'Pax' pac¨ªfica
PUEDE QUE al presidente Bush, a poco m¨¢s de un mes de su toma de posesi¨®n, se le hayan acabado las aspiraciones de gobernar por consenso y, con ellas, la luna de miel de que disfrutaba en su pa¨ªs con la oposici¨®n parlamentaria, la Prensa y los estamentos econ¨®micos. En pol¨ªtica exterior, sin embargo, Washington tiene la fortuna de poder aprovechar una coyuntura internacional extremadamente favorable. El nuevo presidente se est¨¢ moviendo con pragmatismo y rapidez para contribuir a la relajaci¨®n de tensiones tradicionales. Con alg¨²n discreto encontronazo entre los novios, la luna de miel sigue. Despu¨¦s de tantos a?os de angustia, no sabemos si el mundo va a ser capaz de resistir tanto alm¨ªbar.La semana pasada, los funerales del emperador Hirohito sirvieron para que Tokio se convirtiera en capital del mundo, pero, sobre todo, en capital de Asia, tantas y tan variadas fueron las actividades diplom¨¢ticas que tuvieron lugar all¨ª en relaci¨®n con el continente. Hac¨ªa meses que en Asia se estaban produciendo acontecimientos precursores de una nueva era de entendimiento. El ejemplo m¨¢s evidente es el acercamiento de las dos Coreas. Pero hay m¨¢s: Mosc¨² y Pek¨ªn van a celebrar una cumbre el pr¨®ximo mes de mayo. M¨¢s extraordinario a¨²n, por cuanto anuncia el desmantelamiento de irreconciliables barreras ideol¨®gicas, es el acuerdo -el pasado jueves- del restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas de los dos gigantes de Asia continental, Indonesia y China. No es necesario subrayar la importancia que tiene para la soluci¨®n del conflicto de Camboya o para la revoluci¨®n econ¨®mica de todo el continente -Indonesia, China, Camboya, Vietnam, Laos, Taiwan, las dos Coreas-. Al mismo tiempo, deja de ser descabellado pensar que est¨¦ pr¨®xima la normalizaci¨®n de relaciones entre Singapur y China. Durante los funerales del emperador, adem¨¢s, pudo comprobarse el inminente restablecimiento completo de las relaciones entre Pek¨ªn y Tokio. China podr¨¢ arrinconar as¨ª definitivamente los recuerdos que el expansionismo j apon¨¦s le trae a la memoria.
No es de extra?ar que el presidente Bush, excelente conocedor de Asia, haya aprovechado la oportunidad para realizar a aquella regi¨®n su primer gran viaje. Estados Unidos es consciente de que en la cuenca del Pac¨ªfico cuatro son los pa¨ªses que se reparten la influencia: China, Jap¨®n, la URS S y el propio EE UU. Cualquier alteraci¨®n en ese equilibrio de cuatro esquinas tiene efectos fulininantes en toda la regi¨®n. Si para Washington Jap¨®n es esencial como competidor econ¨®mico, China lo es como instrumento pol¨ªtico. El viaje de Bush a Pek¨ªn es la primera etapa de un proyecto cuyo objetivo final es la instauraci¨®n en el Pac¨ªfico de una nada descabellada pax americana, asentada sobre la concordia y no sobre la intransigencia ideol¨®gica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.