El Vaticano proh¨ªbe divulgar un debate teol¨®gico sobre el sentido del sexo
JUAN ARIAS El Vaticano no est¨¢ dispuesto a dejar en paz a los te¨®logos progresistas. No se ha inmutado por la carta de m¨¢s de 100 te¨®logos germ¨¢nicos que arremetieron semanas atr¨¢s contra el Papa. La respuesta ha sido enviar una docena de visitadires a m¨¢s de 50 colegios de toda de Roma para comprobar si son ortodoxos.
El Vaticano ha prohibido la publicaci¨®n de las actas de un importante congreso sobre teolog¨ªa moral que tuvo lugar el pasado abril en la universidad redentorista Alfonsianum de Roma, en el que participaron importantes te¨®logos de todo el mundo. En esta universidad ense?a el padre de la teolog¨ªa moral conciliar Bernard Haering, que envi¨® recientemente una carta a Juan Pablo II protestando contra el te¨®logo de Comuni¨®n y Liberaci¨®n Carlo Caffarra -considerado asesor personal del Papa- por sus teor¨ªas sobre los anticonceptivos. El Papa impuso la presencia de Caffarra en el citado congreso, del cual proh¨ªbe ahora publicar las actas, por consejo de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, por 'inoportunas". Fue entonces cuando Haering se enfrent¨® con Caffarra porque no pod¨ªa aceptar que el te¨®logo del Papa defendiese, por ejemplo, que el uso del cond¨®n es equiparable a un "homicidio" al impedir que nazca una vida.Caffarra se inspira en materia de teolog¨ªa moral en san Agust¨ªn, que defend¨ªa que el acto conyugal deb¨ªa realizarse con el exclusivo fin de procrear, mientras que Haering ha recordado que el Concilio Vaticano II ya hab¨ªa puesto fin a una visi¨®n tan estrecha del acto sexual, consider¨¢ndolo tambi¨¦n como instrumento para un di¨¢logo de amor.
San Agust¨ªn escrib¨ªa, por ejemplo, que los maridos deb¨ªan saber que todo acto sexual lleva consigo algo de "humillante y vergonzoso", que s¨®lo deja de ser pecado si se orienta a la procreaci¨®n. Haering, por el contrario, ha sostenido siempre que "la responsabilidad y el amor pueden motivar a los esposos a su uni¨®n sexual, sin la intenci¨®n de transmitir la vida. Los m¨¦todos usados para ello deben ser, en su opini¨®n, siempre respetuosos con la salud y la dignidad personal del compa?ero".
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