Kafka vuelve a Praga
El autor de 'La metamorfosis' vuelve a ser tolerado en Checoslovaquia
Los libros de Franz Kafka han estado 20 a?os llegando a su Praga natal con tapas de alg¨²n t¨ªtulo de Marx o Lenin, ¨²nica forma de evitar que fueran confiscados por los cancerberos ideol¨®gicos. Con estratagemas de este tipo, muchos checoslovacos han calmado la sed de lectura de un pueblo con su tradici¨®n cultural. As¨ª llegaron a manos de lectores en Checoslovaquia, tambi¨¦n, los libros de otros grandes literatos del exilio o el olvido impuesto, como Milan Kundera.
Ahora, por primera vez desde la represi¨®n de la Primavera de Praga, Kafka vuelve a estar legalmente presente en su ciudad natal. Las autoridades checoslovacas han permitido la celebraci¨®n de un festival en honor del autor de El Castillo, El proceso y Am¨¦rica que se abri¨® el pasado d¨ªa 18. Para finales de a?o se anuncia la publicaci¨®n de algunas de sus novelas. El rostro de Kafka cubre estos d¨ªas las paredes de Praga.Pese a los denodados esfuerzos de los conservadores comunistas por evitarlo, tambi¨¦n en Checoslovaquia se rompe el hielo que dej¨® tras 1969 el pa¨ªs convertido en lo que Kundera ha calificado de "p¨¢ramo cultural".
Las anunciadas traducciones al checo de obras del novelista -escrib¨ªa en alem¨¢n como gran parte de los intelectuales en Praga- topan con dificultades seg¨²n medios del Festival Kafka. En el aparato comunista son a¨²n muchos los que creen necesario multiplicar las obstrucciones a la "literatura subversiva" en la que incluyen a Kafka y m¨¢s de un centenar de escritores checos vivos y muertos, residentes en su patria y refugiados en occidente.
Las obras del escritor jud¨ªo checo alem¨¢n estuvieron siempre bajo sospecha en reg¨ªmenes totalitarios. Sus relatos sobre la angustia del individuo por su indefensi¨®n frente a superestructuras de poder tienen una interpretaci¨®n pol¨ªtica que los censores siempre percibieron. La primera prohibici¨®n de sus obras en Checoslovaquia se remonta a la ocupaci¨®n nazi de 1938. La segunda vino diez a?os despu¨¦s con la toma del poder por los comunistas.
Fuerza motriz
En los albores de la Primavera de Praga, fueron los escritores la fuerza motriz de la ca¨ªda del estalinista Antonin Novotriy y fue precisamente un congreso sobre Kafka el que desencaden¨® un proceso liberalizador que tantas esperanzas despert¨® en Checoslovaquia en poder crear un "socialismo con rostro humano". Culminar¨ªa en el Manifiesto de las 2.000 palabras y concluir¨ªa tr¨¢gicamente meses despu¨¦s en agosto de 1968.
Rehabilitado brevemente durante la Primavera de Praga, las obras de Kafka volvieron a prohibirse bajo el sucesor de Alexander Dubcek, el hoy jefe del estado Gustav Husak. Demasiado obvias son los paralelismos entre la alienaci¨®n de los personajes del escritor jud¨ªo, v¨ªctimas de monstruosos aparatos de poder y burocracia y la sociedad que quisieron crear en Checoslovaquia los autores de la "normalizaci¨®n".
Los dirigentes que purgaron la vida pol¨ªtica y cultural de Checoslovaquia y obligaron a periodistas a ganarse la vida como fontaneros, a escritores como jardineros o limpiando suelos en edificios oficiales y a lideres comunistas como guardias forestales, siempre consideraron que solo los obedientes merecen la libertad de expresi¨®n condicionada.
Las autoridades checoslovacas tienen cada vez mayores dificultades a salvaguardar la fosilizaci¨®n ideol¨®gica que los caracteriza. La llegada de Kafka a Praga y mas de tres mil intelectuales estampando su firma en un manifiesto de solidaridad con Vaclav Havel, son dos de los nuevos indicios de que la generaci¨®n de los normalizadores ya est¨¢n condenados a ser solo un triste par¨¦ntesis en la larga historia de Checoslovaquia.
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