Abierta en Madrid una retrospectiva de Guston
El Centro Reina Sof¨ªa expone 70 obras del artista que pas¨® del expresionismo abstracto a la figuraci¨®n
Una retrospectiva de pintura del artista norteamericano Philip Guston (Montreal, Canad¨¢, 1913-Woodstock, Estados Unidos, 1980) se inaugur¨® ayer en el Centro de Arte Reina Sof¨ªa de Madrid, donde permanecer¨¢ abierta hasta el 8 de mayo. Un total de 70 cuadros recoge, por orden cronol¨®gico, las distintas etapas del pintor, desde los primeros cuadros figurativos de los a?os treinta hasta su posici¨®n central en el expresionismo abstracto y su regreso a la figuraci¨®n. A la apertura asistieron la reina Sof¨ªa y la hija del pintor, Musa Meyer, quien destac¨® el entusiasmo de su padre por la pintura italiana y espa?ola. La muestra se presentar¨¢ en el Palau de la Virreina, de Barcelona, desde el 25 de mayo hasta el 16 de julio.
Si la evoluci¨®n art¨ªstica de Guston fue accidentada, como, por lo dem¨¢s, asimismo lo fue la de casi todos los principales protagonistas de la generaci¨®n heroica de la pintura americana de las d¨¦cadas de los cuarenta y cincuenta, su propia vida no estuvo tampoco exenta de peripecias. Hijo de emigrantes jud¨ªos, nacido en el seno de una familia que huy¨® a Canad¨¢ en 1905 para escapar de los tristemente c¨¦lebres pogroms de Odessa, pero no de la siguiente reinstalaci¨®n de los Goldstein -apellido que se acab¨® transformando en Guston por obvias razones de acomodaci¨®n a las circunstancias en la ciudad californiana de Los ?ngeles, lo que acaeci¨® en 1919, ni tampoco del suicidio del padre en 1923, cuando Philip Guston contaba s¨®lo 10 a?os de edad.Las dificultades materiales vividas en la infancia no ten¨ªan por qu¨¦ desaparecer de la existencia de un joven que, en plena era de la depresi¨®n, pretend¨ªa ser pintor. De todas formas, cuando las cosas parec¨ªan tomar el peor cariz, las paradojas de la historia acudieron a socorrer a Philip Guston y a otros muchos artistas de su generaci¨®n. En este sentido, los planes de ayuda federal a la creaci¨®n art¨ªstica, ideados por el sistema progresista del dem¨®crata F. D. Roosevelt, ayudaron a consolidar profesionalmente la actividad de muchos pintores en la d¨¦cada de los treinta, de lo cual se pudo beneficiar Guston, que adem¨¢s, ya en un plano personal, encontr¨® por aquel entonces una compa?era perfecta, la tambi¨¦n artista y poetisa Musa McKim, con la que contraer¨ªa matrimonio en 1937.
Al margen de sus primeros a?os como artista, que revelan las inquietudes y limitaciones propias de la edad y del entonces todav¨ªa muy provinciano ambiente cultural de Estados Unidos de Norteam¨¦rica, se pueden distinguir tres per¨ªodos en la obra de Guston: el de la d¨¦cada de los cuarenta, en los que practic¨® un estilo figurativo, en el que se pueden detectar influencias de la pintura italiana del XV (Piero della Francesca) y del XX (pintura metaf¨ªsica a lo De Chirico), as¨ª como no pocos ecos de los muralistas mexicanos; el de los a?os cincuenta, donde, tras un largo per¨ªodo de estancia en Italia, cambi¨¦ de estilo, aproxim¨¢ndose al expresionismo abstracto, con influencias de Mondrian y cierta proximidad a De Kooning, per¨ªodo este que se alarg¨® hasta finales de la d¨¦cada de los sesenta, y, por ¨²ltimo, el de los a?os setenta, su hermoso y escandaloso canto de cisne, en el que, contra todo pron¨®stico, volvi¨® a una figuraci¨®n agria y violenta, que desconcert¨® a casi todo el mundo.
En la exposici¨®n del Reina Soria se pueden seguir al detalle todas estas etapas, a veces incluso a trav¨¦s de sus obras consideradas m¨¢s emblem¨¢ticas al respecto, como son los casos, por ejemplo, en lo que se refiere a sus comienzos, de Mother and Child (1930), Bombardement (1937-1938) o Martial Memory (1941); de Attar (1953), Zone (1953-1954) o Air 11 (1965), si escogemos entre lo que hay de su per¨ªodo de madurez, y, en fin, de The Studio (1969), Painting, smoking ealing (1973), Head and bottle (1975), Source (1976), Green Rug (1976), Sleeping (1977), Pyramid and Shoe (1977), Couple in Bed (1977), Red Box (1977) o Talking (1979), en lo que toca a su postrera, muy debatida y, desde luego, deslumbrante etapa final.
Figuraci¨®n expresionista
Aunque esos ¨²ltimos a?os de incomprensi¨®n, que vivi¨® con la arrogante dignidad de un viejo lobo solitario, incapaz de hacer concesiones ante una muerte certeramente presentida, le crearon no pocos problemas, es seguramente gracias a este desafiante empe?o final como Guston no s¨®lo ha logrado el ¨¦xito universal en la presente d¨¦cada, cuya figuraci¨®n expresionista le adopt¨® como modelo ejemplar, sino, sobre todo, dar el registro preciso para entender toda su trayectoria anterior y el sentido m¨¢s profundo de su concepci¨®n art¨ªstica, que era apasionadamente existencial o, como a ¨¦l mismo le gustaba decir, impura, esto es, profundamente arraigada en la vida.Se?alemos, por ¨²ltimo, que la colocaci¨®n de un n¨²mero tan amplio de cuadros de Guston en las salas del Reina Soria, cargados todos ellos, por forma y contenido, de una violencia y desolaci¨®n extremas, incluso cuando son de una honda naturaleza l¨ªrica, plantea muchos problemas.
En este sentido hay que se?alar que el ruido generado por la cantidad se ha resuelto con notable brillantez, que es hasta emocionante en algunas salas, mientras que el desafilo espec¨ªfico que se plantea como retrospectiva es salvado con discreci¨®n y habilidad.
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