Los candidatos bolivianos, a la caza del 25% de indecisos
Tres candidaturas de entre las nueve que se disputan el triunfo en las elecciones generales del domingo 7 de mayo en Bolivia se perfilan como las m¨¢s cercanas a la victoria en medio de una campa?a dura que se ha centrado en los ¨²ltimos d¨ªas en la b¨²squeda de los votos indecisos que todav¨ªa representan un 25%. Los principales candidatos son el general Hugo B¨¢nzer, de la derechista Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista (ADN); Gonz¨¢lo S¨¢nchez de Losada, del gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
Los tres se muestran confiados en obtener la primera mayor¨ªa, pero ninguno tiene claro el camino hacia la presidencia. La Constituci¨®n boliviana considera electo presidente a un candidato cuando ¨¦ste obtiene la mitad m¨¢s uno de la votaci¨®n en las urnas. De lo contrario, el Congreso debe elegir entre los dos candidatos m¨¢s votados.Las elecciones del pr¨®ximo 7 de mayo -para elegir presidente, vicepresidente y 157 parlamentarios- son las segundas desde que en 1982, por fuerza y voluntad del pueblo boliviano, se retorn¨® al sistema democr¨¢tico, dejando atr¨¢s una larga lucha conira reg¨ªmenes militares de facto.
En los comicios de 1979 se hab¨ªa producido. un empantanamiento entre Hern¨¢n Siles Suazo y V¨ªctor Paz Estenssoro, y el Congreso se decidi¨® por una v¨ªa no constitucional eligiendo al presidente del Senado, Walter Guevara Arze. En 1985, en las primeras elecciones tras la recuperaci¨®n de la democracia, se opt¨® por el mal menor y fue elegido V¨ªctor Paz, que obtuvo el segundo puesto en la votaci¨®n. El ganador, Migo Banzer, de ADN, acept¨® la nominaci¨®n congresual y ofreci¨® suscribir el llamado pacto por la democracia, que adem¨¢s de asegurar una mayor¨ªa parlamentaria al Gobierno buscaba la alternancia en el poder, en la seguridad de que en las elecciones de 1989, Banzer, con el apoyo del MNR, habr¨ªa de entrar por la puerta ancha en la casa de Gobierno.
Las negociaciones en el Congreso para la nominaci¨®n presidencial ha implicado generalmente el trasiego pol¨ªtico, cuando no se ha llegado a la compraventa de votos, como denunciara el senador Mario Rol¨®n Anaya en las elecciones de 1985. Empero, la decisi¨®n unilateral del MNR de romper el pacto con ADN al iniciar la carrera electoral ha dejado en suspenso las pretensiones del ex presidente de facto que gobern¨® Bolivia por siete a?os, entre 1971 y 1978.
La campa?a electoral
Pese a que los tres principales aspirantes se adjudican la victoria, sobre la base de sus propias encuestas, se observa una mayor tendencia ciudadana hacia la candidatura del general Hugo Banzer. De acuerdo con los comentaristas pol¨ªticos, el segundo lugar ser¨¢ duramente disputado por el MNR y el MIR.La propaganda m¨¢s fuerte y costosa ha sido hecha por el ADN y el MNR, pero frente a este despliegue, los partidos de izquierda hacen gala de creatividad para hacer difundir su mensaje pol¨ªtico. El Movimiento Revolucionario Tupak Katari utiliza los chasquis (hombres correo del imperio inca) para llegar a las comunidades campesinas en el altiplano y otras regiones del pa¨ªs.
Los candidatos de Izquierda Unida, Antonio Aranibar, y del Partido Socialista, Roger Cortez, trabajaron en el contacto personal, y s¨®lo estas ¨²ltimas semanas financiaron la difusi¨®n de spots en la televisi¨®n en base a una rifa, los primeros, y a la venta de pan socialista, los segundos.
El fen¨®meno pol¨ªtico de estas elecciones, el folclorista y hombre de radio Carlos Palenque, apoyado por el grupo Conciencia de Patria, cuyos medios se mantienen clausurados hasta junio de este a?o, trabaj¨® personalmente en espacios alquilados a otras emisoras, especialmente en La Paz. Los candidatos del MIN, Luis Sandoval, y del FULKA, Jenaro Flores, apenas tuvieron acceso a los medios de comunicaci¨®n en una campa?a que ha puesto de manifiesto las profundas desigualdades entre los respaldos econ¨®micos de los candidatos.
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