El conflicto de Oriente Pr¨®ximo

El ministro de Asuntos Exteriores israel¨ª, Moshe Arens, que va a entrevistarse con Margaret Thatcher y Geoffrey Howe en Londres, apenas necesita recordar que la imagen internacional de Israel se ha visto muy deteriorada por el levantamiento palestino que dura ya catorce meses.Ya que ni los palestinos ni los israel¨ªes est¨¢n dispuestos a aceptar las demandas finales de la otra parte, las soluciones provisionales -como combinar la retirada de las ciudades propuesta por Shamir con la iniciativa de Rabin de elecciones, preferiblemente bajo la supervisi¨®n de las Naciones Unidas u otro organismo neutral, y de plena autonom¨ªa- podr¨ªan, si est¨¢n respaldadas por las superpotencias y la Comunidad Europea y ligadas a un calendario para negociar un asentamiento definitivo, tener m¨¢s ¨¦xito que un intento de plantear todos los temas en una gran conferencia.

Para los palestinos, esto significar¨ªa aceptar, al menos en primera instancia, algo menos que la soberan¨ªa plena y una retirada israel¨ª total; para los israel¨ªes supondr¨ªa reconocer que es probable que las autoridades palestinas apoyen a la OLP.

Pero tambi¨¦n significar¨ªa, y ambas partes debieran valorarlo, un final para la violencia actual en Cisjordania y la franja de Gaza. Dado que no es bueno para niriguno de los dos que la matanza de palestinos se haya convertido m¨¢s o menos en un hecho d¨ªlario.

16 de febrero