Bush pide a Israel y a la OLP que desactiven la 'intifada'

Estados Unidos solicit¨® ayer a Israel y a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) concesiones mutuas para desactivar la insurrecci¨®n palestina -la intifada- en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania y crear un clima de confianza que permita futuras negociaciones de paz. Pero un portavoz del l¨ªder de la OLP, Yasir Arafat, consider¨® en Nueva York "insuficientes" y "demasiadopoco y demasiado tarde" las propuestas que el presidente George Bush y el secretario de Estado, James Baker, presentaron al ministro israel¨ª de Exteriores, Moshe Arens, que visita oficialmente Washington.

Estados Unidos pedir¨¢ oficialmente a Arafat, en una segunda reuni¨®n formal con la OLP en T¨²nez en las pr¨®ximas dos semanas, la suspensi¨®n de las manifestaciones en Cisjordania y Gaza, el cese de las distribuci¨®n de panfletos "incendiarios" y la detenci¨®n de los ataques contra Israel, desde el sur de L¨ªbano. A cambio, el presidente presiona a Israel para que libere a algunos palestinos detenidos en los' 15 meses de revuelta, acabe con las detenciones administrativas de miles de palestinos (sin garant¨ªas judiciales de ning¨²n tipo) y reabra las escuelas en los territorios ocupados.A falta de una pol¨ªtica definida sobre Oriente Medio, la Administraci¨®n de Bush pone encima de la mesa estas "nuevas ideas" para la mejora del clima entre palestinos e Israel que permita alg¨²n tipo de negociaci¨®n futura de paz. Washington descarta por el momento una conferencia internacional, como insiste la URSS, para resolver este hist¨®rico conflicto. Y a diferencia de anteriores administraciones, estima que no debe proponer un en¨¦simo plan de paz que considera -dada la situaci¨®n de enfrentamiento sobre el terreno- destinado a un nuevo fracaso.

"Rechazo totalmente la idea de que nosotros detengamos la intifada mientras contin¨²a la ocupacion israel¨ª", declar¨® ayer Nabil Shaat, presidente del comit¨¦ pol¨ªtico del Consejo Nacional Palestino, que ha participado en Nueva York en una conferencia, sin precedentes en Estados Unidos, que ha sentado en la misma mesa a representantes de la OLP y a diputados de la Knesset (Parlamento) de Israel y a ex miembros de las fuerzas armadas israel¨ªes. El departamento de Estado concedi¨® visados a tres miembros de la OLP para que acudieran al encuentro, celebrado en la universidad de Columbia.

"Somos el ¨²nico pueblo ocupado del mundo al que se le pide que se abstenga de expresarse contra la ocupaci¨®n. Esto es rid¨ªculo; es realmente una doble moral", explic¨® Shaat. Aunque el miembro de la OLP precis¨® que ser¨¢ Arafat quien responda oficialmente en T¨²nez a las ideas norteamericanas, expres¨® su convencimiento de que las rechazar¨¢.

La OLP mantiene que no puede haber un fin a la intifada o medidas interinas si no hay a cambio un reconocimiento del derecho palestino a establecer un Estado nacional. Los pol¨ªticos israel¨ªes que han acudido a la conferencia de Nueva York son de los partidos izquierdistas -ninguno de la coalicion en el Gobierno- y del movimiento Paz Ahora.

Pol¨ªtica de pasos pr¨¢cticos

Bush insistir¨¢ en esta pol¨ªtica de pasos pr¨¢cticos cuando en abril reciba al primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, al presidente egicpcio, Hosni Mubarak, y al rey Hussein de Jordania. Estados Unidos, sin demasiada convicci¨®n, estima que si Israel y la OLP se demuestran mutuamente su buena voluntad ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil iniciar un proceso de paz. La nueva Administraci¨®n de Bush esta convencida de que "la paz en Oriente Medio no puede hacerse en EE UU. Son las partes implicadas quienes deben tomar las decisiones; todo lo que podemos hacer es ayudarles a establecer los cimientos de un di¨¢logo", explic¨® un alto funcionario.

Pero observadores y expertos norteamericanos en la regi¨®n son muy esc¨¦pticos ante este intento norteamericano que pide mucho m¨¢s a los palestinos que a Israel y que puede ser interpretado como echar una mano a Israel para ayudarle a solucionar un problema de "orden p¨²blico" en los territorios ocupados. Para superar esta visi¨®n negativa la Administraci¨®n de Bush parece dispuesta, por primera vez, a hablar con la OLP no s¨®lo sobre su abandono del terrorismo sino sobre cuestiones pol¨ªticas que incluir¨ªan el estatuto final de los territorios ocupados.

Moshe Arens, en sus tres d¨ªas de visita a Washington, podr¨¢ comprobar un importante cambio de actitud de la comunidad jud¨ªa de EEUU y del lobby israel¨ª en el Congreso, que comienzan a cansarse de la inflexibilidad de Shamir. Los m¨¦todos empleadospara responder a la intifada y la violaci¨®n consiguiente de derechos humanos de los palestinos -condenada incluso por el departamento de Estado- han da?ado la imagen de Israel en EE UU incluso entre sus m¨¢s ac¨¦rrimos defensores.

Al mismo tiempo, las ofertas de paz y de renuncia al terrorismo de Arafat erosionan el apoyo hasta ahora incondicional al Estado israel¨ª. El 52% de los norteamericanos, por primera vez m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n, tiene una impresi¨®n desfavorable de Israel, seg¨²n un sondeo reci¨¦n publicado. El mensaje es, explica un congresista miembro del grupo de presi¨®n proisrael¨ª, que Israel debe hacer algo y presentar una iniciativa de paz para resolver elconflicto palestino.

Judith Kipper, experta de la Brookings Institution, explica que aunque Israel conserva un respaIdo profundo y permanente en en el pa¨ªs, "los norteamericanos de todos los colores est¨¢n preocupados. La revuelta palestina ha roto el status quo y la respuesta israel¨ª es inaceptable".