Un vasco que hab¨ªa encontrado en L¨ªbano su segunda patr¨ªa
"?Qu¨¦ tal, simp¨¢tica? ?C¨®mo va ¨¦so?". El embajador Pedro Manuel de Ar¨ªstegui recib¨ªa a todo el mundo con una caracter¨ªstica palmadita en la espalda y una invitaci¨®n a un zumo ¨¦l no beb¨ªa alcohol. Cuando uno se le encontraba en los pasillos de la canciller¨ªa, siempre iba o ven¨ªa de su partidita de tenis. S¨®lo esa afici¨®n suya al deporte pod¨ªa haberle mantenido con aspecto de cuarent¨®n cuando ya hab¨ªa superado la sesentena. Vasco de nacimiento (Ir¨²n, octubre de 1927), hab¨ªa encontrado en Beirut una segunda patria. Una libanesa de 35 a?os, Yumana Awad, le llev¨® al matrimonio por segunda vez y le hab¨ªa dado dos hijos, Diego, de tres a?os, y Alejandra, de uno. Su nueva familia le hac¨ªa doloroso abandonar un puesto, en el que llevaba cerca de cinco a?os.Su vida profesional parec¨ªa ligada a los puestos peligrosos. Tras ser c¨®nsul general de Espa?a en Hamburgo y en C¨®rdoba (Argentina), sirvi¨® en Nicaragua durante la revoluci¨®n sandinista, uno de sus temas de conversaci¨®n favoritos, y sobre el que estaba escribiendo un libro. Fue despu¨¦s nombrado gobernador civil de Guip¨²zcoa, en una ¨¦poca en que los atentados de ETA estaban a la orden del d¨ªa. En 1984 fue nombrado embajador en L¨ªbano, donde unos meses m¨¢s tarde sufri¨® un breve secuestro al poco de su llegada a la capital libanesa, por la familia de un joven shi¨ª que se encontraba detenido en Espa?a tras haber atentado contra unos diplom¨¢ticos libios.
No es la primera vez que la zona donde se encuentra situada la embajada espa?ola resulta alcanzada por los proyectiles de las fuerzas musulmanas. Su situaci¨®n, en el sector cristiano, en lo alto de una colina pr¨®xima al palacio presidencial de Baabda, a unos diez kil¨®metros del centro de Beirut, la hacen muy vulnerable. Sin embargo, hasta ahora, el refugio instalado en los s¨®tanos fue una protecci¨®n suficiente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.