Partido ¨²nico y democracia

Los sovi¨¦ticos han votado. Para los que a¨²n dudaban, el escrutinio del domingo ha demostrado que un proceso de democratizaci¨®n est¨¢ en marcha en la URSS.Las imperfecciones del sistema, el hecho de que la multiplicidad de candidaturas no haya sido asegurada y que ciertas personalidades no hayan podido presentarse no pueden ocultar la realidad principal: tras 70 a?os de partido ¨²nico y de silencio, los herederos de la Revoluci¨®n de Octubre han manifestado su voluntad de ejercer sus derechos electorales y de expresarse libremente. La segunda ense?anza que se puede sacar a¨²n antes de conocer los resultados definitivos es la Irresistible ascensi¨®n de los reformistas m¨¢s conocidos. ?ste es el caso de Boris Eltsin, pero tambi¨¦n el de otros hombres que estiman que la perestroika avanza inuy despacio o que es demasiado t¨ªmida.

Gorbachov puede sacar ciertas satisfacciones del acontecimiento, ya que la realidad de los cambios qae quiere realizar no son discutibles ni en la URSS ni en el extrailiero y que los conservadores salen debilitados. El secretarlo general se enfrentar¨¢ a una situaci¨®n muy delicada. Toda su estrategia ha consistido en hacer p.rogresar sus reformas por una v¨ªa centrista, sin dejarse desbordar por aventurismos tipo Eltsin.

Boris Utsin ha se?alado una contradicci¨®n fundamental: ?puede la dernocracia instaurarse bajo un r¨¦gimen de partido ¨²nico?

28 de marzo