Un t¨¦cnico afirma en el juicio del 'rififi' que el sistema de seguridad del banco era obsoleto

Francisco Corti F¨¢bregas, director de la oficina del Hispano Americano de la calle de Fontanella de Barcelona asaltada en agosto de 1985, manifest¨® ayer en el juicio por el rifif¨ª que los sistemas de alarma de la c¨¢mara acorazada cumpl¨ªan los requisitos legales. Sin embargo, el t¨¦cnico en seguridad Enrique G¨®mez Franc¨¦s asegur¨® que los sistemas de la oficina eran "obsoletos", pese a que un representante de Esabe, empresa encargada de la seguridad de la sucursal, puntualiz¨® que las alarmas funcionaban con normalidad el 20 de julio de 1985, fecha en la que se realiz¨® la ¨²ltima comprobaci¨®n.Las cr¨ªticas del t¨¦cnico G¨®mez Franc¨¦s a la seguridad de la sucursal coinciden en l¨ªneas generales con el informe elaborado por un perito designado por la juez, cuyas conclusiones fueron incorporadas al sumario.

El delegado de la sucursal asegur¨® que la polic¨ªa tard¨® varias horas en descubrir la manipulaci¨®n del sensor instalado en el interior de la c¨¢mara acorazada. El mecanismo fue inutilizado por los asaltantes que desvalijaron un total de 389 cajas de seguridad y obtuvieron un bot¨ªn de unos 6.000 millones de pesetas. Para neutralizar la alarma, uno de los acusados coloc¨® un capuch¨®n sobre el sensor volum¨¦trico, impidiendo que detectara los movimientos en la c¨¢mara.

"El 14 de agosto de 1985 los empleados revisaron la c¨¢mara y no vieron nada anormal", afirm¨® Corti. El director de la oficina explic¨® que, de hecho, la manipulaci¨®n de la alarma tard¨® en se cubierta dos d¨ªas, tiempo en la sucursal permaneci¨® cerrada por tratarse de jornadas festivas. El asalto fue descubierto a las ocho de la ma?ana del 16 de agosto. Una hora m¨¢s tarde, la polic¨ªa ya se encontraba en el banco, pero "ni ellos mismos se dieron cuenta que el sensor hab¨ªa sido tapado hasta cerca de la una del mediod¨ªa", afirm¨® Corti.

Montserrat Vilas Condal encargada del registro de los clientes que entraban en la c¨¢mara a acorazada, reconoci¨® ayer a dos procesados, que ten¨ªan cajas de alquiler en la entidad bancaria. La empleada neg¨® que acostumbrase a mantener largas conversaciones con los supuestos clientes, en contra del criterio del fiscal. Durante el juicio, el tribunal pudo comprobar la dificultad de mantener un di¨¢logo con la testigo ante su evidente sordera.

Mar¨ªa del Carmen Espluga Lozano, una de las procesadas por el rifif¨ª, denunci¨® ayer a Julia ?lvarez Viveros, una de las pedudicadas por el robo, por presuntas amenazas, insultos y agresi¨®n f¨ªsica. El pasado lunes, un grupo de perjudicados insult¨® a los procesados cuando entraban en la sala de vistas. La denunciante recibi¨® un golpe en la cabeza.

Parte de los titulares de las cajas de alquiler manifestaron ante el tribunal que recibieron una indemnizaci¨®n de 500.000 pesetas, aunque algunos de perjudicados aseguran haber tenido p¨¦rdidas individuales que superan los 10 millones, entre el dinero en efectivo y las joyas que les sustrajeron.