?ngeles ca¨ªdos
Acabada la guerra y acab¨¢ndose la pel¨ªcula, el sargento Hara -antes guardi¨¢n, prisionero ahora- se despide del coronel Lawrence con un sincero, espont¨¢neo: "Feliz Navidad, Mr. Lawrence". El rostro de Hara -una excelente composici¨®n del actor Takeshi- desprende un aire de nostalgia y emoci¨®n no contenida. Es una secuencia conmovedora y b¨¢sica para el entendimiento de Feliz Navidad, Mr. Lawrence. Como en La gran ilusi¨®n, una guerra, un campo de concentraci¨®n, ha hecho. de la enemistad propia de dos bandos un sistema de convivencia, al final del cual puede brotar el respeto, la admiraci¨®n y, por qu¨¦ no, la amistad. Como Jean Renoir, Nagisa Oshima es un poeta que dibuja las relaciones y los comportamientos humanos usando perfiles suaves, inflexibles, de aparente ligereza. Lawrence y Hara, en su reencuentro, como cualquiera que se cruza por la calle con un antiguo compa?ero de la mili, rememoran aquellos d¨ªas no felices, pero s¨ª vividos, aquella determinada borrachera, aquella Navidad compartida. Pero Lawrence y Hara, aun que personajes admirablemente resueltos, son s¨®lo la tangente de la verdadera materia a tratar por Oshima: el deseo, la fascinaci¨®n, el odio y amor cruzados de las relaciones entre el capit¨¢n Yonoi y el rubio, brit¨¢nico Celliers, ¨¢ngeles terrestres ca¨ªdos bajo una luz cenital. En su ambig¨¹edad concentra Oshima -cargando su bater¨ªa de pilas simb¨®licas: el mech¨®n de cabello, el enterramiento del soldado de cuello hacia abajo... - su reflexi¨®n sobre los alcances de la violencia -en el campo de concentraci¨®n japon¨¦s, pero tambi¨¦n en el mism¨ªsimo college en que estudi¨® nuestro protagonista, fragmento evocado a trav¨¦s de un inmaculado flash-back- y sobre los conceptos del honor, el ritual, el fetichismo, entre otros. Bell¨ªsima pel¨ªcula, y muy dura.Feliz Navidad, Mister Lawrence se emite a las 22.05 por TVE2.
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