Caso: "El PSOE intent¨® atacarnos mientras ped¨ªa apoyo contra el terrorismo"
El CDS endurece su estrategia tras los incidentes en el Ayuntamiento de Madrid
Las maniobras registradas en el Ayuntamiento madrile?o han servido de base a la direcci¨®n del CDS para endurecer su estrategia. Su secretario general, Jos¨¦ Ram¨®n Caso, afirma que eso va a afectar a la orientaci¨®n de la precampa?a europea "porque el clima pol¨ªtico del pa¨ªs se ha alterado". Sus palabras revelan tambi¨¦n la fragilidad de la alianza democr¨¢tica contra el terrorismo: mientras el Gobierno ped¨ªa apoyo a los partidos, entre ellos el centrista, el PSOE preparaba lo que el CDS considera como un intento de atacarles por la espalda.Pregunta. ?Est¨¢ ya decidida la candidatura de su partido a las elecciones europeas?
Respuesta. La decisi¨®n depende del Comit¨¦ Nacional del partido. El intento de latrocinio pol¨ªtico de que hemos sido objeto por parte del PSOE ha alterado el clima pol¨ªtico del pa¨ªs. Felipe Gonz¨¢lez ha cantado demasiado, con su elogio a las mayor¨ªas absolutas y su pretensi¨®n de permanecer 25 a?os pegado al sill¨®n. Ya no es cuesti¨®n de dedicar la campa?a a hablar s¨®lo de los problemas monetarios o del espacio social europeo.
P. ?Cu¨¢l es su versi¨®n de lo ocurrido en el Ayuntamiento de Madrid?
R. Lo que ha sucedido es la confirmaci¨®n de que el PSOE utiliza su poder como equipo gobernante exclusivamente para robustecerse. Un alcalde que se tira dos meses en la clandestinidad, hurgando a ver a qui¨¦n puede llevarse, ha actuado con el. exclusivo fin de garantizarse el poder.
Como tenemos la evidencia de que simult¨¢neamente en L¨¦rida el PSOE est¨¢ negociando con tr¨¢nsfugas de Converg¨¦ncia i Uni¨® una moci¨®n de censura contra el alcalde convergente, y en La Coru?a otra contra el presidente de la Diputaci¨®n, que es del Partido Popular; y en su d¨ªa negociaron con Barreiro, otro tr¨¢nsfuga, para hacerse con el poder de la Xunta de Galicia, la conclusi¨®n es que el PSOE no tiene m¨¢s l¨®gica pol¨ªtica que la de mantener el poder, a costa de incidir en posibles crisis de otros partidos y de comprar voluntades. No estoy hablando de dinero, sino de poder pol¨ªtico: la prueba es que est¨¢n ofreciendo sillones.
P. ?Qu¨¦ datos tiene usted para hacer responsable a la direcci¨®n del PSOE, que ha dicho que el asunto madrile?o era una operaci¨®n local?
R. No se puede reducir este asunto a un comportamiento torticero del se?or Barranco, sino que es extrapolable a la direcci¨®n socialista. Nadie puede entender de otro modo una maniobra de este jaez, teniendo en cuenta adem¨¢s las vinculaciones de amistad antigua de Javier Soto con Ana Tutor, amiga a su vez de Felipe Gonz¨¢lez. Ni pol¨ªticamente ni por las relaciones humanas se puede creer que esto lo hace Barranco sin que lo conozcan Alfonso Guerra y Felipe Gonz¨¢lez.
Esa agresi¨®n a traici¨®n contra nuestro partido se produce al mismo tiempo que nos estaban llamando todos los d¨ªas para pedirnos el apoyo en la pol¨ªtica antiterrorista. Los socialistas demuestran un comportamiento asombroso: durante dos meses te piden que tengas gran visi¨®n de Estado, que colabores en un asunto que nos preocupa a todos, y simult¨¢neamente te atacan por la espalda.
P. ?Por qu¨¦ el CDS no ha tenido escr¨²pulos a la hora de nutrirse de personas procedentes de otros partidos?
R. Una persona que est¨¢ inc¨®moda en su partido puede considerar que tiene una obligaci¨®n con sus electores de seguir trabajando en la instituci¨®n -y para eso se ha inventado el Grupo Mixto- o que est¨¢ m¨¢s c¨®modo en otro partido. Lo importante es en qu¨¦ medida una persona, cuando da estos pasos, modifica lo que quisieron los electores.
Un concejal disconforme puede irse a otro grupo sin que eso cambie las reglas del juego: pero no es lo mismo que con su voto se produzca o se impida una moci¨®n de censura. A la ciudadan¨ªa le importa poco que un se?or que fue elegido en una lista est¨¦ ahora en el Grupo Mixto del Parlamento nacional: no pasa nada. Lo del Ayuntamiento de Madrid o lo del se?or Barreiro en la Xunta de Galicia altera, en cambio, la gobernaci¨®n de una instituci¨®n.
P. ?Quiere usted decir que el transfuguismo es v¨¢lido si no sirve para nada, y muy negativo en caso contrario?
R. No, porque yo acepto el fen¨®meno individual; pero lo que no acepto, y tampoco los ciudadanos, es que la decisi¨®n de una persona que fue elegida en una lista cerrada, y bajo las siglas de un partido, altere la situaci¨®n pol¨ªtica de una instituci¨®n. Aparte de que si se examina el caso de las personas que se incorporaron al CDS en el Parlamento nacional, que es lo que suele citarse, todos ellos se hab¨ªan quedado sin partido.
P. ?En qu¨¦ medida va a cambiar la estrategia del CDS en ayuntamientos y autonom¨ªas?
R. Siempre hemos estado abiertos a la investigaci¨®n de las causas del mal funcionamiento de las corporaciones. Ahora. se cumplen dos a?os desde la ¨²ltima elecci¨®n: es un buen momento para la reflexi¨®n, y adem¨¢s ha habido una agresi¨®n de la c¨²pula socialista.
Las consecuencias no dependen s¨®lo de nosotros, sino de que sea posible un acuerdo con otras fuerzas, fundamentalmente el PP, para un gobierno estable en cada una de las instituciones en que pudi¨¦ramos llegar a un an¨¢lisis com¨²n. Mi planteamiento no es coordinar fuerzas para echar a los socialistas. Nosotros vamos a endurecer nuestra cr¨ªtica porque la gesti¨®n se est¨¢ deteriorando: no hay m¨¢s que ver c¨®mo est¨¢ Madrid.
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