LA ?LTIMA D?CADA
La moda del planetaEl movimiento pol¨ªtico de los verdes no cesa de crecer. Pero el verde es algo m¨¢s que una ideolog¨ªa pol¨ªtica. Al amparo de la inquietud por la naturaleza y el medio ambiente se ha desarrollado una atm¨®sfera que afecta a casi todos los sectores de la cultura. A la obsesi¨®n por preservar ballenas, delfines, aves zancudas, b¨²falos u otras especies m¨¢s o menos devastadas ha seguido la recolecci¨®n callejera de firmas en Italia contra la caza, el estilo earthy de Fiorucci, los estampados de flores de Kenzo y Sybilla, los colores naturales, las esencias naturales, las comidas crudas, las algas, las lentejas y el trigo germinados. El agujero de ozono ha llegado a convertirse en un t¨®tem planetario. La Tierra se muere o sufre nuestras agresiones. El cielo se deshilacha. Por el mundo se extiende la teor¨ªa del sabio ingl¨¦s James Lovelock, quien, a trav¨¦s de su geofisiolog¨ªa, atribuye al planeta comportamientos propios de un ser viviente, con emociones, venganzas y estremecimientos. Evitando el uso de productos con CFC que da?an la biosfera, la moda ecologista femenina es hoy no aplicar sprays desodorantes ni desudorizantes en las axilas y no depilarlas para que el vello cumpla su r¨¦gimen de transpiraci¨®n' natural. En el maquillaje debe evitarse el uso de l¨¢pices para ojos y aquellas mascarillas que contengan cromo, cobalto o n¨ªquel. El aluminio, el at¨²n de bote (porque al pescar atunes se pescan tambi¨¦n delfines indiscriminadamente), las botellas de pl¨¢stico, los detergentes con fosfatos, la gasolina con plomo, la pintura blanca fabricada con di¨®xido de titanio, las pilas, forman parte de una larga lista de productos que por unas u otras razones contradicen las buenas relaciones con el entorno. No fumar, no echar basuras en la v¨ªa p¨²blica y llenar el coche de desperdicios, adelgazar con plantas, el buen trato a los animales, la fren¨¦tica preservaci¨®n de paisajes y pueblos marginados o primitivos. Toda estrella que busque una promoci¨®n con prestigio abraza una causa relacionada con la pol¨ªtica de lo natural. Marlon Brando lleva 30 a?os en pro de los indios norteamericanos y 20 manifest¨¢ndose por la salvaguardia de las aguas en la Polinesia. Brigitte Bardot es veterana en la protecci¨®n de las focas (ahora tambi¨¦n de los elefantes), y Robert Redford ha defendido durante una d¨¦cada los derechos de chicanos y de los indios americanos. Pero la nueva oleada ha tra¨ªdo a Sting con la Amazonia, a Meryl Streep con su campa?a contra los pesticidas y a Richard Gere con su inquietud respecto al destino de los refugiados tibetanos. Los agentes se debaten en busca de causas todav¨ªa desconocidas para rentabilizar la moda Tierra. Sin un proyecto preciso, Bowie ha donado recientemente un mill¨®n de pesetas al grupo ecol¨®gico ingl¨¦s.
Globalidad
La magna exposici¨®n que anteayer se inaugur¨® en el Centre Pompidou titulada Les magiciens de la Terre (Los magos de la Tierra ) y en la que se re¨²ne arte occidental actual junto a las producciones art¨ªsticas de pueblos primitivos o de pa¨ªses hasta ahora no considerados de cotizaci¨®n en las artes pl¨¢sticas (desde las obras de los pigmeos hasta la pintura t¨¢ntrica de los monjes tibetanos), bien puede estimarse parte de la moda planetaria, inspirada, aqu¨ª en el enaltecimiento de las particularidades ¨¦tnicas y en el prop¨®sito de su pervivencia. Por su parte, con similar ambici¨®n de globalidad, Jean Paul Goud se ocupa ahora en la preparaci¨®n del magno espect¨¢culo que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo 14 de julio en Par¨ªs para festejar el 200? aniversario de la Revoluci¨®n Francesa. En la parada desfilar¨¢n 10.000 cantantes, danzarines, m¨²sicos y abanderados de los m¨¢s diversos lugares del mundo; los rusos marchando a trav¨¦s de una tormenta de nieve artificial, espa?oles representando motivos de una corrida de toros, chinos bailando break, astronautas norteamericanos.
Tambi¨¦n en Francia, pero con destino a la bah¨ªa de Osaka, en Jap¨®n, el estudio art¨ªstico de Olivier Auber ha dise?ado una pantalla gigante sobre la cual podr¨¢n enviar se?ales de colores y contribuir a formar su tapiz conjunto todos aquellos seres humanos de esta tierra que se sirvan de un ordenador personal conectado a la red telef¨®nica. Este proyecto electr¨®nico ha sido seleccionado para la fase final de un concurso internacional destinado a crear el monumento a la comunicaci¨®n como s¨ªmbolo de las relaciones entre Jap¨®n y Europa.
Pir¨¢mides en ruina
Circunstancias de orden ecol¨®gico tambi¨¦n reavivan la alarma sobre el destino de las pir¨¢mides de Keops, Kefr¨¦n y Gika, entre otras edificaciones de este orden. La poluci¨®n del entorno, las aguas residuales pr¨®ximas, los aparcamientos de coches, incluso el sudor, el tacto y el aliento de los casi dos millones de visitantes que bajan a las antiguas tumbas egipcias est¨¢n provocando, de una parte, el deterioro de las pinturas e inscripciones, y de otra, el desmoronamiento de perfiles y figuras. Seg¨²n la Organizaci¨®n de Antig¨¹edades Egipcias (EAO), bajo las condiciones actuales, estos monumentos con 2.000 a?os de historia perder¨ªan enteramente sus pinturas en 100 a?os y su arquitectura en un plazo de 200. El crecimiento de la poblaci¨®n y su asentamiento en las proximidades del ¨¢rea monumental, los humos y residuos de factor¨ªas vecinas, la incontrolada avalancha tur¨ªstica, los dep¨®sitos de sal en la piedra y las filtraciones subterr¨¢neas se citan entre las agresiones m¨¢s decisivas. El presupuesto egipcio destinado a la preservaci¨®n arqueol¨®gica apenas asciende este a?o a 720 millones de pesetas. Paralelamente existe un proyecto de limpieza y restauraci¨®n de 21.000 millones de pesetas ya en marcha, pero la envergadura de lo que es necesario acometer excede con holgura a estas asignaciones. La misma EAO, invocando el car¨¢cter de patrimonio de la humanidad que constituyen los numerosos restos monumentales de Egipto (unos 10.000), considera indispensable la cooperaci¨®n internacional mediante recursos materiales y participaci¨®n de profesionales expertos.
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