Muerte en defensa ajena
Un joven orensano pierde la vida al interceder por tres mujeres
"Menos mal que s¨®lo tiene una mano, que si no habr¨ªa hecho una desfeita [estrago] mucho mayor con el cuchillo", comentan algunos vecinos de Terr¨®n sobre el portugu¨¦s Ferminho d'Amorin, de 32 a?os, presunto autor de la muerte el pasado jueves de Antonio Lemos Soutelo, de 24 a?os, vecino de Oimbra (Orense), cuando ¨¦ste intent¨® interceder por tres mujeres. El crimen, ocurrido en una barra americana situada en la zona fronteriza de Terr¨®n, ha provocado tensi¨®n en el vecindario, que recuerda el reciente asesinato de seis personas en Chantada (Lugo).
Antonio Lemos, con un bajo coeficiente intelectual, aunque no llegara a ser catalogado como deficiente mental, falleci¨® la noche del pasado jueves a causa de la cuchillada en el cuello que le asest¨® el manco, al que recrimin¨® porque estaba molestando a tres mujeres, que trabajaban en el bar Terr¨®n, una barra americana.Los testigos recuerdan bien la escena. Las tres mujeres fueron molestadas por Ferminho D'Amorin, natural de la localidad portuguesa de Vilarelho da Raia, situada en la misma frontera, apenas a 300 metros del lugar de los hechos.
O Ferm¨ªn o Maneta, como era conocido D'Amor¨ªn, es, seg¨²n los que le conocen, un hombre violento y pendenciero, protagonista de numerosos conflictos en la zona. Es una persona poco apreciada en la zona, en tanto que su v¨ªctima gozaba de las simpat¨ªas del vecindario.
D'Amorin, seg¨²n una nota del Gobierno Civil de Orense, estaba acosando y amenazaba a las chicas de la barra americana cuando Antonio Lemos, amigo de ¨¦stas, lleg¨® al establecimiento, que era casi su segunda casa. Lemos no dud¨® un instante. Recrimin¨® a O Ferm¨ªn que, casi sin mediar palabra, le atac¨® con un cuchillo y le produjo un corte profundo en el cuello que seccion¨® la yugular. El muchacho se desangr¨® camino al ambulatorio de Ver¨ªn, distante diez kil¨®metros del lugar de los hechos, donde ingres¨® ya cad¨¢ver.
Los escasos clientes presentes en el bar Terr¨®n, que a esas horas segu¨ªan por televisi¨®n los ¨²ltimos minutos del partido Real Madrid-PSV, se quedaron paralizados. El p¨¢nico estuvo a punto de adue?arse de ellos al recordar un crimen reciente. Aquel en el que un labrador perturbado mat¨® a seis personas con un cuchillo de matar cerdos. Recordaron tambi¨¦n uno, todav¨ªa m¨¢s reciente, de otro campesino que atac¨® con un horca de hierro a dos vecinos en una aldea de Orense.
Las tres mujeres, de nacionalidad portuguesa, en cuya defensa sali¨® Antonio Lemos, se refugiaron asustadas en una casa pr¨®xima y m¨¢s tarde acudieron a la Guardia Civil. El agresor huy¨® tranquilamente a pie y cruz¨® la frontera. Desde entonces, nada se sabe de ¨¦l.
El muchacho fallecido acud¨ªa a la barra americana casi a diario y se encargaba de peque?os trabajos, como recoger le?a o encender la estufa. Con esas tareas ganaba alg¨²n dinero. Un vecino de Rabal recuerda que Antonio Lemos "estaba muy encari?ado con las rapazas del bar". "Cualquiera de ellas levantaba una mano y ya estaba Antonio dispuesto para hacer cualquier cosa que le mandaran", a?adi¨®.
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