El Pent¨¢gono experimenta una vacuna producida en sus laboratorios en 6.500 campesinos de Argentina
Miles de campesinos voluntarios han sido inoculados en Argentina con una vacuna contra la fiebre hemorr¨¢gica producida en los laboratorios del Ej¨¦rcito estadounidense por expertos en guerra bacteriol¨®gica del Pent¨¢gono. Los experimentos se han realizado con la colaboraci¨®n de unas 6.500 personas, todas ellas habitantes de las zonas rurales argentinas, que conocen los detalles de la actuaci¨®n y la procedencia de la vacuna. No est¨¢n orientados hacia el desarrollo de armas bacteriol¨®gicas; ¨²nicamente buscan una defensa contra ese tipo de dolencia, seg¨²n una fuente del Pent¨¢gono.
El ministro de Salud y Acci¨®n Social argentino, Ricardo Barrios Arrechea, orden¨® ayer la apertura de una investigaci¨®n sobre el caso y dijo que no pod¨ªa hacer ninguna declaraci¨®n oficial "sobre algo de lo cual sabemos muy poco".La fiebre hemorr¨¢gica argentina es una variedad de la dolencia que afecta a miles de personas en otros pa¨ªses del mundo, como Bolivia, China y Corea del Sur. Las v¨ªctimas de esa enfermedad, cuyo virus es transmitido sobre todo por la orina de las ratas, experimentan fiebre y v¨®mitos, antes de sufrir fallos en los ri?ones que pueden ocasionar la muerte. La fiebre es causada por el denominado virus de Jun¨ªn, localidad de la provincia de Buenos Aires en la que este organismo se aisl¨® por vez primera.
Fuentes del Departamento de Microbiolog¨ªa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, que habitualmente investiga la enfermedad, reconocieron que se hab¨ªan realizado contactos con cient¨ªficos de los EE UU. Un miembro del departamento dijo textualmente a EL PA?S: "Algo hay". El Centro Panamericano de Zoonosis, dependiente de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud, tambi¨¦n estudia la fiebre hemorr¨¢gica. Su director Alfonso Ruiz, estaba ayer de viaje en Washington.
"Los voluntarios saben que la vacuna ha sido desarrollada por nuestros cient¨ªficos y tambi¨¦n que el Gobierno de Argentina participa en los experimentos", declar¨® a Efe Chuck Dasey, del Instituto de Investigaciones M¨¦dicas sobre Enfermedades Infecciosas del Ej¨¦rcito estadounidense. "El v¨ªnculo entre esa vacuna y las investigaciones sobre guerra bacteriol¨®gica es ¨²nicamente que su desarrollo fue financiado bajo este programa", a?adi¨® el portavoz del instituto con sede en Fort Detrick, Maryland.
El coronel David L. Huxsoll, jefe de este instituto, ha reconocido que se han realizado investigaciones similares en Corea del Sur y Liberia, y que se est¨¢ experimentando en China un programa parecido al de Argentina. El coronel agreg¨® en una entrevista reciente que los experimentos parten del "inter¨¦s tanto de las Fuerzas Armadas estadounidenses como de los pueblos de otros pa¨ªses por encontrar defensas contra enfermedades mortales que se desarrollan de forma natural, pero que podr¨ªan ser utilizadas en una confrontaci¨®n b¨¦lica".
A pesar del car¨¢cter estrictamente defensivo de esas investigaciones, cient¨ªficos de organismos civiles estadounidenses han criticado la participaci¨®n de los expertos del Pent¨¢gono, inform¨® el pasado lunes The New York Times. En la asamblea anual de la Asociaci¨®n Norteamericana para el Progreso Cient¨ªfico, celebrada en enero en Washington, los cr¨ªticos expresaron su temor a que esos programas generen una nueva carrera de armas bacteriol¨®gicas, seg¨²n el matutino.
Dasey reafirm¨® que los experimentos contra la fiebre hemorr¨¢gica en Argentina "no tienen nada que ver con la guerra bacteriol¨®gica". "Argentina fue seleccionada porque se tiene ah¨ª una variedad aut¨®ctona de la dolencia y solamente tiene tratamiento curativo, a?adi¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.