Desasosiego electoral

El presidente de la Xunta de Galicia, el socialista Fernando Gonz¨¢lez Laxe, ha debido pensar en alguna ocasi¨®n que sus huestes est¨¢n adiestradas para luchar contra Fraga, no contra los elementos. Por si fuera poco llegar al poder gracias a una controvertida moci¨®n de censura, el actual Gobierno gallego ha tenido que soportar en a?o y medio el procesamiento de su ex vicepresidente, la zozobra colectiva desatada por el naufragio de un peligroso barco (el Cason), unas inundaciones y la sequ¨ªa mayor de este siglo. Y ahora se enfrenta a la dif¨ªcil tesitura de que cada partido tenga que diferenciar su mensaje ante la proximidad de las elecciones auton¨®micas de final de a?o.

Cualquier ciudadano de Galicia puede atestiguar que se vive ya una campa?a electoral, pese a que faltan todav¨ªa ocho meses para los comicios auton¨®micos. Los peri¨®dicos se han lanzado a publicar encuestas, los socialistas han puesto en marcha una campa?a para explicar las realizaciones del Gobierno y Coalici¨®n Galega (CG) ha tenido que recurrir al procesado Xos¨¦ Luis Barreiro para que ocupe su secretar¨ªa general ante la previsible disgregaci¨®n del partido.Durante el a?o y medio transcurrido desde la moci¨®n de censura contra el aliancista Fern¨¢ndez Albor el Gobierno del PSOE, CG y el Partido Nacionalista Gallego (PNG) ha protagonizado m¨¢s de un malabarismo para mantener un fr¨¢gil equilibrio entre tres fuerzas que nunca han dejado de mirarse de reojo. De hecho, en este tiempo el Ejecutivo ha perdido la mayor¨ªa del parlamento por las deserciones de dos diputados del PNG y otro socialista.

La temporada de relativa placidez interna que viv¨ªa la Xunta tras el procesamiento de Xos¨¦ Luis Barreiro el mes de julio del pasado a?o comienza ahora a removerse. La proximidad de las elecciones auton¨®micas y la vuelta del propio Barreiro a la secretar¨ªa general de CG vuelve a marcar distancias entre las tres fuerzas gubernamentales.

En su retorno al liderazgo de Coalici¨®n Galega, Barreiro ha puesto, alguna tierra por medio con el PSOE. El ex vicepresidente ha pedido m¨¢s solidaridad a sus socios gubernamentales e incluso no ha descartado un pacto con Fraga "si fuese absolutamente necesario". Algunos dirigentes de su partido, como el catedr¨¢tico de Historia y posible candidato a la presidencia de la Xunta, Xos¨¦ Ram¨®n Barreiro, han ido m¨¢s lejos y han afirmado abiertamente que la CG deber¨ªa cuestionarse su continuidad en el Gobierno. El PNG tambi¨¦n ha anunciado una t¨¢ctica de desmarque para las pr¨®ximas semanas pero en el PSOE no se presta demasiada importancia a estas actitudes.

Los socialistas han conseguido superar los conflictos internos de los meses anteriores a su congreso del mes de mayo de 1988, pero recientemente han tenido que cargar con nuevos problemas. El 14-D se cobr¨® en Galicia las bajas de dos diputados: el secretario general de la UGT, Jes¨²s Mosquera, y el vicepresidente segundo del Parlamento aut¨®nomo, Francisco Gonz¨¢lez Amadi¨®s.

Dos meses despu¨¦s de renunciar a su esca?o, el dirigente ugetista evita identificarse plenamente con un Gobierno que le sigue pareciendo "el mejor de los posibles en las actuales circunstancias", pero al que le recuerda la "preocupante situaci¨®n econ¨®mica de Galicia".

Francisco Gonz¨¢lez Amadi¨®s es el hilo del que pende la mayor¨ªa parlamentaria del Gobierno, y aunque ha cumplido su compromiso de apoyar al Ejecutivo en el debate de los presupuestos, afirma que el Gabinete de Gonz¨¢lez Laxe "no lo est¨¢ haciendo bien" y resalta que sus deseos son que las pr¨®ximas elecciones no las gane "ni Fraga ni el PSOE".

Los socialistas quieren transmitir el mensaje de que su mandato al frente del Gobierno ha tra¨ªdo para la comunidad aut¨®noma unos tempos mell¨®res (tiempos mejores), lema de una multimillonaria campa?a de publicidad de la Xunta. El PSOE intenta transmitir a los ciudadanos que se ha creado un clima favorable para atraer inversiones empresariales y que en su corta experiencia de Gobierno se han mostrado m¨¢s eficaces que los conservadores en sus muchos a?os al frente del poder.

Los socialistas mantienen una poco com¨²n distribuci¨®n del poder entre partido y Gobierno. El presiderte Gonz¨¢lez Laxe lo es tambi¨¦n del PSG-PSOE, pero el control del partido lo ejerce el secretarie general, Antol¨ªn S¨¢nchez Presedo, que a su vez est¨¢ a las ¨®rdenes de Laxe en el Gobierno com,) conselleiro de Ordenaci¨®n del Territorio.

Para el portavoz parlamentario del Partido Popular, V¨ªctor V¨¢zquez Portome?e, "est¨¢ claro que en la Xunta no manda Gonz¨¢lez Laxe, al que su propio partido mantiene muy desasistido; es S¨¢nchez Presedo quien impone su voluntad y criterios". S¨¢nchez Presedo replica: "Ser¨ªa impensable que pudiera existir un antagonismo entre nosotros dos, formando yo parte del Gobierno nombra lo libremente por el presidente y el presidente formando parte de la ejecutiva que yo he presentado al ¨²ltimo congreso".