Compromiso familiar

Un lugar en ninguna parte (Running on empty) est¨¢ protagonizada por una familia que, perseguida por el FBI, vive en un perpetuo estado de alerta, condenada a mudar constantemente de domicilio. El pecado de juventud del ya maduro matrimonio consisti¨® en colocar una bomba en un laboratorio de napal financiado por el Gobierno estadounidense durante la guerra del Vietnam. El calvario de su obligado nomadismo recae sobre sus hijos, que deben vivir una existencia alterada y con serios problemas para desarrollar lo que se considera una infancia normal.Su director, Sidney Lumet, cineasta que proviene de la televisi¨®n (medio donde alcanz¨® prestigio despu¨¦s de su experiencia teatral), que consigui¨® el ¨¦xito con su primera pel¨ªcula, Doce hombres sin piedad (1957) y que tiene como m¨¢s valorable t¨ªtulo de su ¨²ltima etapa Veredict ofinal (1982), ha demostrado siempre gran facilidad para filmar en espacios cerrados y para utilizar con acierto el recurso del campocontracampo.

Virtudes que son l¨®gica prolongaci¨®n de sus or¨ªgenes y que vuelve a utilizar en Un lugar en ninguna parte, pel¨ªcula donde est¨¢n presentes otras de sus constantes: los abundantes di¨¢logos que acompa?an a sus personajes, a menudo enmarcados en un compromiso que les ata a su pasado, reflejo de cierta problem¨¢tica social.

Director de actores

Tambi¨¦n destaca Lumet como director de actores, entre los que hay que citar, en el presente filme, al jovenc¨ªsimo River Phoenix, que fue propuesto como secundario en la ¨²ltima edici¨®n de los premios oscars por su trabajo aqu¨ª como el hijo mayor de la familia protagonista, y cuyas anteriores apariciones en nuestras pantallas las realiz¨® en Exploradores, La costa de los mosquitos, Cuenta conmigo y Esp¨ªas sin identidad.Su personaje, sobre el que recae la mayor parte del inter¨¦s de la trama, ver¨¢ peligrar su futuro art¨ªstico y sentimental por las obligadas fugas familiares, y plantea un conflicto en su sacrificio y un dilema en su elecci¨®n por permanecer unido a su familia o renunciar a ella. Base argumental sobre la que gira la narraci¨®n, salpicada por la an¨¦cdota del conflicto social.

Pese a gozar de una factura t¨¦cnica m¨¢s que correcta, Lumet no consigue elevar la peripecia emotiva y tienta al espectador a protagonizar su propia huida, aunque un m¨ªnimo de inter¨¦s por su desenlace y el trabajo de los actores, donde destaca el secundario Ed Crowley como el profesor de m¨²sica, mantienen la paciencia hasta su t¨¦rmino, cuyo final defrauda por la forma en que es expuesto.

En definitiva, se trata de un filme insulso, que desperdicia su bazas emotivas y cuya visi¨®n es totalmente prescindible.