Los irreductibles vecinos
Habitantes de la colonia Iturbe denuncian una construcci¨®n ilegal "y lo que vendr¨¢ detr¨¢s"
La ciudad est¨¢ inmersa en una enorme operaci¨®n urban¨ªstica, el tr¨¢fico agobia a los ciudadanos, los j¨®venes huyen para sobrevivir. La ciudad est¨¢ perdida. ?Toda? No. Un grupo de irreductibles vecinos resiste en una peque?a colonia del centro de Madrid. Los de fuera lo han intentado con mil artima?as, pero los heroicos vecinos se han organizado para defenderse. Amanecen con el canto de los p¨¢jaros, cuidan sus ¨¢rboles y aparcan en la puerta; se saludan por la ma?ana y sus hijos juegan en la calle. El enemigo, sin embargo, se les han medito en casa.
La colonia de casas baratas de Iturbe se erigi¨® en los a?os veinte. Ubicada junto al parque de la Fuente del Berro, est¨¢ formada por 180 casas bajas que han resistido los empujes del enemigo. Juan de Arespacochaga, que fue un verdadero tribuno romano para Madrid, exhibi¨® incluso un proyecto para construir enormes torres en el terreno, y pretendi¨® expropiarles. Unos a?os antes, Carlos Arias Navarro, el primero en atacar, traz¨® un ramal de la M30 que destrozaba el reducto.Pero a todo sobrevivieron, y fueron capaces de mantener la colonia casi intacta. Un bocado tan exquisito en pleno centro de la ciudad no pod¨ªa quedar inmune: en algunos chal¨¦s se aprecian a?adidos multiformes y pegotes de ladrillo, los coches destrozaron las aceras y convirtieron la zona en aparcamiento, los ¨¢rboles fueron arrancados. Los vecinos lograron en 1984 lo que parec¨ªa la victoria definitiva: una ordenanza municipal que proteg¨ªa la colonia.
La vida id¨ªlica de los irreductibles vecinos se fue conformando: barreras para restringir el paso a veh¨ªculos for¨¢neos, vigilancias las 24 horas, nuevo arbolado, mejora de las aceras del alcantarillado, incluso una fiesta anual de confraternizaci¨®n. Todo ello les sale por 3.300 pesetas al mes. Es cuesti¨®n de organizarse, dicen.
"Hay una idea equivocada sobre estos chal¨¦s", afirma C¨¦sar Labrada, presidente de la junta vecinal. "La mayor¨ªa de los que vivimos aqu¨ª llevamos muchos a?os; somos de una clase social media; hay jublilados y gente mayor que le cuesta mucho llegar a fin de mes. Piense usted que esto era una colonia de casas baratas en las afueras hace 60 a?os".
En Madrid existen 32 colonias en las que viven cerca de 100.000 personas. La mayor¨ªa est¨¢ fuera del c¨ªrculo de la M30. Las del centro, como la del Viso, han perdido su personalidad y se han convertido en refugios acorazados de gente bien. S¨®lo la de Iturbe, la contigua de la Fuente del Berro, y su hermana peque?a, la de Retiro, han resistido la presi¨®n urbana.
"Pero, claro", dice C¨¦sar Labrada, "la presi¨®n ha ido en aumento, y los nuevos propietarios que llegan intentan rentabilizar al m¨¢ximo su inversi¨®n". Un chal¨¦ en esta zona ronda los 30 millones de pesetas, aunque por algunos mejor situados o con m¨¢s parcela llegan a pedir hasta 70. Todos son iguales, tienen dos plantas de unos 60 metros cuadrados, un bajo (habilitado en algunos casos) y un altillo inservible. Al barrio se mud¨® Luis Eduardo Aute hace varios a?os, y luego lo han hecho Imanol Arias y Luis Solana, entre otros.
Los vecinos lanzan la voz de alarma porque un nuevo propietario ha levantado en el altillo una habitaci¨®n de unos 20 metros cuadrados. "Dos o tres vecinos nos han dicho que si esto no lo tiran, har¨¢n lo mismo", afirma Labrada. El metro cuadrado en el centro de Madrid ya cuesta sangre.
La junta denunci¨® la infracci¨®n, pero el propietario, Fernando Rodr¨ªguez, ha iniciado los tr¨¢mites para que se legalice su cubierta. Los vecinos insisten en que es el principio del fin: el barrio pierde su armon¨ªa y se abre la posibilidad de la demolici¨®n. El nuevo propietario considera que la junta vecinal ha luchado mucho por la colonia pero que no ve bien que se instalen vecinos "de otro poder adquisitivo". "Pero, qu¨¦ le vamos a hacer", sentencia Rodr¨ªguez, "as¨ª est¨¢n las cosas".
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