El Sredets hizo sufrir al equipo de Cruyff

Parece que se han puesto de acuerdo. No quieren dejarle disfrutar de la presidencia. Primero le amargaron la tarde-noche los, jugadores de baloncesto y poco despu¨¦s le hicieron subir la adrenalina los chicos de Cruyff Josep Llu¨ªs N¨²?ez ya sue?a con agarrarse al clavo ardiendo de la Recopa. Lo tiene cerca, pero esos dos goles que marcaron los b¨²lgaros todav¨ªa no dan derecho al billete de Berna. El Bar?a sigue siendo vulnerable por culpa de un sistema de juego que, a veces, resulta suicida. Si a Cruyff se le hubiera ocurrido jugar con un defensa m¨¢s, N¨²?ez hubiera visto compensado el disgusto del baloncesto y el Sredets habr¨ªa regresado a Sof¨ªa con una goleada de esc¨¢ndalo.Pero a Cruyff le gusta el circo, el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Por eso anoch¨® volvi¨® a sorprender a todo el mundo y dej¨® en el banquillo a su gran descubrimiento, Milla, para poner en su lugar a Amor, en una misi¨®n in¨¦dita para ¨¦l. Amor sali¨® airoso e incluso fue el art¨ªfice de la resurrecci¨®n del Bar?a.

Dimitar Penev, t¨¦cnico del Sredets, tom¨® buena nota de ¨¢u espionaje sobre el sistema de juego del Barcelona y le encontr¨® un buen ant¨ªdoto. Bast¨® que sus jugadores se concentraran en el marcaje y que dieran pases largos a sus dos r¨¢pidos delanteros para que todo el castillo azulgrana se viniera abajo. Durante 12 minutos, entre el sorprendente gol de Stoichkov y el del empate del suffido Lineker, en el Camp Nou se vivi¨® una noche casi tr¨¢gica. Menos mal que Amor enmend¨® las deficiencias y dej¨® ver que la defensa b¨²lgara es floja, casi de Tercera Divisi¨®n.

El Sredets acus¨¦ el mazazo de los dos goles azulgranas, marcados en un abrir y cerrar de ojos, y Reg¨® al descanso a trancas y barrancas. Casi sin tiempo de asentarse sobre el terreno de juego recibi¨® otro y entonces se mostr¨® como un equipo vulgar. El Barga lo, pudo machacar, barrer casi del mapa y le perdon¨® la vida porque cometi¨® m¨²ltiples errores en defensa. Aloisio, Serna y Julio Alberto no fueron los culpables, a pesar de ocupar esa demarcaci¨®n. Simplemente jugaron desasistidos, sin las espaldas cubiertas y suerte tuvieron que Zubizarreta anoche estuviera genial en su doble misi¨®n de guardameta y de libero.