La primera novela
Mercedes Soriano relata la aventura de publicar su primer libro, 'Historia de No', una cr¨®nica de la transici¨®n pol¨ªtica
"Yo he escrito durante toda mi vida", dice, "pero eso es igual. No te conviertes en escritor hasta que los dem¨¢s no te tratan como a un escritor. Y eso s¨®lo sucede cuando hay un libro". Mercedes Soriano, madrile?a de 34 a?os, que ama la escritura sobre todas las cosas y a Thomas Bernhard como a s¨ª misma ("si vieras qu¨¦ mal lo pas¨¦ el d¨ªa en que se muri¨®", confiesa), est¨¢ a punto de cruzar la frontera: el 25 de este mes presenta su primera novela, Historia de No, que publica Alfaguara.
De la legi¨®n de noveles ("primerizos", dice ella) que acuden tenazmente a editoriales y concursos, pocos logran el sue?o dorado: publicar. Transmutar el manojo de folios en un libro impreso. Ser escritor, no alguien que escribe."Yo creo que la misi¨®n de la literatura es conmocionar. Conmoverte. No divertir, porque para eso te vas a tomar una copa o pones el v¨ªdeo. Se trata de que te pasen otras cosas. De que leas algo y digas: Dios m¨ªo, esta mierda soy yo... Eso es lo que ocurre con la buena literatura".
Con tales ¨¢nimos emprendi¨® la laboriosa construcci¨®n de Historia de No, en cuyas 175 p¨¢ginas emple¨® dos a?os ("qu¨¦ horror, pens¨¦ que nunca lo iba a acabar; es como una bajada a los infiernos"), y que al principio iba a llamarse Sic transit. Hubo que cambiarle el t¨ªtulo por razones editoriales y porque en este pa¨ªs poca gente sabe lat¨ªn. "Ven¨ªa a cuento porque la novela tiene que ver con la transici¨®n pol¨ªtica y con la muerte", explica, "todo a un tiempo. Con el antes y el despu¨¦s de la muerte de Franco. Ya no s¨®lo desde el punto de vista pol¨ªtico, sino desde el personal; se trata de mucha gente que vivi¨® como yo, que cre¨ªa en la revoluci¨®n y que se dej¨® la piel en la revoluci¨®n, que milit¨® en partidos pol¨ªticos y luego le dio la risa. Eso nos ha pasado a muchos".
Diez meses de espera
Cuando, 10 meses despu¨¦s de enviar el manuscrito, la llamaron de Alfaguara con la noticia de que la cosa sal¨ªa adelante sufri¨® un inmediato ataque de p¨¢nico: "Me entr¨® un temblor horroroso porque pens¨¦ que seguro que hab¨ªa adjetivos mal colocados. Volv¨ª a repasarlo y, efectivamente, encontr¨¦ adjetivos y encontr¨¦ de todo. As¨ª que no creo que vuelva a leerlo en cuanto salga... Pero tengo la impresi¨®n de que hasta que el libro no est¨¦ en la calle no ser¨¦ una escritora. Luego s¨ª, luego ya sabr¨¦ que lo soy, y todo depender¨¢ de la gente que lo lea y de lo que yo ofrezca la segunda vez, que menudo compromiso".Historia de No es uno de los casi 41.000 t¨ªtulos que aparecer¨¢n durante 1989 en Espa?a, pa¨ªs que ocupa el tercer lugar de Europa en cuanto a obras publicadas al a?o. M¨¢s de 8.000 de esos t¨ªtulos est¨¢n clasificados como literatura (casi todos narrativa y poes¨ªa), pero las cifras son enga?osas, ya que las estad¨ªsticas indican que m¨¢s de la mitad de los espa?oles mayores de 14 a?os, sencillamente, no lee libros.
Mercedes Soriano comenta que "mentir¨ªa si dijese que no tengo f¨¢cil lo de publicar. Para m¨ª ahora es muy sencillo. Pero es que me piden art¨ªculos y me da la risa, porque yo he vivido durante a?os haciendo de negra. En el ISBN figurar¨¢n cantidades de cosas con nombre supuesto: biograf¨ªas de Lenin, de Machado, recetas de cocina, historias de la II Guerra Mundial, yo qu¨¦ s¨¦. Las cosas m¨¢s asquerosas del mundo las he escrito yo".
Eso termin¨® cuando, pensando que nada perd¨ªa con intentarlo, envi¨® a un amigo de EL PA?S un relato titulado La Gran V¨ªa. Se lo publicaron en septiembre de 1987. "Cambiaron las cosas, es verdad", reconoce, "porque publicar en EL PA?S no es ninguna tonter¨ªa. A partir de entonces es cuando me llaman para El Urogallo, cuando vas por ah¨ª y la gente sabe que escribes. Hay que decir ¨¦sto para los que empiezan: que no se crean nada de lo que les cuentan, que es muy importante tener amigos, relaciones, y que escribir en un medio es fundamental para publicar despu¨¦s. Quien diga lo contrario, miente".
Mercedes matiza a¨²n m¨¢s la vieja sentencia de los padrinos y los bautizos: "De algo sirvi¨® hacer pol¨ªtica en los a?os del franquismo; sirvi¨® para que ahora conserves relaciones de ese tiempo con mucha gente que est¨¢ en posiciones muy importantes. Y eso es esencial para entrar".
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