Como en casa

El matrimonio Bush se ha sentido como en su casa durante los dos d¨ªas que ha pasado en Pek¨ªn y que le han evocado el recuerdo de su estancia de hace ya 15 a?os, cuando el hoy presidente de Estados Unidos fue enviado para abrir la oficina de representaci¨®n de su pa¨ªs (a¨²n no hab¨ªa relaciones diplom¨¢ticas plenas) en la Rep¨²blica Popular China."Han sido momentos muy gratos. Hemos visto a viejos amigos. A nuestros dos peluqueros, a la viuda de nuestro ch¨®fer, a compa?eros de partidas de tenis de George...", confesaba ayer la primera dama norteamericana, B¨¢rbara Bush, despu¨¦s de haber realizado una visita a la Ciudad Prohibida, en Pek¨ªn.

Los Bush han querido regresar juntos a algunos de los lugares que frecuentaban durante los 12 meses vividos en Pek¨ªn en 1974.

Ayer se levantaron muy temprano para asistir a un acto religioso en la iglesia protestante a la que acud¨ªan con regularidad.

El presidente norteamericano habl¨® al millar de feligreses reunidos all¨ª. "B¨¢rbara y yo sol¨ªamos venir en bicicleta a esta iglesia, donde bautizamos a nuestra hija Dorothy", dijo el presidente.

Una an¨¦cdota simp¨¢tica fue el di¨¢logo cruzado e informal que mantuvieron Bush y Deng Xiaoping ante los fot¨®grafos poco antes de comenzar ayer su entrevista. El viejo dirigente chino salud¨® al presidente norteamericano dici¨¦ndole que le ve¨ªa en forma y que se notaba que era un atleta. "Hago lo que puedo", contest¨® Bush.

1 Deng opin¨® luego que es una buena cosa hacer deporte. "Usted y yo tenemos algo en com¨²n en uno de ellos..., en el bridge".

El presidente de Estados Unidos manifest¨® entonces que el anciano dirigente chino era un rival demasiado peligroso y bueno para ¨¦l. "No s¨¦", le dijo Deng. "Usted y yo nunca hemos jugado, pero incluso si lo hacemos al bridge quiero que sea en plan amistoso".

"He dejado hace tiempo de jugar al bridge porque es demasiado complicado y dificil. Usted es el experto", sentenci¨® Bush.