Jomeini 'condena' a muerte al escritor Rushdie

RICARDO M. DE RITUERTO El imam Jomeini, gu¨ªa de la revoluci¨®n iran¨ª y representante de Al¨¢ en la tierra, anunci¨® ayer al mundo isl¨¢mico que Salman Rushdie ha sido condenado a muerte por blasfemo como autor de la novela Vers¨ªculos sat¨¢nicos, y pidi¨® a los musulmanes que le ejecuten all¨¢ donde le encuentren. Rushdie, hoy brit¨¢nico, nacido en la India y autor del ¨¦xito de venta Hijos de la medianoche, pensaba iniciar en unos d¨ªas una gira de promoci¨®n del libro por EE UU, pero la ha cancelado y pedido protecci¨®n a la secci¨®n de la polic¨ªa que lucha contra el terrorismo.

"Hago saber a los orgullosos musulmanes de todo el mundo que el autor de Vers¨ªculos sat¨¢nicos, libro que va contra el islam, el, profeta y el Cor¨¢n, y todos los implicados en su publicaci¨®n que eran conscientes de su contenido, han sido condenados a muerte", dec¨ªa el mensaje de Jomeini transmitido por Radio Teher¨¢n, seg¨²n la traducci¨®n hecha p¨²blica en el Reino Unido. "Pido a todos los musulmanes que los ejecuten all¨¢ donde los encuentren". Si perecen en el intento ser¨¢n considerados m¨¢rtires, de acuerdo con el mismo mensaje.Esta amenaza es el punto culminante de una campa?a contra la novela -publicada el a?o pasado en el Reino Unido y prohibida en la India, Pakist¨¢n, Egipto y Sur¨¢frica- alcanzado despu¨¦s de un fin de semana con sangrientos disturbios en Pakist¨¢n y la India que costaron siete vidas y decenas de heridos.

Hasta ahora, las intentonas contra el libro no hab¨ªan pasado, am¨¦n de las referidas censuras, de la quema de ejemplares de Vers¨ªculos sat¨¢nicos en la plaza p¨²blica en Bradford (norte de Inglaterra, una ciudad con alta proporci¨®n de musulmanes) y manifestaciones en diversas ciudades brit¨¢nicas en las que se ped¨ªa su retirada de las librer¨ªas y de los fondos de Viking. Tambi¨¦n se hab¨ªan proferido amenazas de muerte contra Rushdie y hecho anuncios de bomba contra la etorial, filial de Penguin. Los t¨¦rminos de la campa?a no hab¨ªan cambiado en lo sustancial los planes de Rushdie, fuera de la adopci¨®n de mayores medidas de seguridad y la intervenci¨®n -ante la inminente gira de tres semanas por EE UU- de la polic¨ªa federal de este pa¨ªs (FBI) para garantizar su comparecencia en determinados lugares, que iban a mantenerse en secreto hasta el ¨²ltimo momento.

"Creo que tengo que tomarme la amenaza muy en serio", declar¨® ayer el novelista a la radiotelevisi¨®n estatal brit¨¢nica (BBC). " Me entristece que esto hay ocurrido", dijo. "No es cierto que el libro sea blasfemo contra el islam. Dudo mucho que Jomeini o cualquier otra persona en Ir¨¢n haya le¨ªdo el libro o algo m¨¢s que algunos fragmentos fuera de contexto".

El libro -largo, cr¨ªptico de contenido y de dif¨ªcil lectura- es una alegor¨ªa sobre raza y religi¨®n en el Reino Unido y la India. En un determinado momento, un personaje tiene un sue?o en el que Mahoma adquiere atributos excesivamente humanos. "La novela es un concepto ajeno al islam", dice Hassan Gar-ltyn, portavoz del Centro Cultural Isl¨¢mico. "Lo que preocupa a los musulmanes son las palabras escritas, no el contexto. Y hay cinco o seis p¨¢ginas que son totalmente repudiables".

Amenaza "da?ina"

Este estudioso del islam reconoce que ha habido muchos libros controvertidos y hasta injuriosos sobre los musulmanes, pero hay dos circunstancias que hacen a Vers¨ªculos sat¨¢nicos particularmente odioso. "La primera es que Rushdie naci¨® [en Bombay, en 1947] y fue educado como musulm¨¢n, y eso le permite atacar donde m¨¢s duele, y la segunda es que el libro no es tanto un ataque a la religi¨®n como un vilipendio, insulto y burla del profeta".

Gar-Ityn no cree que la amenaza de Jomeini -que ¨¦l considera "poco inteligente y, a la larga, da?ina para el islam"- vaya "a incrementar el peligro que viene corriendo Rushdie desde hace tiempo". Mohammed Ibraminsa l¨ªder de los musulmanes brit¨¢nicos, caracterizado por su oposici¨®n al libro, tambi¨¦n se ha negado a asumir la palabra de Jomeini, aunque no lo ha condenado' pero Sayed Abdul Quddus, secretario del Consejo de las Mezquitas, aprob¨® el llamamiento al asesinato de Rushdie: "Ha torturado al islam y tiene que pagar su culpa. Merece que le cuelguen".

Este tipo de declaraciones amenaza con desencadenar, a su vez, una campa?a de xenofobia antiisl¨¢mica en las islas. Rushdie ya lo hab¨ªa previsto, pidiendo comedimiento, pero un parlamentario conservador reclam¨® ayer la inmediata expulsi¨®n de Quddus. "No le queremos aqu¨ª, ni a ¨¦l ni a los de su ralea", dijo Terry Dicks. "La respuesta a toda esta gente es que tiene que enterarse de que esto no es Ir¨¢n".

La sensibilidad isl¨¢mica va a estar a flor de piel los pr¨®ximos d¨ªas. Teher¨¢n ha decretado que hoy sea jornada de luto por el libro, y en Pakist¨¢n las muertes del domingo abren un plazo de 40 d¨ªas de luto, "en los que puede pasar cualquier cosa", seg¨²n Rushdie. La editorial insiste en que no va a retirar el libro, que lleva 18 semanas entre los superventas y ha recuperado el n¨²mero uno con la pol¨¦mica.

En Pakist¨¢n, en una sesi¨®n extraordinaria del Senado para analizar la manifestaci¨®n del Oasado domingo contra la publica ci¨®n en Estados Unidos de Vers¨ªculos sat¨¢nicos, en la que se produjeron siete muertos, se pidi¨® la dimisi¨®n del ministro del Interior, Ai zaz Allsan, informa Georgina Higueras. Los senadores de la oposici¨®n, algunos pertenecientes a partidos fundamentalistas isl¨¢micos, acusaron a Ahsan de haber ignorado los sentimiento, religiosos de los musulmanes "para calmar a los estadounidenses".

La oposici¨®n ha criticado tambi¨¦n la detenci¨®n de personas que se manifiestan en defensa del profeta. "Estamos tan dolidos y ultrajados por la publicaci¨®n como cualquier otro musulm¨¢n temeroso de Dios", afirm¨® Ahsan en defensa propia y del Gobierno de Benazir Bhutto.

"No tenemos nada que comentar sobre las amenazas de Jomeini y los planes de viaje de Rushdie a Estados Unidos. Dar detalles ser¨ªa como decirles: vengan a matarlo", declar¨® ayer a EL PA?S un portavoz de Viking, la editora norteamericana de Vers¨ªculos Sat¨¢nicos, informa Francisco G. Basterra.