San Isidro congreg¨® a miles de personas dispuestas a disfrutar de las fiestas del patr¨®n
PEDRO MONTOLI?, Madrid es mucho Madrid. Esta frase, repetida en provincias hace a?os, se hizo ayer de nuevo realidad. Mientras la radio anunciaba la entrada de medio mill¨®n de autom¨®viles, los escenarios de la festividad de San Isidro se ve¨ªan desbordados. Miles de personas desfilaron por la romer¨ªa y la ermita del santo. En la catedral apenas se pod¨ªa entrar durante la misa solemne. El homenaje de las casas regionales fue presenciado por unos 2.000 espectadores, y varios centenares de aficionados asistieron al descenso popular del Manzanares en canoa. La asistencia a la romer¨ªa de la Casa de Campo fue numerosa, y largas filas de espectadores presenciaron en directo la ¨²ltima etapa de la Vuelta Ciclista a Espa?a. Incluso, dicen, hubo gente que se qued¨® en casa.
San Isidro tuvo ayer mucho trabajo. Las peticiones se le acumularon. Un se?or, a la salida de la misa solemne de la catedral de San Isidro, se acerc¨® a un griposo Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano y le confes¨®: "Le he pedido al santo que le haga a usted, alcalde". El portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento, quien junto a otros ocho concejales de su grupo, compon¨ªan la representaci¨®n municipal, respondi¨® inmediatamente: "Pues creo que el santo no est¨¢ por la labor".Y eso que todos se acordaban ayer del patrono de Madrid. "San Isidro, venden tu casa", dec¨ªa una gran pancarta situada en la calle de Toledo, frente a la catedral provisional, mientras los miembros de la Coordinadora de defensa del Patrimonio Hist¨®rico Art¨ªstico Madrile?o recog¨ªa hasta 1.000 firmas para lograr que la llamada casa de Iv¨¢n de Vargas sea comprada por el Ayuntamiento y destinada a museo.
Tambi¨¦n se acordaban del ilustre pocero los padres y alumnos de las Escuelas P¨ªas de San Ant¨®n, puesta en venta por los escolapios y sobre el que existe una oferta -en suspenso hasta que se pronuncie la Comunidad de Madrid que tiene derecho de tanteo- por un importe de 1.000 millones de pesetas. "San Isidro, patr¨®n, ay¨²danos a que no cierren San Ant¨®n", "Contra la especulaci¨®n, s¨¢lvenos San Ant¨®n", recog¨ªan las pancartas con las que se intentaba llamar la atenci¨®n del arzobispo Suqu¨ªa.
Si en la catedral s¨®lo se ve¨ªan concejales del PP, en la plaza Mayor estaban los concejales socialistas que hab¨ªan acudido, junto a Juan Barranco y los alcaldes de Albacete, Cuenca y Guadalajara, a presenciar la actuaci¨®n de las casas regionales. La comitiva se trasladar¨ªa despu¨¦s en seis calesas a la ermita.
En el puente de Segovia se concentraban, entre tanto, los aficionados al pirag¨¹ismo. Un total de 120 participantes -algunos de ellos sentados por primera vez en una embarcaci¨®n descendieron el Manzanares. A lo largo de los cinco kil¨®metros de recorrido, algunos tuvieron ocasi¨®n de darse un ba?o.
La pradera era, como en a?os anteriores, el principal escenario de la fiesta. Miles de personas asistieron a la misa celebrada a una temperatura de 30 grados en el exterior de la ermita y las largas colas para besar la reliquia y beber el agua se mantuvieron a lo largo del d¨ªa. El alcalde y sus acompa?antes cumplieron tambi¨¦n con la costumbre de beber el agua en medio de gritos de "Barranco te queremos". Este a?o, a diferencia de los tres anteriores en que plant¨® un madro?o, un cedro y un olivo, el alcalde no hizo de jardinero. "Mala se?al" dec¨ªa una se?ora. "Falta de espacio", aseguraban los concejales socialistas. S¨ª bail¨®, en cambio, un chotis e intent¨® sacarle una pieza a un organillo en medio de gritos de apoyo y empujones de personas que pugnaban por darle la mano, lo que oblig¨® a la Polic¨ªa a formar una barrera para que el alcalde lograra llegar a su coche.
Los que a¨²n ten¨ªan aguante, consultaban el programa: todav¨ªa pod¨ªan llegar al fin de la Vuelta Ciclista, ir a la corrida de las Ventas y bailar en Las Vistillas.
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