Ataque por sorpresa

SE ESPERABA en la Uni¨®n Sovi¨¦tica una ofensiva de loss conservadores, pero ha ocurrido exactamente lo contrario. Convocado de modo precipitado por Gorbachov, el pleno del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (PCUS) ha eliminado de un plumazo a sus almas muertas. Aunque la explicaci¨®n oficial es que las dimisiones se deben a razones de edad -y es cierto que hay muchos jubilados entre los, que dejan el cargo-, no cabe duda de que se trata de un paso pol¨ªtico de gran alcance, cuyo objetivo es cambiar a favor de la perestroika el equilibrio de fuerzas en el ¨®rgano supremo entre congresos del partido cornunista. No era una operaci¨®n f¨¢cil, ya que el Comit¨¦ Central del PCUS es elegido por el congreso y en teor¨ªa su composici¨®n no debe cambiar hasta el. pr¨®ximo congreso. Sea como sea, nunca en la historia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ha tenido lugar una eliminaci¨®n de golpe de tantos miembros del Comit¨¦ Central.Es posible que ciertas maniobras de los sectores conservadores hayan acelerado una operaci¨®n preparada desde hace tiempo. A ello alude Pravda diciendo que hay gentes dentro del partido que desean el fracaso de la perestroika y el retorno "al sistema de ¨®rdenes, que ellos tanto aman". Pero otro factor fundamental obligaba a Gorbachov a afrontar de modo resuelto la renovaci¨®n del Comit¨¦ Central: el resultado de las recientes elecciones al Congreso de los Diputados, las primeras de verdad que la URS S ha conocido, en las que los candidatos cr¨ªticos, informales, derrotaron a los principales dirigentes oficiales que se presentaron. No se trata simplemente de casos concretos de dirigentes sin prestigio. Fue un voto de castigo para el partido mismo. Es cierto que el gran vencedor en Mosc¨², Boris Eltsin, sigue siendo miembro del Comit¨¦ Central. Pero gan¨® precisamente porque atac¨® duramente el autoritarismo, los privilegios, toda la concepci¨®n tradicional del partido, encarnada principalmente por los aparatchikis hoy apartados.

Entre ¨¦stos se hallan importantes figuras del partido -y del pa¨ªs- en la etapa de Breznev, como Gromiko, Tijonov, Aliev, Demichev, Solomentsev y muchos otros. Asimismo, 12 ex altos cargos militares, lo que confirma la voluntad de Gorbachov de reforzar el car¨¢cter civil de los ¨®rganos del poder. Y, por otra parte, algunos dirigentes como los antiguos secretarios de Armenia y Azerbaiy¨¢n, que han tenido actitudes nefastas durante los conflictos nacionales del a?o pasado. Con esta depuraci¨®n, Gorbachov completa la operaci¨®n del oto?o pasado, cuando fueron destituidos del Bur¨® Pol¨ªtico y de sus cargos estatales Gromiko y otros veteranos y se renov¨® profundamente el Politbur¨®. Comparativamente, el Comit¨¦ Central era el ¨®rgano menos afectado por el proceso de cambios realizado por Gorbachov en estos cuatro a?os.

Por ello, de seguir como hasta el momento, el comit¨¦ habr¨ªa constituido un freno muy serio para tratar un tema tan delicado como el de las nacionalidades, que requerir¨¢ mutaciones estructurales en el Estado sovi¨¦tico si se quiere llegar a una soluci¨®n pol¨ªtica concertada con las fuerzas m¨¢s din¨¢micas de los pa¨ªses b¨¢lticos, del C¨¢ucaso y de otras zonas del pa¨ªs. Desde hace dos a?os se est¨¢ aplazando el pleno del Comit¨¦ Central que debe examinar este problema. Ahora es probable que pueda celebrarse con los resultados que desea Gorbachov.

Aunque el dirigente sovi¨¦tico se sigue oponiendo a la formaci¨®n de partidos, el pluralismo es ya un hecho, incluso en las instituciones de la URSS. Entre los diputados del Congreso figuran Sajarov, Eltsin, Schmeliov, Afanasiev y otros muchos reformistas radicales. Ser¨¢ muy dif¨ªcil acallar su voz. La URSS se halla en v¨ªsperas de importantes acontecimientos: el 25 de mayo se reunir¨¢ por primera vez el Congreso de los Diputados, el cual deber¨¢ elegir al presidente de la URSS y un Soviet Supremo como ¨®rgano permanente de control del Ejecutivo. Al depurar el Comit¨¦ Central, los reformadores del PCUS se, preparan para una situaci¨®n nueva, en la que los viejos m¨¦todos caer¨¢n en desuso y en la que deber¨¢n hacer frente, incluso en los ¨®rganos de poder, a problemas tan ins¨®litos como la confrontaci¨®n y el di¨¢logo.