del Gobierno de transici¨®n de Afganist¨¢n, aseguraron a EL PA?S fuentes de la Alianza muyahidin. Los siete l¨ªderes de la Alianza celebraron ayer en Peshawar (noroeste de Pakist¨¢n) una reuni¨®n de trabajo para ultimar las propuestas sobre el Gobierno que ha de legitimar el Shura (consejo consultivo) en su reuni¨®n del viernes pr¨®ximo. Mojadedi, presidente de la Alianza, dirige uno de los tres partidos moderados de ¨¦sta. De 62 a?os, goza de gran respeto como l¨ªder religioso y tribal. Ahmed Shah, ingeniero y vicepresidente del radical Itihadi Islami, ya es en la actualidad primer ministro del Gobierno interino nombrado por la Alianza.
El t¨¢ndem Mojadedi-Shah, no confirmado oficialmente, representa un compromiso entre moderados y radicales. El Shura, compuesto de 519 miembros -60 por cada partido de la Alianza sun¨ª, 90 shi¨ªes y otros independientes-, legitimar¨¢ con su voto o rechazar¨¢ a cada uno de ellos.Los radicales pretend¨ªan que el Shura, que se reunir¨¢ en la vieja capital paquistan¨ª de Rawalpindi, legitimara el Gabinete en pleno de Ahmed Shali, pero, al parecer, han llegado a conformarse con mantener la cabeza. Este Gobierno, formado a finales del a?o pasado, jam¨¢s tuvo arraigo popular y fue duramente criticado por moderados y por shi¨ªes. Para los ¨²ltimos, que suponen el 10% de la sociedad afgana, no era suficiente contar con un solo ministro shi¨ª. Excesiva politizaci¨®n y falta de tecn¨®cratas eran otros de los fallos que se le achacaban.
Ni Mojadedi ni Admeh Shah parecen, sin embargo, capaces de poner orden en las turbulentas aguas afganas. El resquebrajamiento de la Alianza es tan marcado que se teme que apenas pueda sobrevivir unida hasta llegar a Kabul. Pol¨ªticos de diferentes partidos miran ya a sus comandantes como los ¨²nicos capaces de establecer algo s¨®lido para reemplazar al r¨¦gimen comunista.
Los muyahidin esperan que Jalalabad sea la primera gran ciudad en caer. Aseguran que, a partir del d¨ªa 15, cuando no queden soldados sovi¨¦ticos en el pa¨ªs, sus infiltrados en el ej¨¦rcito afgano y en la polic¨ªa de seguridad dar¨¢n un nuevo impulso para abrir la ciudad a los 12.000 muyahidin que la tienen sitiada desde hace meses.
En Peshawar nadie apuesta por nadie y la ¨²nica palabra que aparece en boca de todos es "confusi¨®n". Diez a?os de guerra tocan a su fin para venir a descubrir, especialmente los l¨ªderes pol¨ªticos, que en tiempo de paz no tienen nada que decir al compa?ero de fatigas, y que, por tanto, no quieren compartir el futuro con ¨¦ste.
Enfrentamientos y retirada
Entre tanto, las informaciones que se facilitan en Mosc¨² sobre el desarrollo de la guerra y de la retirada sovi¨¦tica son confusas. Ayer, dos altos funcionarios del Ministerio de Exteriores, Igor Rogachov y Yuri Alexeiev, no quisieron o no pudieron contestar sin ambages al ser interpelados sobre la continuaci¨®n de bombardeos sobre Afganist¨¢n desde territorio sovi¨¦tico para apoyar al r¨¦gimen de Najibul¨¢ informa Pilar Bonet.
Las tropas de Kabul y la guerrilla se enfrentaban ayer en distintas partes. La agencia Tass informaba que los rebeldes hab¨ªan lanzado un ataque sobre el aeropuerto de Kandahar, importante ciudad sure?a, pero hab¨ªan sido rechazados por tropas regulares del Ej¨¦rcito que mataron a 11 atacantes. Seg¨²n Guerasimov, en las filas del PDPA se ha produc¨ªdo un cambio radical en lo que al clima psicol¨®gico y moral se refiere. A ese cambio habr¨ªan contribuido un discurso de Najibul¨¢ el 5 de febrero y el fin del bloqueo que afectaba a la capital, aquejada a¨²n de escasez en el suministro de combustible.
Los soldados sovi¨¦ticos, 35.000 de los cuales habr¨ªan abandonado, seg¨²n fuentes sovi¨¦ticas, el pa¨ªs en las ¨²ltimas semanas, segu¨ªan march¨¢ndose a trav¨¦s del paso de Salang y ten¨ªan ante s¨ª la tarea de mantener la ruta abierta y, al mismo tiempo, seguir retir¨¢ndose. Los soldados que manten¨ªan la carretera desde Kabul a la frontera, v¨ªa Salang, han sido reforzados con regimientos de paracaidistas.
La cifra de muertos dada por Shevardnadze en Islamabad -"hasta 15.000"- indica que la ¨²ltima etapa de la retirada sovi¨¦tica ha sido una de las m¨¢s sangrientas, teniendo en cuenta que el n¨²mero de v¨ªctimas era de algo m¨¢s de 13.000 el pasado mayo, cuando el general Boris Gromov revel¨® las primeras cifras oficiales de bajas desde el inicio del conflicto.
En Kabul, s¨®lo hab¨ªa ayer un pu?ado de soldados sovi¨¦ticos en el aeropuerto, para resguardar los aterrizajes de aviones sovi¨¦ticos que traen alimentos y combustible a la asediada capital, informa Mark Urban, de The Independent. Las calles, de Kabul, desiertas de sovi¨¦ticos y en relativa calma, estaban ayer llenas de panfletos con un mensaje del presidente Najibuil¨¢ que recordaba a los habitantes que ahora est¨¢n s¨®los para defenderse.
La agencia Tass inform¨® que el Ej¨¦rcito afgano ha advertido a la poblaci¨®n civil que vive cerca de la ruta de Salang -el camino de salida de los sovi¨¦ticos y de entrada de vituallas- que abandone temporalmente sus hogares, si no quieren ser v¨ªctimas de los ataques que lanzar¨¢n para despejar esa v¨ªa, atacada por los rebeldes.
[El abastecimiento de Kabul se ha convertido en un nuevo campo de batalla internacional, informa Reuter. Un avi¨®n con 3,5 toneladas de comida y medicamentos con destino a Afganist¨¢n fue detenido ayer sin explicaciones en Pakist¨¢n, seg¨²n una portavoz de las Naciones Unidas. El portavoz del departamento de Estado norteamericanos, Charles Redman, afirm¨® por su parte que todo env¨ªo de ayuda humanitaria a Afganist¨¢n debe contar con el acuerdo de los rebeldes, mientras que el ministro de Exteriores franc¨¦s, Roland Dumas, advert¨ªa que un puente a¨¦reo sobre Kabul "no debe servir para mantener a un Gobierno que ha perdido su legitimidad"].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Diplomacia
- Ahmad Sh¨¢ Masud
- Roland Dumas
- Env¨ªo v¨ªveres
- Guerra fr¨ªa
- URSS
- Ayuda humanitaria
- Armada
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Bloques pol¨ªticos
- Afganist¨¢n
- Fuerzas armadas
- Crisis humanitaria
- Guerra civil
- Cat¨¢strofes
- Bloques internacionales
- Acci¨®n militar
- Relaciones internacionales
- Francia
- Conflictos pol¨ªticos
- Desastres
- Partidos pol¨ªticos
- Europa occidental
- Oriente pr¨®ximo