M¨ªrame y no me toques
Puerta de Toledo y Rastro: dos mercados vecinos que procuran evitar los roces
Para evitar contagios o interferencias, el acceso al Mercado Puerta de Toledo por la plaza del Campillo, uno de los puntos donde comienza el Rastro, permanece cerrado los domingos. Son vecinos, pero representan posturas contrarias. Son puntos antag¨®nicos, aunque algo los une. Los dos mercados se enfrentan ahora al cambio. El Puerta de Toledo, porque ha terminado su per¨ªodo de rodaje y sale a buscar una aut¨¦ntica clientela; el Rastro, porque, a ra¨ªz de su ¨²ltima reforma, pierde cerca de un millar de vendedores.
Una excursi¨®n de ma?ana de domingo por la zona conduce f¨¢cilmente a reflexiones maniqueas. Los anticuarios del Puerta de Toledo venden muebles estilo Biedermeier por dos millones de pesetas, y una chica rubia sue?a ante un escaparate en rebajas de un joven dise?ador. Por 5.700 pesetas puede llevarse una camiseta con firma, aunque la prenda s¨®lo sea un trozo de tela mal recortada.El Rastro no pierde comba, est¨¢ a la moda. Un se?or de piel renegrida vende la mercanc¨ªa del acid house a voces: "?La insignia de la gran movida! Asijaus. Reci¨¦n tra¨ªdas de Londres. El luciferio que se ve de noche". Chalecos, cinturones, pulseras, camisas con flores, van a llenar esta primavera los puestos.
El Mercado Puerta de Toledo repasa sus actividades m¨¢s destacadas: exposici¨®n sobre Mariano Fortuny y Madrazo, seminario de Fitur para asistentes internacionales, fiesta de Arco 89 para invitados vips, desfile de la colecci¨®n de Alfredo Caral, presentaci¨®n de los servicios inform¨¢ticos del mercado. Al otro lado del muro, en la plaza del Campillo, muchos ancianos vendedores de pornograf¨ªa se han visto desplazados hacia los laterales porque quieren colocar unos toboganes para ni?os.
Proyectos del Mercado Puerta de Toledo: exposiciones sobre los Premios Nacionales de Dise?o 1988, la fotograf¨ªa de Cristina Spangler, la obra del dise?ador Alberto Coraz¨®n, la historia del perfume... Mientras, las calles ocupadas por el Rastro est¨¢n llenas de octavillas repartidas por los vendedores m¨¢s agraviados por la futura reforma del mercadillo. "Por un puesto en el Rastro, solidaridad para todos. Vendedor: no pagues ninguna tasa al Ayuntamiento ni dejes que ning¨²n pitufo te quite el puesto".
El blanco y el negro, lo exquisito y lo chabacano, se dan la espalda en el coraz¨®n del Madrid castizo. Los dos mercados parecen condenados a permanecer distantes. Prohibido tocarse.
Dise?o de vanguardia
El 4 de noviembre se precipitaba la inauguraci¨®n del Mercado Puerta de Toledo, un ambicioso proyecto para dar cabida a 139 comercios de obras de autor -anticuarios y dise?o de vanguardia, sobre todo-; un centro de calidad que vend¨ªa una imagen de elitismo.Aunque 19 locales a¨²n se encuentran en obras, los comerciantes han comenzado a hacer sus primeros balances. Unas 50.000 personas han visitado cada mes las instalaciones. La inmensa mayor¨ªa, en plan mir¨®n.
Jos¨¦ ?ngel Serrano, director de la sociedad gestora del mercado, declara: "Al principio pensamos que el Rastro podr¨ªa suponer un elemento negativo en la ubicaci¨®n. Ahora vemos que la influencia ha sido incluso positiva, porque as¨ª se ha acercado el mercado al pueblo de Madrid".
Lo que s¨ª provoc¨® el Rastro fue extremar las medidas de seguridad. Al circuito cerrado de televisi¨®n se unen 10 vigilantes, que llegan incluso a preguntarle ad¨®nde va al visitante de aspecto no muy ortodoxo. Han conseguido evitar -eso lo reconocen todos- que se produzcan robos importantes.
Mari¨¢n Di¨¦guez, presidenta de la asociaci¨®n de comerciantes del mercado, resulta contundente en dos afirmaciones: "El centro todav¨ªa no ha encontrado su clientela, y toda la campa?a publicitaria que se hizo no ha ayudado nada".
Y mientras uno arranca, el otro atraviesa una crisis. Seg¨²n los vendedores del Rastro, con la obligaci¨®n de pagar tasas de hasta 32.000 pesetas anuales cada dos metros lineales, m¨¢s de 1.000 puestos tienen que marcharse. "Se acaba por decreto con un mercado libre y popular".
Los vecinos miran con escepticismo a la Puerta de Toledo: "M¨¢s vale que en esa zona hubieran creado servicios ¨²tiles y no un centro de lujo cuyo ¨¦xito est¨¢ por ver".
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