El Barcelona, finalista de la Recopa
JOS? MAR?A SIRVENT, ENVIADO ESPECIAL, 1 Sredets - 2 Barcelona
Lineker, que fall¨® un penalti en el ¨²ltimo minuto, y, posteriormente, Amor fueron el b¨¢lsamo ideal para una directiva, un t¨¦cnico y unos jugadores que estaban atenazados por las sombras de unos fantasmas ya familiares en el club azulgrana. El Barga estar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 10 de mayo en Berna.
Cruyff tuvo el gran acierto de colocar al polivalente Roberto de cuarto defensa, renunciando en parte a su idea inicial de jugar con tres hombres en la retaguardia. Ese simple movimiento t¨¢ctico, que oblig¨® a Milla a jugar m¨¢s adelantado, fue la clave de un partido que, en principio, se presentaba mucho m¨¢s complicado.
Con la inclusi¨®n de Roberto en la zaga, el Bar?a fren¨® de ra¨ªz la salida en tromba de un Sredets que aline¨® a tres puntas, que jug¨® estimulado por una prima de 800.000 pesetas y que, adem¨¢s, ten¨ªa la bendici¨®n de una famosa bruja b¨²lgara, llamada Vanda, que hab¨ªa pronosticado en la v¨ªspera de? encuentro la victoria del conjunto b¨²lgaro por 3-1.
Jugando con serenidad, moviendo el bal¨®n con rapidez y aguantando con estoicismo las tarascadas de los b¨²lgaros, el Bar?a control¨® el encuentro desde el minuto inicial. La superioridad t¨¦cnica de sus jugadores bast¨® para desconcertar a un rival que practic¨® un f¨²tbol muy similar al que tantos ¨¦xitos le dio a Javier Clemente y al Espa?ol la pasada temporada. Es decir, balones largos sobre sus tres puntas, que llegaban a los dominios de Zubi sin haber pasado previamente por el centro del campo.
El gol de Lineker Su gol hizo enmudecer a los bulliciosos espectadores del estadio Levski de Sof¨ªa, pero no sirvi¨® para frenar los ¨ªmpetus ofensivos del Sredets, que estuvo a punto de empatar, en el minuto 35, cuando Aloisio salv¨® bajo los palos un remate de Stoichkov con Zubizarreta ya batido. Todo parec¨ªa visto para sentencia. Nadie cre¨ªa que el Sredets pudiera plantear problemas. Pero entonces surgi¨® el Bar?a de las p¨¢jaras. El equipo perdi¨® su concentraci¨®n; se encerr¨® en su ¨¢rea y comenz¨® a ser dominado.
La presi¨®n del Sredets tuvo su fruto en el gol de Stoichkov que hizo subir la adrenalina en Sof¨ªa y en Barcelona. Los hombres de Cruyff tuvieron que echar mano de todos sus recursos para parar la avalancha que se les ven¨ªa encima. Todos trabajaron a destajo. Nadie escondi¨® su pierna y cuando ¨¦sta no llegaba, all¨ª estaba Zubizarreta. Estuvo tambi¨¦n la pierna del joven Amor en el momento m¨¢s oportuno. El gol de Amor puso las cosas en su sitio, mientras Lineker no pudo redondear la faena al fallar un penalti con el que fue castigado el Sredets por derribo del meta Palov al reci¨¦n salido Urbano. El Barcelona pod¨ªa permitirse ayer el lujo de desperdiciarlo.
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