Reaparece en escena Hu Yaobang, ex secretario del PC chino

El ex secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Hu Yaobang, ha reaparecido, despu¨¦s de un largo per¨ªodo de ausencia, con una entrevista ampliamente difundida por los medios oficiales, con su sucesor, Zhao Ziyang, en un gesto que ha disparado inmediatamente las especulaciones sobre un pr¨®ximo regreso a la vida p¨²blica. Hu dimiti¨® en enero de 1987 presionado por las acusaciones de que su pol¨ªtica demasiado aperturista precipit¨® los graves disturbios estudiantiles que estallaron en favor de la democracia.La entrevista entre los dos disc¨ªpulos del m¨¢ximo dirigente chino, Deng Xiaoping, fue aparentemente muy cordial y se produjo instantes antes de la apertura de las sesiones de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el pasado lunes. Seg¨²n algunos observadores, la amplia difusi¨®n del encuentro es una se?al de que se est¨¢ preparando el regreso de Hu al poder. Sin embargo, tal hip¨®tesis no llega del todo a comprenderse ahora, justo cuando la l¨ªnea m¨¢s reformista est¨¢ congelada como consecuencia de la aguda crisis econ¨®mica.

La sesi¨®n inaugural del Parlamento chino registr¨® tambi¨¦n dos episodios que no han pasado inadvertidos para los ojos extranjeros. El primero, y tal vez el m¨¢s significativo, fue la ausencia no explicada de Deng Xiaoping. El veterano l¨ªder, de 85 a?os, que con la presidencia de la comisi¨®n militar sigue controlando todos los resortes de la naci¨®n, suele aparecer ¨²ltimamente en las recepciones acompa?ado por una de sus hijas, algo que ha hecho alimentar la sospecha de que su enfermedad de pr¨®stata necesita el cuidado permanente de un familiar.

La otra an¨¦cdota corri¨® a cargo del pol¨¦mico embajador norteamericano, Winston Lord, quien se encuentra haciendo las maletas una vez completada su misi¨®n en Pek¨ªn. Lord, protagonista indirecto del incidente diplom¨¢tico ocurrido durante la reciente visita del presidente George Bush con el cient¨ªfico disidente Fang Lishi, abandon¨® el lunes la sala poco despu¨¦s de que el primer ministro, Li Peng, pidiera a Estados Unidos que deje de interferir en los asuntos internos chinos.