Navarra, en busca de la reconciliaci¨®n
La idea de un ¨®rgano com¨²n con la comunidad vasca se abre paso
Navarra prepara una transformaci¨®n del lenguaje pol¨ªtico. La intuici¨®n general de que en Argel se va a pronunciar con frecuencia el nombre del viejo reino ayuda a acelerar las cosas. Los l¨ªderes sustituyen conceptos como confrontaci¨®n y crispaci¨®n por reconciliaci¨®n y consenso. Excluido el refer¨¦ndum para la incorporaci¨®n a la comunidad vasca, indeseable durante los pr¨®ximos a?os para todos los sectores, el contencioso puede encontrar cauce en algo parecido a una dieta o consejo com¨²n. La idea es de hace ocho a?os, pero entonces suscit¨® rechazo y pocos apoyos.
Muchas cosas han cambiado desde 1981. Navarra ha amejorado su fuero, ha consolidado unas instituciones de legislaci¨®n y gobierno m¨¢s dedicadas a la administraci¨®n que a la pol¨ªtica y ha obtenido un incipiente reconocimiento de los vecinos vascos con el intercambio de visitas entre las mesas de los Parlamentos de Vitoria y Pamplona y la celebraci¨®n de un convenio de cooperaci¨®n sanitaria. Los navarros apenas gastan un duro en financiar el Estado. La prosperidad econ¨®mica ayuda a consolidar la situaci¨®n.No hay partido pol¨ªtico, pese a todo, que ignore la existencia de un problema pendiente en la relaci¨®n con la comunidad vasca. Los abertzales representan electoralmente m¨¢s del 21% de la poblaci¨®n, seg¨²n los resultados de las ¨²ltimas europeas, y creen trabajar con el viento a su favor.
En las dos principales formaciones pol¨ªticas, los socialistas del PSOE y los regionalistas de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), se han producido en el ¨²ltimo a?o movimientos significativos, acompa?ados de la aparici¨®n de nuevas figuras. Una corriente cr¨ªtica encabezada por Federico Tajadura impidi¨® en mayo pasado la deriva del congreso del PSOE hacia el navarrismo extremo del eurodiputado V¨ªctor Manuel Arbeloa.
Acuerdo mayoritario
Tajadura y los cr¨ªticos lograron imponer un acuerdo mayoritario m¨¢s abierto, menos excluyente y menos comprometedor para el futuro, centrado en el compromiso del partido con la personalidad propia de la regi¨®n. Tajadura, que ingres¨® en la ejecutiva socialista en el congreso, ocupa las consejer¨ªas de Administraci¨®n Local y Ordenaci¨®n del Territorio del Gobierno navarro. Su nombre se perfila, junto al del ex alcalde de Pamplona y actual consejero de Industria, Juli¨¢n Balduz, como alternativa a la sucesi¨®n de Gabriel Urralburu.Tajadura cree que el futuro de las relaciones con la comunidad vasca pasa por la cooperaci¨®n cuando se hayan cumplido dos condiciones: "El t¨¦rmino de la violencia de ETA, por supuesto", explica, "y el fin de declaraciones de tinte anexionista en boca de representantes institucionales, no de partido, que en Navarra afectan todav¨ªa a la hipersensibilidad de una parte de la poblaci¨®n".
El delfinato en UPN est¨¢ m¨¢s claramente definido. Su portavoz en el Parlamento foral, Juan Cruz Alli, dirigi¨® en el reciente congreso de enero pasado una operaci¨®n renovadora y logr¨® desbancar a la vieja guardia fundacional, agrupada en torno a Jes¨²s Aizp¨²n. Cruz Alli jug¨® fuerte y apost¨® en unas declaraciones a Egin por la negociaci¨®n con ETA dentro de los l¨ªmites constitucionales. Cruz Alli, pamplon¨¦s de 46 a?os, tiene poco que ver con los rasgos m¨¢s viscerales del regionalismo de la ¨²ltima d¨¦cada. Sus hijos estudian en una ikastola (escuela en lengua vasca) y en su discurso de investidura a la presidencia del Gobierno, en agosto de 1987, propuso para el tiempo de paz ideas de reconciliaci¨®n y colaboraci¨®n con el nacionalismo vasco.
La corriente favorable a la serenidad y el di¨¢logo interior en Navarra, acelerada por la inactividad de ETA, se extiende a los partidos nacionalistas. I?aki Cabas¨¦s, dirigente de Eusko Alkartasuna (EA), habla de un plazo de 10 o 15 a?os para buscar soluciones. "No es nada en la historia de un pueblo", argumenta, "y nos permitir¨¢ ganar peso y representatividad y propiciar una evoluci¨®n del PSOE hacia actitudes m¨¢s flexibles cuando pase a la oposici¨®n".
La misma idea sostiene Patxi Zabaleta, dirigente de Herri Batasuna (HB) conocido por sus posiciones cr¨ªticas dentro de la coalici¨®n en el pasado, aunque en este caso el plazo es m¨¢s reducido, dos o tres a?os. Zabaleta apela directamente a la idea de consenso. "La soluci¨®n no puede ser contraria", se?ala, "a ninguno de los tres tercios en que est¨¢ pol¨ªticamente dividida Navarra, la derecha regionalista, el socialismo y los abertzales".
La idea del consejo, lanzada en 1981 por los socialistas, part¨ªa del reconocimiento mutuo de ambas comunidades. Su objeto era ejercer la cooperaci¨®n y promover el desarrollo econ¨®n¨²co, social y pol¨ªtico conjunto mediante convenios, acuerdos y recomendaciones a las instituciones de uno y otro lado.
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