Vac¨ªo de poder por la ausencia de Noriega de la vida p¨²blica
La desaparici¨®n del general Manuel Antonio Noriega, jefe militar de Panam¨¢, del escenario p¨²blico desde hace dos semanas ha suscitado especulaciones acerca de su grado de control de la situaci¨®n actual. El pa¨ªs vive bajo la impresi¨®n de un vac¨ªo de poder que hace m¨¢s inquietante a¨²n la llegada ayer de 2.000 soldados norteamericanos para reforzar a los 11.000 permanentemente basados en Panam¨¢. "Est¨¢ descansando", contest¨® una prominente figura del r¨¦gimen, el legislador Rigoberto Paredes, cuando los periodistas le preguntaron el jueves sobre el paradero de Noriega. "Est¨¢, como siempre, al frente de su pueblo" precis¨® el secretario general del oficialista Partido Revolucionario Democr¨¢tico (PRD), Darinel Espino.
El general Noriega se apart¨® de la escena pol¨ªtica casi una semana antes de las elecciones del pasado domingo. No acudi¨® al mitin de cierre de campa?a de la Coalici¨®n para la Liberaci¨®n Nacional (Colina) y fue imposible verle emitiendo su voto durante la jornada electoral. Esta ausencia se ha hecho m¨¢s llamativa tras los graves sucesos ocurridos a lo largo de esta semana, que desembocaron en la anulaci¨®n de las elecciones.Fuentes diplom¨¢ticas interpretan esta retirada de Noriega como un signo de que el hombre fuerte paname?o ya no lo es tanto. Tanto la medida de anular las elecciones como la de dar rienda suelta a los batallones de la dignidad corresponden, seg¨²n medios pr¨®ximos a c¨ªrculos castrenses, al Consejo Estrat¨¦gico Militar (CEM), integrado por los 19 oficiales de la c¨²pula de las Fuerzas de Defensa, y no al mismo Noriega.
El propio general Noriega escogi¨® a Carlos Duque, un amigo suyo, como candidato presidencial. La fotografia a colores de ellos dos juntos ocupaba la contraportada del ¨²ltimo n¨²mero de la revista Defensa, ¨®rgano oficial del Ej¨¦rcito paname?o. El fracaso en las urnas oblig¨® despu¨¦s a Noriega a prescindir de Duque, pero varios observadores creen que, para ello, el general tuvo que ceder a fuertes presiones de sus comparleros de armas.
Fuentes pr¨®ximas al Gobierno relataron que Noriega tuvo que consultar el martes con el CEN cada una de las propuestas que le presentaba ese d¨ªa el Consejo de Estado, integrado por los principales ministros y oficiales del Estado Mayor. Ninguna de las ofertas moderadas fue admitida, de acuerdo a esas fuentes, por la c¨²pula militar.
Figura ¨²nica
Durante los peores d¨ªas de la crisis provocada hace un a?o por la destituci¨®n del presidente Eric Delvalle, Noriega nunca recurri¨® a la violencia indiscriminada que se apoder¨® de la ciudad de Panam¨¢ el mi¨¦rcoles pasado. Tampoco se escondi¨® el general en esos d¨ªas de las c¨¢maras ni del p¨²blico; por el contrario, recorri¨® el pa¨ªs y pronunci¨® discursos casi diariamente.Entonces, el general Manuel Antonio Noriega consigui¨® construir unas Fuerzas de Defensa a su medida tras los cambios introducidos como consecuencia del frustrado golpe de marzo de 1988. En los meses siguientes, Noriega se convirti¨® en figura ¨²nica e incluso se foment¨® el culto a la personalidad. La severa derrota electoral ha provocado, seg¨²n medios diplom¨¢ticos, la ruptura de este esquema.
"Si perdemos por KO habr¨ªa que abrir un abanico con todas las posibilidades, incluida la salida de Noriega", hab¨ªa advertido en v¨ªsperas de las elecciones una destacada personalidad del Gobiemo que no quiso ser identificada.
La anulaci¨®n de los comicios deja adem¨¢s espacio libre para cualquier alternativa. Uno de los l¨ªderes de la oposici¨®n, el democristiano Ricardo Arias Calder¨®n, ha admitido la posibilidad de un Gobierno de coalici¨®n c¨ªvico-militar hasta el 1 de septiembre, siempre que a partir de esa fecha se entregue el poder al candidato presidencial Guillermo Endara y se retire el general Noriega.
Esta oferta parece llegarle demasiado tarde a un r¨¦gimen aparentemente controlado por el sector militar m¨¢s duro. La opci¨®n preferida para el r¨¦gimen en este momento es la de que el presidente, Manuel Sol¨ªs, que mantuvo bien la cara durante su gesti¨®n, se mantenga en el cargo por tiempo indefinido, hasta que las circunstancias permitan otra cosa.
Esa salida tiene el inconveniente de que los civiles del r¨¦gimen, disgustados por el fraude, la violencia y los radicalismos -entre ellos, las expulsiones de periodistas, dos de los cuales, los espa?oles Rom¨¢n Orozco y Enrique Muller, abandonaron el pa¨ªs el jueves-, est¨¢n cada vez m¨¢s separados de los militares, por, lo que ¨¦stos podr¨ªan verse obligados a tomar abiertamente el poder en sus manos.
Ello va a depender en gran medida del grado de contestaci¨®n interna, que la oposici¨®n ha prometido mantener en los pr¨®ximos d¨ªas. La oposici¨®n paname?a cree que una combinaci¨®n de protestas populares y denuncias internacionales servir¨¢ para encontrar una salida a la crisis sin necesidad de recurrir a la intervenci¨®n militar de Estados Unidos.
Los observadores no apuestan, sin embargo, por soluciones pac¨ªficas. Por si acaso, ayer segu¨ªan las colas en la entrada de las bases de Estados Unidos con coches de ciudadanos de ese pa¨ªs en busca de refugio.
[El senador dem¨®crata norteamericano Gary Hart declar¨® ayer en Valencia que la situaci¨®n en Panam¨¢ "es muy peligrosa, no s¨®lo porque es un pa¨ªs muy importante en Centroam¨¦rica, sino tambi¨¦n por su relevancia en el sistema estrat¨¦gico a nivel mundial", informa Juango Garc¨ªa del Moral].
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