Pol¨¦mica en Venezuela por una obra que ridiculiza la colonizaci¨®n espa?ola
El embajador espa?ol no presidir¨¢ el estreno de 'Cipango' por considerar la obra ofensiva
La negativa del embajador de Espa?a, Amaro Gon¨¢dez de Mesa, a presidir el estreno teatral de Cipango, obra de Jos¨¦ Antonio Rial, hi desencadenado en Venezuela una agria pol¨¦mica, El embajador considera la obra injuriosa e injusta con la colonizaci¨®n espa?ola de Am¨¦rica y los emigrantes espa?oles, y cree que est¨¢ en su derecho de no presidir el estreno de la obra. Rial ha declarado a la Prensa de Caracas que en la embajada "a¨²n quedan resabios de fascismo entre los funcionarios de Espa?a".
El esc¨¢ndalo ha merecido los honores de primera p¨¢gina en El Diario de Caracas, El Nacional titula su informaci¨®n con "Jos¨¦ Antonio Rial: en la Embajada espa?ola hay restos de f¨¢scismo". Rial es un periodista y escritor exiliado de Espa?a a ra¨ªz de la guerra civil y residente en Venezuela desde hace 40 a?os. En el pasado, Rial ha estrenado obras como Bol¨ªvar y La muerte de Garc¨ªa Lorca.Para el montaje de su nueva obra, Cipango, la Direcci¨®n General de Teatro de Espa?a contribuy¨® con una ayuda de 23.000 d¨®lares (2,6 millones de pesetas). Reconoce Rial que no ha tenido ninguna presi¨®n por parte de la Direcci¨®n General de Teatro de Espa?a a la hora de escribir su obra. El grupo Rajatabla, el m¨¢s prestigioso de Venezuela, con su director, Carlos Gim¨¦nez, estrenar¨¢n la obra en Caracas en los pr¨®ximos d¨ªas.
En conversacion con penodistas espa?oles, en su residencia en Caracas, el embajador explic¨® que le invitaron a asistir al estreno y a presidir el bautizo de la obra. Para poder hablar con conocimiento sobre la obra, Gonz¨¢lez de Mesa pidi¨® leer la pieza. Esa lectura le dej¨® un sabor amargo. Considera el embajador que Cipango es una burla de la conquista espa?ola de Am¨¦rica, que "sin duda no fue la gesta gloriosa que dec¨ªan pero tampoco lo que cuenta le leyenda negra". Argumenta el embajador que adem¨¢s podr¨ªa resultar ofensiva para muchas personas, sobre todo inmigrantes espa?oles. Cipango se desarrolla en un burdel de La Habana donde aparecen cuadros de Bol¨ªvar, del rey Alfonso XIII y una imagen de la Virgen del Pilar. El burdel se llama Madre Patria, y la madama que dirige la casa de lenocinio recibe el nombre de Isabel I. La acci¨®n transcurre un 12 de octubre.
Este c¨®ctel desagrad¨® al embajador, que niega categ¨®ricamente intenciones censoras. "Simplemente no me gust¨®, y estoy en mi derecho de no asistir, del mismo modo que el autor est¨¢ en el suyo de escribir lo que quiera", coment¨® Gonz¨¢lez a los periodistas espa?oles. Sobre la actitud del embajador dice Rial que responde "a que en la embajada, en determinados lugares, no en todos, porque hay funcionarios muy cultos y liberales, quedan a¨²n restos de la oscuridad del fascismo que padeci¨® Espa?a durante 40 a?os. Estos funcionarios se acuerdan de atribuciones que tuvieron en otros tiempos. Es absurdo, cuando Espa?a est¨¢ gobernada por socialistas y el propio ministro de Cultura es un ex comunista".
Explica Rial el argumento de la pieza en El Diario de Caracas y dice que "se llama Cipango porque Col¨®n iba hacia Jap¨®n en busca del gran jan, pero se encontr¨® con el Nuevo Mundo. Yo no he querido que sea un recuadro de Col¨®n. Es una exaltaci¨®n de los inmigrantes y de la tierra que les dio acogida. La obra se desarrolla mediante dos planos: en la bullanguera ciudad de La Habana de los a?os veinte, en un burdel llamado la Madre Patria. La due?a del burdel se llama Isabel I, mujer devota de Espa?a y de la Virgen del Pilar, y que celebra el D¨ªa de la Raza".
Respeto
En el mismo diario el embajador de Espa?a justifica su postura y dice ser "un hombre respetuoso de la libertad de expresi¨®n. Respeto la libertad de un autor para crear, al igual que la de un director para recrear y la de un actor para interpretar. Yo lo ¨²nico que he hecho es no aceptar una invitaci¨®n que me hab¨ªan brindado para presentar y bautizar esta pieza. Yo no me opongo a que la presenten, pero no la voy a introducir, porque no comparto los planteamientos que ah¨ª se expresan. No comparto la visi¨®n tan mezquina y s¨®rdida que all¨ª se refleja para referirse al descubrimiento de Am¨¦rica, pero eso no significa que yo me oponga a su presentaci¨®n, sino simplemente que no comparto lo que all¨ª se dice".
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