Ni impuesto ni revolucionario

Uno solo de los 11 magistrados de la sala, Jes¨²s Ernesto Peces Morate, se pronuncia en contra de la totalidad del recurso, incluida la reparcelaci¨®n econ¨®mica, conocida en el sector inmobiliario como impuesto revolucionario. Para Peces Morate no se trata de un impuesto, y mucho menos revolucionario, por cuanto las cantidades que los promotores deben pagar por ese concepto en urbanizaciones discontinuas constituyen, opina, "una forma de equilibrio entre los intereses generales y particulares que permita a los propietarios obtener de inmediato una licencia de edificaci¨®n sin esperar al t¨¦rmino de la tramitaci¨®n del expediente de reparcelaci¨®n". Los otros dos magistrados discrepantes coinciden con la mayor¨ªa en estimar ilegal la reparcelaci¨®n econ¨®mica por falta de garant¨ªas suficientes para una distribuci¨®n equitativa de las cargas y por estar "indebidamente configurada como elemento condicionante de la concesi¨®n de licencias". Peces Morate recuerda que la ley del Suelo prev¨¦ en los planes generales ciertas dotaciones "en funci¨®n de las caracter¨ªsticas socioecon¨®micas de la poblaci¨®n", por lo que las cesiones destinadas a viales, parques, jardines p¨²blicos y centros de EGB contempladas en el art¨ªculo 83.3 de la ley del Suelo son s¨®lo cesiones "m¨ªnimas", a las que hay que a?adir las proporcionales "a la plusval¨ªa generada por la acci¨®n de los poderes p¨²blicos", ya que la Constituci¨®n impone que la comunidad participe de ellas. Por lo dem¨¢s, considera correcto que "la obligaci¨®n de contribuir a las cargas del planeamiento ( ... ) se materialice o monetice en el momento en que los propietarios de suelo vacante pretenden edificar".