La 'l¨ªnea limpia', tendencia dominante
M¨¢s de 150 artistas espa?oles han concurrido a Arco 89, algunos de ellos representados por galer¨ªas extranjeras. En ellos se observa una tendencia dominante, que puede denominarse l¨ªnea limpia (por oposici¨®n a la l¨ªnea sucia de los neoexpresionismos de hace unos a?os), marcada por la aparici¨®n del neoconceptual, del neodad¨¢ y neopop.Salvo raras excepciones, la presencia de obras realmente museisticas de los maestros de las vanguardias ha sido menor que el a?o pasado, y sigue siendo menor que en Basilea o Colonia: a¨²n no vienen Beyeler ni Jan Krugier, dos de las mejores galer¨ªas del mundo.
De las grandes vanguardias no hay piezas espectaculares o significativas hist¨®ricamente, salvo un excelente Picasso precubista (en Theo) y uno en grises de ¨²ltima ¨¦poca (Theo) y un Mir¨® de 1925, azul, pero no de los m¨¢s exquisitos. Theo presenta tambi¨¦n un Dal¨ª y la T?te double t?te, de Julio Gonz¨¢lez. T¨¢pies no trae, como el a?o pasado, obra ¨²ltirT¨ªa, a excepci¨®n de los bellos grabados de Tach¨¦, pero est¨¢ soberbiamente representado con piezas antiguas, algunas muy importantes, como 30 cops de bast¨® (Lelong) y Composition 1958 (Serussier-Varenne).
Clav¨¦, Lucio-Mu?oz, Millares, Momp¨®, Sempere, Saura, Chillida (con delicados collages), Arroyo, Equipo Cr¨®nica y Palazuelo est¨¢n todos bien representados. Alfaro presenta nuevas piezas en Gamarra y Garrigues, m¨¢s interesantes las de hierro; de Guinovart, la sala Pelaires muestra una obra reciente (1989) y Joan Brossa, autor de unos excelentes poemas-objeto, est¨¢ presente en Joan Prats y La M¨¢quina Espa?ola.
?Qu¨¦ decir de la generaci¨®n m¨¢s joven? Uno de los pabellones m¨¢s brillantes es sin duda el de Xavier Grau en Maeght. Otros artistas han reaparecido, como Carmen Calvo, Jordi Teixidor y Am¨¦rica S¨¢nchez. Este a?o pueden apreciarse tambi¨¦n mucho mejor los trabajos sutiles; as¨ª, los dibujos de Carlos Pazos o los de Eva Lootz en Ciento, o las peque?as composiciones con ceras de F. Amat (Joan Prats).
Los artistas m¨¢s j¨®venes se apuntan al un¨ªsono a esta nueva moda de imagen m¨¢s fotograria m¨¢s idea. Sin embargo, Rosa Brun, por ejemplo (en Oliva Mara), combina la sobriedad minimalista con el misterio de sus oscuros colores y texturas; Pedro Romero (en F¨²cares) hace proposiciones en vena estrictamente conceptual no exentas de humor; Jos¨¦ Mar¨ªa B¨¢ez (en Rafael Ortiz) muestra unos delicados dibujos con inscripciones con letras romanas; Curro Gonz¨¢lez presenta unas im¨¢genes rodeadas de misteriosas auras (F¨²cares); el catal¨¢n Ton? Marqu¨¦s sorprende por su monumental y curiosa ¨¢nfora gigante (Buades).
Del grupo m¨¢s famoso de artistas sevillanos me ha sorprendido gratamente Pepe Espaliu, con sus nuevas esculturas llenas de ambig¨¹edad. Cristina Iglesias, en cambio, en nada ha mejorado a?adiendo cristal u otros elementos a sus mon¨®tonas estructuras. Rogelio L¨®pez Cuenca homenajea al constructivismo ruso en una bella obra en rojo (Juana de Aizpuru). Dos j¨®venes artistas, Manuel S¨¢ez y Charo Pradas, reconsideran el surrealismo desde ¨®pticas muy personales (Temple y Ciento). En el terreno de la escultura empieza a destacar Jordi Colomer (Juana de Aizpuru).
Artistas j¨®venes reconocidos, como Barcel¨®, Solano, Campano o Sicilia, muestran obras en varias galer¨ªas, y Sicifia presenta, adem¨¢s, una exquisita obra gr¨¢fica. Decepciones, seguramente Lamazares, ahora pasado a lo fr¨ªo, y Mariscal, quien, por otro lado, nunca ha sido un pintor.
En cuanto a los realismos, est¨¢n tambi¨¦n presentes con obras de calidad en Arco. Malborough nos muestra a Anto?ito L¨®pez y dos delicados Carmen Laffon, Luis Marsans, en C. Bernard; en esta vena, la obra del catal¨¢n Pedro Moreno sobresale por su excelente calidad t¨¦cnica (Forni).
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