Ed Koch rompe el tab¨²
El pol¨¦mico alcalde de Nueva York rechaza en v¨ªsperas electorales el rumor sobre su homosexualidad
"Ocurre que soy heterosexual, y no me importa lo que piense la gente", ha declarado el alcalde de Nueva York, Edward Koch uno de los pol¨ªticos m¨¢s pintorescos y pol¨¦micos de EE UU rompiendo abiertamente un tab¨² sexual en la campa?a por la alcald¨ªa de la mayor ciudad del pa¨ªs. Koch, que lleva 12 a?os al frente de la Gran Manzana, niega as¨ª el hist¨®rico rumor que le ha perseguido en su carrera pol¨ªtica de que es homosexual.
Con la afirmaci¨®n sobre su sexualidad, Koch (64 a?os) conf¨ªa en acallar de una vez por todas, durante la dura campa?a que se avecina, las historias sobre sus preferencias en materia de sexo. Es tambi¨¦n el ¨²ltimo caso de confesi¨®n p¨²blica de un pol¨ªtico norteamericano respondiendo a la oleada inquisitorial sobre la moral privada de los cargos p¨²blicos y a la nueva exigencia de puritanismo.El caso Koch es diferente, y que ha sido reelegido alcalde de Nueva York -con 300.000 funcionarios a sus ¨®rdenes y un presupuesto anual de 20.000 millones de d¨®lares (2,3 billones de pesetas)- tres veces sin que a los electores les importaran sus tendencias sexuales. La Gran Manzana es por excelencia la capital liberal de Estados Unidos, el im¨¢n de todos los vicios, seg¨²n los conservadores, y en Manhattan, en el Greenwich Village, de donde procede el alcalde, se concentra, como en San Francisco, la mayor poblacion homosexual del pa¨ªs.
Por eso en esta ciudad, rompeolas del sexo, de la droga, del crimen, del racismo, con los hospitales desbordados por el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), y creadora a¨²n de las modas y tendencias sociales de m¨¢s de medio mundo, la declaraci¨®n de Koch no ha levantado demasiada polvareda. Se produjo en un programa de radio en el que el alcalde respond¨ªa a los neoyorquinos.
La principal novedad es que Koch, rompiendo su promesa de no discutir p¨²blicamente su sexualidad, lo hizo con la absoluta naturalidad y falta de pelos en la lengua que constituye su principal caracter¨ªstica.
Se discut¨ªa un libro que acaba de publicar al alim¨®n con -extra?o compa?ero de cama editorial- el cardenal de Nueva York, John O'Connor. Estos dos pilares de la ciudad, jud¨ªo y cat¨®lico, respectivamente, expresan en la obra sus opiniones sobre m¨²ltiples temas pol¨ªticos y sociales, incluida la homosexualidad y los derechos de los gays.
"Todo pol¨ªtico, funcionario p¨²blico o persona preeminente en los medios de comunicaci¨®n o el cine que es soltero, var¨®n o hembra, en alg¨²n momento de su vida ser¨¢ objeto de una calumnia alegando que es homosexual o lesbiana. Y esto es sobre todo verdad en la pol¨ªtica, y me ha ocurrido a m¨ª con las falsas acusaciones sobre mi homosexualidad", explic¨®.
"Realmente", a?adi¨® a micr¨®fono abierto, "no me importa lo que piense la gente. Creo que no no hay nada malo con la homosexualidad. Es lo que Dios te hizo. Ocurre que soy heterosexual, pero no me preocupa. Lo que me importa es proteger los derechos del 10% de nuestra poblaci¨®n que es homosexual y que no tiene la capacidad de hacerlo. Y estoy muy orgulloso de lo que he conseguido en este canipo".
Koch, que anunci¨® que ser¨¢ la ¨²ltima vez que habla del tema, da este paso cuando acaba de abrirse una dura campa?a por la alcald¨ªa de la capital del mundo de finales del siglo XX. Ha reconocido que lo tiene mas dif¨ªcil que nunca y que por primera vez hay posibilidades de que pierda. Graves casos de corrupci¨®n han salpicado su Administraci¨®n en los dos ¨²ltimos a?os.
Un fuerte candidato de raza negra se enfrentar¨¢ a Koch en las primarias del Partido Dem¨®crata.
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