?xodo hacia Senegal
Unas mujeres toutcoulcur -la principal etnia negro-africana en Mauritania- se hallan sen tadas en corrillo en el patio de una casa del Distrito 5, uno de los barrios populares de Nuakchot. Una de ellas tira al aire con gesto r¨ªtmico, un pu?ado de caracolas de n¨¢car blaiaco y brillante, que se disponen so bre la arena dictando la visi¨®n del futuro en relaci¨®n a su distancia con una moneda de n¨ªquel."Ser¨¢s madre", dictamina la quirom¨¢ntica a una de las amigas. Pero las j¨®venes apenas le prestan atenci¨®n. "A mi hija la han obligado a subirse al avi¨®n con los emigrantes senegaleses; es tan mauritana como yo y su abuela, pero las casualidades de la vida quisieron que yo me encontrara en Dakar cuando me toc¨® dar a luz", afirma indignada una de ellas.
"Lo que ellos quisieran es echarnos a todos los negros y quedarse solos en el pa¨ªs; pero yo soy tan mauritano como cualquier moro, y si quieren que me vaya tendr¨¢n que degollarme", afirma Mamad¨², otro negro, ch¨®fer de un influyente moro en el zoco de la ciudad. Pasaron los d¨ªas de los disturbios, pero Mamad¨² no se atreve a pasar la noche en su casa. "A mi familia la llev¨¦ al valle para que estuviera a salvo y los harratines aprovecharon que la casa estaba vac¨ªa para saquearla; los vecinos les dijeron que yo era mauritano, pero ellos dijeron que al fin y al cabo yo era negro y casi seguro senegal¨¦s, y se lo llevaron todo", explica el hombre. "Por si fuera poco, una de las familias de refugiados n¨®madas ha visto el momento apropiado para hacerse con una casa".
El temor ha alcanzado al valle, como se conocen a secas las tierras alrededor del r¨ªo Senegal. Numerosos testigos occidentales en la zona aseguran que varios pueblos han quedado vac¨ªos a lo largo de esta semana por la campa?a de intimidaci¨®n lanzada por las propias fuerzas policiales para que los negros toutcouleur abandonen las tierras que han sido tradicionalmente suyas. Algunos han emprendido el ¨¦xodo hacia Senegal; otros, hacia el interior. El pasado lunes, a los negros de la localidad sure?a de Rosso les fue negada la entrada en la mezquita.
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