Un novillero se corta la coleta
Juli¨¢n Maestro se hizo cortar la coleta al acabar su actuaci¨®n. Mal asunto cuando un novillero se corta la coleta. Cortarse la coleta corresponde a diestros veteranos, curtidos en muchas lidias en muchos triunfos y sinsabores y si se la corta un novillero, l¨®gicamente sin curtir y sin excesivas lidias, ser¨¢ porque los sinsabores superan a los triunfos o porque su vocaci¨®n estaba equivocada. Puede que de todo hubiera en Juli¨¢n Maestro. Ayer les hac¨ªa ascos a los novillos y al toreo mismo. Parec¨ªan pesarle una barbaridad los enga?os, que dejaba caer a plomo en plena embestida sobre los pitones de los animalitos, igual daba que fueran de poca casta, como el cuarto, o pastue?os, como el primero. Mejor t¨¦cnica posee Juli¨¢n Maestro, y acaso no la emple¨® pues llevaba ya la decisi¨®n de cortarse la coleta cuando hizo el pase¨ªllo.Por el comportamiento del p¨²blico no se podr¨ªa quejar. El p¨²blico era amable y divertido todo le parec¨ªa bien, ovacionaba cualquier suerte. Los tendidos estaban llenos de paisanos, vecinos, familiares de los toreros, y les vitoreaban con verdadero delirio. Hab¨ªa hasta una ni?a vestida de primera comuni¨®n, que de la fiesta se fue a la plaza con sus pap¨¢s y sus hermanos a aplaudir a Miguel Rodr¨ªguez. Toda clase de p¨²blico bull¨ªa en los tendidos y cada cual interpretaba la lidia seg¨²n sus gustos y conocimientos de la materia, qu¨¦ pod¨ªa importar si, enciclop¨¦dicos o prendidos con alfileres.
?lamo / Maestro, Rodr¨ªguez, Neila
Cinco novillos de El ?lamo y 3? sobrero de La Guadamilla, en general bien presentados, flojos, manejables. Juli¨¢n Maestro: pinchazo y media descaradamente atravesada y baja (silencio); dos pinchazos y media atravesada delantera baja (aplausos y saludos); terminada la lidia del 4?, se cort¨® la coleta. Miguel Rodr¨ªguez: estocada trasera (divisi¨®n cuando saluda por su cuenta); dos pinchazos y estocada trasera (vuelta protestada). Carlos Neila: pinchazo hondo trasero tendido, pinchazo, otro hondo trasero -aviso con un minuto de retraso- y tres descabellos (silencio); pinchazo y estocada (palmas).Plaza de Las Ventas, 1 de mayo.
La mayor¨ªa, confraternizaba Un espectador repart¨ªa pastas, otros se pasaban la bota y tras tentarla juraban que ese vino daba la vida. Uno de Fuencarral convid¨® a tres japoneses a pipas. Luego los japoneses empezaron a adquirir un color m¨¢s amarillo del habitual. Se pudo averiguar, que se com¨ªan las pipas enteras c¨¢scara y todo, y a petici¨®n de varios aficionados que lo advirtieron, el de Fuencarral les hizo una demostraci¨®n pr¨¢ctica de pelado de pipas, en sus dos versiones: la finolis, a diente y mano, y la r¨²stica, a diente, separaci¨®n lingual del fruto y expulsi¨®n violenta de la c¨¢scara por un colmillo. En los altos del tendido dos, uno que luc¨ªa vistosos tirantes carmes¨ª daba chicuelinas con el abrigo, y el p¨²blico le coreaba ol¨¦s.
Lo del ruedo suscitaba menor diversi¨®n, pese al af¨¢n de los toreros, valientes y animosos frente a los complicados novillos. Miguel Rodr¨ªguez bajaba mucho la mano en los redondos, que instrumentaba largos, y sufri¨® una cogida; Carlos Neila se arrimaba y no bajaba la mano porque ¨¦l es bajito de suyo y si la llega a bajar, habr¨ªa toreado a rastras. Ambos banderillearon meritoriamente. Neila sufri¨® un terrible volteret¨®n al reunir un par y al incorporarse corri¨® tan ¨¢gil y prendi¨® tan decidido otro par, como si en vez de un pitonazo hubiese recibido una inyecci¨®n de vitaminas.
Miguel Rodr¨ªguez brind¨® el quinto novillo, a Juli¨¢n Maestro y fue un bonito detalle de solidaridad. El p¨²blico se identific¨® con ese brindis y les dedic¨® a ambos una cerrada ovaci¨®n. El p¨²blico estaba conmovido, pues en la esot¨¦rica liturgia del toreo, cortarse la coleta es el rito l¨²gubre del adi¨®s y del ocaso.
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