Prosigue el desfile de peque?os filmes con grandes interpretaciones
El Festival de Cine de Cannes tuvo ayer otro d¨ªa de grandes actores. El franc¨¦s Philippe Noiret, como de costumbre, hace en la pel¨ªcula italiana Cinema paradiso una interpretaci¨®n digna de su talento descomunal. Michel Blanc y Sandrine Bonnaire convencen completamente en Monsieur Hire, basada en una magn¨ªfica novela de Georges Simenon y correctamente dirigida por Patrice Leconte, quien hace el milagro de ofrecernos un filme franc¨¦s no pretencioso y sobre todo no aburrido. Estos y otros buenos int¨¦rpretes hacen soportable un festival donde sigue sin aparecer ni una sola pel¨ªcula excepcional.
El director de Cinema paradiso, Giuseppe Tomatore, tiene ideas claras. Dijo: "El hecho de que a Ettore Scola y a m¨ª, dos cineastas de generaciones distintas, se nos haya ocurrido al mismo tiempo hacer dos pel¨ªculas sobre el' mismo argumento, la demolici¨®n de las salas de cine, no puede ser casual. El cine, al menos en Italia, vive un momento muy peligroso. Est¨¢ amenazado de extinci¨®n. No basta ya con hablar de la crisis. Hay que hacer algo para que el cine resucite".Su pel¨ªcula no es mala, porque tiene un buen gui¨®n que la sostiene y unos actores excelentes, aglutinados alrededor del genio de Philippe Noiret, que lo elevan por encima de s¨ª mismo. Pero le falta un director que est¨¦ a la altura de lo que cuenta y de los actores que lo interpretan. Tornatore no lo est¨¢ y, aunque su pel¨ªcula es agradable, emotiva y se ve bien, no har¨¢, como ¨¦l desea, renacer al cine.
A falta de buenos directores, son los actores quienes est¨¢n sacando del atolladero a esta mediocre edici¨®n del festival de la Costa Azul. No ha aparecido todav¨ªa en ¨¦l, cuando s¨®lo faltan por ver dos pel¨ªculas del concurso, ninguna obra de talla excepcional. Abundan las ni buenas ni malas, las de buen ver y pronto olvidar.
Hay dos o tres llenas de hip¨®crita brillantez, dos o tres inteligentes mentiras que, como advertimos cuando se proyectaron, pueden enga?ar al jurado de la misma manera que han enga?ado a muchos cr¨ªticos: la francesa Demasiado bella para m¨ª y la canadiense Jes¨²s de Montreal. Y se han visto tres o cuatro obras vivas, con destellos de gran cine dentro, pero incompletas, desequilibradas, lejanas de la plenitud.
Enfermedad
El cine que ha llegado este a?o a Cannes, y en esto coinciden muchos comentaristas especializados, tiene s¨ªntomas de estar enfermo. Hay en ¨¦l buenas historias que contar, trabajan para ¨¦l excelentes t¨¦cnicos, sus pantallas la llenan formidables actores (Klaus Maria Brandauer, Michel Marc, Marcello Mastroianni, Philippe Noiret, Massimo Troisi, Donald Sutherland) y actrices (NatassJa Kinski, Marianne Sagerbrecht, Sandrine Bonnaire, Josiane Balasko, Meryl Streep) pero le faltan directores dignos de sus compa?eros de creaci¨®n.
De ah¨ª que ninguno de los filmes en concurso sea perfecto o se acerque a la perfecci¨®n.
Los grandes directores presentes en Cannes est¨¢n fuera de la lucha y sus apariciones crean aqu¨ª nostalgia y una cierta sensaci¨®n de esc¨¢ndalo. Ayer llegaron Michelangelo Antonioni y Satyajit Ray para a?adir su silencio al de cineastas como Krisztof Kieslowski y Elia Kazan. Los dos primeros y el ¨²ltimo son ya ancianos, pero todav¨ªa siguen siendo el cine con may¨²scula. No hay relevo para ellos ni para su obra en las pantallas de este a?o en Cannes.
La clausura, que tendr¨¢ lugar ma?ana a ¨²ltima hora de la tarde, comienza a pesar en el sobrecargado ambiente de La Croisette. Ya est¨¢n aqu¨ª Jane Fonda y Gregory Peck, protagonistas de Gringo viejo, pel¨ªcula que ser¨¢ proyectada despu¨¦s del reparto de premios. El jurado lo tiene dif¨ªcil. En el cap¨ªtulo de actores, porque ha de elegir dos entre una docena que lo merece; en el cap¨ªtulo de pel¨ªculas, porque ha de elegir otras dos sin que haya una sola que lo merezca de forma indiscutible.
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