Rafael Rodrigo

"El agricultor vive pobre y muere rico". A pesar de su rotundidad, Rafael Rodrigo tiene muy claro que su futuro est¨¢ en el campo. "Yo no s¨¦ explicar lo que siento. Yo voy al campo, y siembro cualquier cosa, y vuelvo a los 15 d¨ªas, y veo que ha crecido, y vuelvo de nuevo a los 15 d¨ªas, y lo veo m¨¢s crecido; eso me da un est¨ªmulo muy diricil de explicar". Tiene 27 a?os y ha sido elegido mejor joven agricultor espa?ol de 1988 por un proyecto de cultivos de regad¨ªo en la zona de Mota del Cuervo. Estos d¨ªas asiste a la Feria Agr¨ªcola de Verona (Italia) en la entrega de los premios al mejor joven agricultor europeo.

En Mota del Cuervo, donde naci¨®, todo el mundo le conoce como Rafael de Alhambra. All¨ª todos ilos vecinos se conocen por alg¨²n apodo. El de Alhambra se debe al entusiasmo de un antepasado de Rafael Rodrigo por el recinto nazar¨ª tras un corto viaje a Granada. Hu¨¦rfano de padre desde ni?o, Rafael compatibiliz¨® sus estudios -en r¨¦gimen de nocturno- de formaci¨®n profesional agraria, con el trabajo en una explotaci¨®n familiar.Su primera aventura agr¨ªcola la inici¨® con 16 a?os. Junto con unos amigos pidi¨® un cr¨¦dito para la explotaci¨®n de una parcela en renta de regad¨ªo en Argamasilla de Alba, en la que plantaron 50.000 matas de melones y, algo de ma¨ªz. La exper¨ªencia les result¨® muy positiva por la sencilla raz¨®n, seg¨²n cuenta Rafael, de que "nos lo planteamos bien". "Metimos semillas certificadas, buenos abonos y abundantes riegos. El resultado fue excelente".

Fue entonces cuando se dio cuenta de que los agricultores no pueden dormirse en los laureles. "Tienes que ser decidido, estar continuamente haciendo pruebas de los distintos cultivos". Miembro del sindicato J¨®venes Agricultores desde 1981, Rafael Rodrigo tiene en propiedad y en renta unas 38 hect¨¢reas repartidas en un radio de 12 kil¨®metros, en las que este a?o tiene plantados ajos, vides y cebada.

La elecci¨®n de mejor joven agricultor del a?o le ha sido concedida gracias a un proyecto presentado, y que ¨¦l califica, con ojos iluminados y so?adores, como "la ilusi¨®n de su vida". Partidario de la concentraci¨®n parcelaria, ha realizado el estudio bas¨¢ndose en una finca de 45 hect¨¢reas -de la que ¨¦l s¨®lo posee dos- situada en el t¨¦rmino municipal de Monreal del Llano (Cuenca), a unos 11 kil¨®metros de Mota del Cuervo. Con la instalaci¨®n de regad¨ªo, Rafael Rodrigo aboga por cultivos que no sean excedentarios en la CE, como los ajos, el girasol, el mel¨®n y el ma¨ªz, y la reducci¨®n de la vid. Este tipo de cultivos le permitir¨ªa igualmente un aprovechamiento mejor de las alternativas.

Est¨¢ enamorado de muchas cosas: de sus hijos, de la tranquilidad de su pueblo, de las charlas con sus amigos y vecinos durante la fresca del atardecer, de los concursos de piruetas sobre tractor y del sobrecogedor silencio del campo castellano.

Y a pesar de los riesgos, del clima y de las permanentes quejas propias del agricultor, el futuro de Rafael Rodrigo est¨¢ en ese sobrecogedor silencio, interrumpido s¨®lo a veces por la compa?¨ªa de la m¨²sica radiof¨¦nica. Y filosofa un poco: "El campo tiene siempre futuro. Es la base de una naci¨®n. Yo prefiero tener las manos llenas de grasa del tractor que de arenilla de las obras".