Jubilados a reacci¨®n
780 pensionistas malague?os recorren Madrid en 200 taxis por iniciativa del Ayuntamiento de Mijas
Los 780 juntos suman varias decenas de milenios, pero ayer, el d¨ªa en que muchos descubrieron el avi¨®n, parec¨ªan adolescentes, con sus claveles en las sienes. Casi 800 jubilados, en una etapa contra reloj sin precedentes, recorrieron Madrid en 200 taxis y regresaron por la noche a Mijas (M¨¢laga), de donde hab¨ªan salido a las cuatro de la madrugada. Su alcalde les hab¨ªa preparado un programa que inclu¨ªa la visita al Congreso de los Diputados, un recorrido por el Museo del Prado, una comida en un sal¨®n de banquetes, una funci¨®n de Lina Morgan para todos y regreso en el d¨ªa.
Las exigencias de la apretad¨ªsima agenda de estos ancianos provocaron 25 heridos leves (mareos, torceduras de tobillos y rasgu?os). Pese a ello, los que lograron vencer el sue?o y beber el vino de Valdepe?as sin pesta?ear pasaron "el d¨ªa de su vida".Cantaron y aplaudieron sin parar durante la comida que se celebr¨® en un local especializado en banquetes de masas, cuyo ambiente palaciego recordaba a un decorado levantado por un admirador de las pel¨ªculas de Sissi Emperatriz. La juerga empez¨® al son de Espa?a Ca?¨ª y luego continu¨® un pastiche de zarzuela, charros y canciones rusas.
La mayor¨ªa conoc¨ªa la capital de Espa?a por la televisi¨®n. Ahora, en la realidad, les ha llamado la atenci¨®n lo "peque?ito" que es "en verdad" el Congreso de los Diputados. Gran parte de los viajeros ha tenido que esperar 60, 70 u 80 a?os para hacer un viaje en avi¨®n. El vuelo fue lo que m¨¢s les gust¨® de todo el programa.
Una anciana de 93 a?os estaba entusiasmada: "Qu¨¦ c¨®modo, mucho mejor que en coche". Sin embargo, un centenar de ancianos renunciaron al viaje por miedo al p¨¢jaro con alas de acero. "Muchos han venido sin su pareja porque no se atrev¨ªan a coger el avi¨®n", explica un funcionario municipal.
Hubo aplausos para los tenores que act¨²an en el restaurante, para los 38 camareros, para el alcalde (del PSOE) y para el oficial Lorenzo, que estaba al mando de la veintena de agentes de tr¨¢fico de Madrid que ayer permit¨ªan a los 200 taxis "parar en doble fila o donde quieran". Los taxis tuvieron que encargarse con urgencia debido a la huelga del servicio discrecional de autobuses que impidi¨® que los ancianos fueran transportados en autocares. Los 200 taxistas fueron invitados con su pareja a pasar un fin de semana en la localidad malague?a.
Al alba
El madrug¨®n hab¨ªa sido de ¨®rdago, para el pasaje del primero de los seis vuelos fletados. Una se?ora de 70 a?os comentaba que el miedo a no despertarse a las tres de la madrugada la hab¨ªa llevado a pasar la noche tomando caf¨¦s; "pero no estoy nada cansada", aseguraba mientras su compa?era de enfrente cabeceaba ostensiblemente. Las ancianas hab¨ªan sacado del armario sus mejores trajes y sus collares de oro o perlas, y no ten¨ªan aspecto de querer privarse de nada para luego contarlo a sus hijos, nietos y hasta bisnietos.Manuel, El Parrara, un ex jornalero, luc¨ªa corbata roja, traje con chaleco y sombrero vaquero con unos adornos de brillantes. El setent¨®n, con gruesas cejas y bigote ensortijado, aseguraba que su mujer no le acompa?aba porque "est¨¢ criando"; esperaba con ilusi¨®n su nuevo hijo.
"?sta es la luna de miel que no pas¨¦ cuando me cas¨¦" dec¨ªa otra anciana. Jornaleros, maestro, alba?iles, constructores y amas de casa. Diego Claro Jaime, uno de los hombres que ya conoc¨ªan Madrid, no lo ve¨ªa desde la guerra: Y ni siquiera entonces vio el centro de la ciudad: "s¨®lo los alrededores, Alcorc¨®n era paja y barro", record¨®.
Dos brit¨¢nicos jubilados de Mijas (localidad de 28.000 habitantes de los que la mitad son extranjeros) se apuntaron a la excursi¨®n, aunque no conocen el espa?ol: "Espa?a es ahora nuestro pa¨ªs, e Inglaterra el lugar adonde vamos de vacaciones".
El Ayuntamiento ha invertido en esta excursi¨®n unos 20 millones de pesetas. Los pensionistas pusieron 200 pesetas cada uno para regalar a su alcalde socialista, Antonio Maldonado, una placa en recuerdo del d¨ªa; "pero que nadie lo diga, porque es una sorpresa" explicaba una anciana con una chapa en el pecho en la que se le¨ªa: Viva Mjas.
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