Peligro de desestabilizaci¨®n en Turqu¨ªa si Ozal no adelanta las elecciones
LUIS MAT?AS L?PEZ ENVIADO ESPECIAL, Todos le piden que se vaya. Los editoriales de los peri¨®dicos, los dirigentes de los partidos de oposici¨®n, incluso algunos de sus fieles. Pero Turgut Ozal, primer ministro turco y l¨ªder del conservador Partido de la Madre Patria (PMP), sigue en sus trece. Pese al mensaje claro que le lanzaron los votantes en los comicios municipales del pasado domingo, se niega a renunciar. Si persiste en no convocar elecciones anticipadas para que la composici¨®n del Parlamento se ajuste al nuevo mapa pol¨ªtico, el fantasma de la desestabilizaci¨®n planear¨¢ de nuevo sobre Turqu¨ªa.
Hablar de desastabilizaci¨®n en este pa¨ªs significar¨ªa que los generales, de momento retirados a sus cuarteles, podr¨ªan verse tentados nuevamente a recordar qui¨¦n tiene de verdad el bast¨®n de mando.El PMP s¨®lo consigui¨® dos de las alcald¨ªas de las capitales de las 67 provincias, y en las asambleas provinciales, con el 21,6% de los votos, qued¨® por detr¨¢s de la oposici¨®n socialdem¨®crata, que lidera Erdal Inonu (28,2%), y de la derechista, que encabeza Suleiman Demirel (25,5%). Pese a ello, Ozal tan s¨®lo admite: "El pueblo quer¨ªa darme un cachete en la mejilla, pero ha sido algo m¨¢s fuerte". Demirel es m¨¢s explicito: "A eso se le llama un buen pu?etazo en la mand¨ªbula".
Le invitamos a dimitir, Jam¨¢s se vio algo parecido, Es imposible dirigir el pa¨ªs con el 22% de los votos. Los anteriores titulares de la Prensa turca coinciden en que si Ozal se empe?a en no hacer caso del rotundo mensaje de las urnas, el pa¨ªs puede caer en una crisis institucional y preparar el camino para un nuevo golpe militar, que ser¨ªa el cuarto en 30 a?os.
Los tres anteriores fueron casi incruentos, pero Kenan Evren, que dirigi¨® el ¨²ltimo en 1980 y que se sienta ahora en la poltrona de presidente de la Rep¨²blica, ya ha declarado alguna vez que si hay otra intervenci¨®n del Ej¨¦rcito lo m¨¢s probable es que corra la sangre.
En la trinchera
Y a todo esto, ?qu¨¦ hace Ozal? Sigue en su trinchera. Primero, asegura que no habr¨¢ elecciones anticipadas (contra el clamor un¨¢nime) y que seguir¨¢ en el poder hasta 1992. Segundo, anuncia que tiene en el bolsillo la dimisi¨®n de todos sus ministros para un amplio reajuste de su Gabinete. Tercero, se re¨²ne con el grupo parlamentario y le dice: "No busqu¨¦is en otra parte. El culpable soy yo". Y por primera vez amaga un cambio de actitud: "Si hay que adelantar las elecciones, seremos nosotros los que decidamos la fecha".
Al final no le quedar¨¢ otra opci¨®n. Y tendr¨¢ que hacerlo probablemente antes de noviembre, cuando est¨¢ previsto que se lleve a cabo el relevo en la presidencia. Ser¨ªa demasiada desfachatez seguir aspirando al puesto contando con los 292 diputados (de un total de 450) que obtuvo en 1987. Legalmente, puede, pero ser¨ªa inaudito.
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