En posici¨®n, apunten, soplen
Polic¨ªas municipales utilizan cerbatanas con dardos tranquilizantes contra animales salvajes
Raro es que una serpiente de dos metros aparezca en la cocina. M¨¢s a¨²n que un cerdo deambule por una alcantarilla. Extra?¨ªsimo que un puma (por suerte, amaestrado) ande suelto por un parque. Peligroso que perros asilvestrados campen por las cercan¨ªas de barrios populosos. Pues estas cosas pasan en Madrid. Para combatir estas eventualidades, los hombres de la secci¨®n canina de la Polic¨ªa Municipal han aprendido de los indios del Amazonas a usar cerbatanas y dardos tranquilizantes para capturar a los animales que suponen alg¨²n peligro.
Los ritos de caza han cambiado poco en los ¨²ltimos tiempos. Se persigue a la presa, se la acecha y se dispara. Eso mismo hicieron varios miembros de la secci¨®n canina de la Polic¨ªa Municipal madrile?a por toda la Casa de Campo para dar alcance y apresar a dos de los perros asilvestrados que all¨ª viv¨ªan. Una cerbatana, de las seis que poseen, fue en aquella ocasi¨®n un instrumento eficac¨ªsimo.La tecnolog¨ªa s¨ª que ha cambiado. "Hemos tenido que comprar una pistola y un rifle, que son m¨¢s efectivos que los tubos. Sin embargo, tenemos que seguir usando las cerbatanas en muchas ocasiones", afirma uno de los oficiales de la secci¨®n policial. Cada mes los 20 hombres de la canina tienen que salir entre 10 y 14 veces a dar caza a animales, "sobre todo a perros".
Casos especiales
An¨¦cdotas las tienen de todos los colores. Como la de aquella vez en la que durante el desalojo de una finca tuvieron que enfrentarse a cinco fieros canes, dos de ellos mastines, que atacaban a todo el que se acercaba al inmueble. O aquella otra en la que un doberman impidi¨® la retirada del cad¨¢ver de su amo, que hab¨ªa muerto por causas naturales en el interior de su domicilio de la calle de Granada. O esa otra en el cerro de la Mica, donde primero tuvieron que dormir a un peligroso can y luego llevar a sus. animales adiestrados para que rastrearan un alijo de estupefacientes escondido en aquel lugar. Y es que la secci¨®n, creada en 1983, cuenta con 24 perros adiestrados en la detecci¨®n de explosivos, drogas y personas, enterradas.Entre estos animales, entrenados concienzudamente en una pista especial en la Casa de Campo, junto a los recintos feriales de Ifema, hay dos ejemplares destacados por su, historial y especializaci¨®n: Marx, el pastor alem¨¢n que descubri¨® los cuerpos de los 10 bomberos enterrados entre los rescoldos y escombros de Almacenes Arias, y Crom, un pastor belga entrenado para buscar drogas y que tambi¨¦n es el can insignia del cuerpo.
Con estos animales salen pr¨¢cticamente todos los d¨ªas a buscar drogas en alg¨²n punto de la ciudad. "Todos los d¨ªas vamos a alg¨²n colegio o instituto de Madrid y recorremos los alrededores del centro para ver si hay alg¨²n camello intentando vender droga a los chavales", afirma un sargento de esta secci¨®n policial. Y alguna vez han detenido a alg¨²n camello. Son los animales que suelen ganar los concursos de adiestramiento que cada a?o se celebran y en los que compiten perros al servicio de distintos cuerpos armados.
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