El Barcelona arroll¨® al Real Madrid
Las r¨¦moras del Madrid presagiaban que el argumento del primer partido del play-off final de la Liga de baloncesto iba a escribirse en base a su capacidad para contrarrestarlas. Pero el equipo madridista ni tan siquiera rindi¨® de acuerdo con lo que se le supon¨ªa a su mermado potencial.A la baja de Fernando Mart¨ªn y a la lesi¨®n de Romay se uni¨® ayer la displicencia de todo el equipo y la extra?a dejaci¨®n de protagonismo de su l¨ªder, Drazen Petrovic.
El Barcelona, que parece haber llegado a poner en el punto ideal su bella m¨¢quina de hacer baloncesto, logr¨® que la victoria trascendiese del mero 1-0 que refleja ahora el marcador.
El inicio del partido fue determinante. El Barcelona ganaba por 18 puntos en el minuto 5. El Madrid se pas¨® el partido con la lima en la mano. Pero tan s¨®lo la utiliz¨® con efectividad en una fugaz fase del partido. Fue cuando A¨ªto Garc¨ªa Reneses orden¨® una defensa zonal.
No se sabe bien si la pretensi¨®n del Barcelona era dar un peque?o respiro a sus jugadores o instigar a que los lanzadores del Madrid reincidiesen en sus continuos fallos ante la canasta. Lo cierto es que la m¨¢xima ventaja del equipo azulgrana durante la primera parte -de 20 puntos- se convirti¨® en poco m¨¢s de cuatro minutos en el m¨¢s estrecho margen que separ¨® a ambos equipos durante el partido: 41-33 a tres minutos y medio del descanso. No estuvo muy acertado en esa fase el Madrid, puesto que no consigui¨® un s¨®lo punto en sus cinco siguientes ataques.
Tras el descanso, el anfitri¨®n descubri¨® la estratagema de suinvitado y el partido pr¨¢cticamente se acab¨® cuando a¨²n quedaban muchos minutos para el final.
El Barcelona, adem¨¢s, encontr¨® el ant¨ªdoto para Petrovic. Soloz¨¢bal y Costa se pegaron tanto al yugoslavo que en la pista parec¨ªa que s¨®lo hab¨ªa nueve jugadores. En la segunda parte, la estrella madridista no pudo lanzar a: canasta hasta que hab¨ªan transcurrido siete minutos y medio. Y eso, en un jugador que, adem¨¢s, apenas defiende es imperdonable. Lleg¨® un punto en que sus compa?eros hasta le ignoraron.
Lolo Sainz acab¨® sustituy¨¦ndole a casi ocho minutos d final, en un gesto similar al del cuidador de un boxeador cuando arroja la toalla al aire por la paliza que est¨¢ recibiendo su pupilo.
El t¨¦cnico madridista no reaccion¨® con la rapidez que hubieran exigido situaciones l¨ªmite, como la fulgurante salida del Barcelona o la b¨²squeda de relevos para oxigenar algunos de sus jugadores.
Sainz no pidi¨® el primer tiempo muerto hasta el minuto 5, cuando antes tuvo sobrados motivos para haber solicitado una arenga para sus jugadores. No cambi¨® de defensa, de individual a mixta, hasta el minuto 12, cuando el Barcelona ten¨ªa todo el margen del mundo para recomponer el da?o que le hiciera, y no sent¨® a Petrovic hasta que su nulidad no se hizo escandalosamente patente.
Pero esos detalles tampoco resultaron fundamentales, puesto que sus jugadores no respondieron al m¨ªnimo exigible. Villalobos y Cargol pasaron totalmente inadvertidos. Romay tuvo una desafortunada puesta en escena. Biriukov estuvo remiso en el ataque y Llorente y Antonio Mart¨ªn s¨®lo discretos. De Petrovic queda todo dicho. S¨®lo se salv¨® Rogers.
Las estad¨ªsticas no sirvieron ayer de mucho. Con explicar que el Barcelona fue superior en todos los aspectos est¨¢ todo dicho. Los pivots azulgrana pusieron un letrero de vado permanente en su zona y sus rivales no tuvieron otro remedio que respetar el prohibido aparcar. Los jugadores de A¨ªto realizaron alardes individuales notables, pero, por encima de todo, destac¨® la pleites¨ªa a su excelente juego de conjunto, en el que la defensa individual, con numerosas ayudas, result¨® vital. Esencialmente, la que Soloz¨¢bal y Costa, alternativamente, realizaron sobre el desconocido Petrovic.
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