Con las camaras por testigos

P. B. "Eltsin no se dej¨® provocar". As¨ª resumen varios moscovitas consultados por esta corresponsal la actuaci¨®n de Boris Eltsin en el debate electoral con su contrincante, el director de la empresa de autom¨®viles Zil, Evgueni Brakov, televisado el pasado domingo por el canal de Mosc¨², que cubre una audiencia de unos 20 millones de personas.

La serenidad y contenci¨®n mostradas por Eltsin le hab¨ªa granjeado nuevas simpat¨ªas al pol¨ªtico sovi¨¦tico, cuya gloria y desgracia est¨¢n precisamente en su temperamento impulsivo. En opini¨®n generalizada, Eltsin fue sometido a preguntas maliciosas, en contraste con las cuestiones benignas a las que tuvo que responder su contrincante. Las preguntas, primero semejantes y luego personalizadas, ven¨ªan de los moscovitas y hab¨ªan sido seleccionadas por la televisi¨®n sovi¨¦tica. El moderador las le¨ªa, citando su procedencia, y daba un tiempo para responder a los candidatos. En ning¨²n momento se produjo un debate entre los contendientes al puesto de diputado por la circunscripci¨®n territorial nacional de Mosc¨².

Eltsin estuvo a punto de perder la sangre fr¨ªa cuando Brakov lanz¨® una indirecta envenenada al preguntar:

?Tambi¨¦n las cl¨ªnicas especiales son un privilegio?". Eltsin, que hace de los privilegios un punto fuerte de su programa, no ha renunciado a los servicios de la cl¨ªnica especial del Kremlin.

El ex jefe del partido en Mosc¨² se hac¨ªa repetir preguntas y a veces perd¨ªa un precioso tiempo antes de contestarlas. Eltsin acus¨® sin crispaci¨®n al aparato del partido de Mosc¨² de haber iniciado una campa?a "contra uno de los candidatos". Evidentemente, se refer¨ªa a s¨ª mismo. Lev Zaikov, miembro del Politbur¨® y sucesor de Eltsin al frente del partido en la capital, ha llamado a ¨¦ste "neoestalinista" y ha perdido la movilizaci¨®n del aparato contra su predecesor, seg¨²n afirmaron asistentes a un mitin donde intervino Zaikov el pasado viernes.