La verdadera guerra de las galaxias
Un supuesto 'pulsar' enfrenta a los astr¨®nomos de EE UU y Europa
El anuncio del descubrimiento de una estrella pulsante, un pulsar, entre los restos de la supernova surgida hace dos a?os en las cercan¨ªas astron¨®micas de la Tierra, ha provocado un grave enfrentamiento entre los astr¨®nomos estadounidenses, autores del supuesto descubrimiento, y el resto de la comunidad astron¨®mica. Los europeos, especialmente, han reaccionado con escepticismo ante el descubrimiento, realizado el 18 de enero, que no han podido confirmar en sus observaciones posteriores.
El argumento de muchos astr¨®nomos es que los norteamericanos han jugado sucio al intentar obtener una primicia muy importante sobre una base muy d¨¦bil. De hecho, toda la comunidad astron¨®mica internacional est¨¢ pendiente de la supernova, visible ¨²nicamente desde el hemisferio sur, para ver si surg¨ªa el pulsar, supuesta etapa posterior en la evoluci¨®n de la estrella. Ser¨ªa la primera vez que se observa el nacimiento de un pulsar.El prestigioso Instituto Max Planck de F¨ªsica Extraterrestre, de Alemania Occidental, hizo p¨²blico el pasado jueves un comunicado en el que afirma que no ha podido encontrar confirmaci¨®n alguna de las mediciones comunicadas por los astr¨®nomos norteamericanos. Astr¨®nomos europeos observaron la supernova durante ocho horas en las noches de los pasados 14 y 15 de febrero desde el telescopio de 3,6 metros del European Southern Observatory en La Silla (Chile), y no encontraron indicio alguno de destellos de luz puls¨¢til.
Sin emibargo, todos los astr¨®nomos coinciden en admitir que es posible que haya surgido ya el pulsar esperado en el seno de la supernova, pero que ¨¦ste no pueda ser observado todav¨ªa porque se encuentra oculto tras las nubes de los restos de la explosi¨®n.
La se?al obtenida por los astr¨®nomos norteamericanos desde otro observatorio chileno, el de Cerro Tololo, el pasado 18 de enero, no fue reconocida come, correspondiente a un pulsar hasta que fue procesada por un superordenador unas semanas despu¨¦s en Estados Unidos. "La se?al era tan mala, ten¨ªa tanto ruido, que pod¨ªa ser cualquier cosa", se?ala Michel Grenon, del observatorio de Ginebra. "Quiz¨¢ por eso, la velocidad de giro y otras caracter¨ªsticas de este supuesto pulsar no se corresponden con lo esperado en la teor¨ªa".
Si el pulsar fuera tal y tuviera las caracter¨ªsticas anunciadas por los norteamericanos, plantear¨ªa graves problemas te¨®ricos. Su velocidad de rotaci¨®n es alt¨ªsima (se registraron 2.000 destellos por segundo), cuando se supone que el pulsar nace rotando lentamente; su brillantez var¨ªa peri¨®dicamente, lo que parece indicar que forma parte de un sistema binario, y su campo magn¨¦tico es muy d¨¦bil. Sin embargo, sus descubridores, entre ellos Carl Pennypacker, del Lawrence Berkeley Laboratory, tienen un gran prestigio.
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