Laimbeer, el m¨¢s sucio
El jugador del Detroit Pistons no piensa cambiar su estilo ni darse nunca por vencido
Bill Laimbeer dice que no sabe por qu¨¦ le desprecian tanto. Despu¨¦s de todo, es padre ejemplar de dos hijos, curs¨® estudios en Notre Dame -una de las primeras universidades cat¨®licas del mundo- y dedica mucho tiempo a obras caritativas. Sencillamente, no es tan guarro como lo pintan en la Liga profesional de baloncesto norteamericana (NBA). Pero ser¨ªa el colmo tener como padre y vecino a alguien a quien se acusa de lesionar adrede a los contrarios y que no puede pisar una cancha de Estados Unidos sin verse sometido a las barbaridades de los espectadores. La verdad es que hay dos Laimbeer, y el que juega con el subcampe¨®n, el Detroit Pistons, no perdona ni pide tregua. El Detroit y Los ?ngeles Lakers disputaron esta madrugada pasada el primer partido de la final (TVE-2, en diferido. a las 17.15 de hoy).
"Vivimos en un mundo de far¨¢ndula y los espectadores tienen el derecho de chillarle al equipo visitante", dice Laimbeer. "Habitualmente, cogen a un jugador como diana y siempre sucede que soy yo. Creo que es porque juego duramente y nunca me doy por vencido. No pienso cambiar", a?ade.Mide 2,11 metros y pesa 118 kilos. Sus piernas parecen astas. Laimbeer, con 32 a?os de edad reci¨¦n cumplidos, es un baloncestista que se ha formado por s¨ª mismo, un hombre que hasta los descubridores de talentos despreciaron. Se fue una temporada a Brescia, en Italia, y aprendi¨® a dominar los rebotes y los lanzamientos de triples para asegurarse un puesto en la NBA. Juega duro porque no sabe saltar como Michael Jordan. Hace trampas porque no tiene la agilidad de Larry Bird. Sin embargo, ¨¦l juega para triunfar, como si fuera el mejor.
Su fama es grande, pero totalmente negativa. ¨²nicamente fue sancionado con 6.000 d¨®lares esta temporada: el cuarto en la Liga, despu¨¦s de su compa?ero Rick Mahom (11.000), Armond Gilliam (7.000) y Akeem Olajuwon (6.500). No obstante, todav¨ªa se dice que el m¨¢s sucio de todos es ¨¦l. Sus colegas del Bostons Celtics, Bird en particular, ni se dignan mirarle cuando los jugadores se saludan al inicio de un partido. Cuando el alero Scottie Pippen sufri¨® un codazo en la cabeza y qued¨® atontado mientras buscaba un rebote en el primer minuto del ¨²ltimo partido entre el Detroit y el Chicago Bulls, inmediatamente se acus¨® a Laimbeer. "Otro golpe bajo m¨¢s de parte de Laimbeer", declar¨® el t¨¦cnico de los Bulls, Dug Collins, a pesar de que las repeticiones de las im¨¢genes televisuales demostraron que fue un codo inadvertido y no el de Laimbeer.
'El hombre de hierro'
Jordan rehusa realizar mates contra los Pistons por miedo a que Laimbeer o Mahom le lesionen. Otros jugadores responden con pu?etazos al primer.corte de Laimbeer. El pivol del Cleveland Cavaliers, Brad Daugherty, se busc¨® una sanci¨®n esta temporada al enfrentarse con Laimbeer ?ste tambi¨¦n fue suspendido por un partido, la primera vez que faltaba a un encuentro en casi siete a?os. Hab¨ªa jugado 685 consecutivos, un acontecimiento que ¨²nicamente tres jugadores han superado. Si no fuera tan guarro, Laimbeer ser¨ªa reconocido p¨²blicamente como el hombre de hierro."Si tengo que ser sancionado para asegurarme mi biniestar, no me importa" declar¨® Laimbeer. "Habr¨ªa preferido haber seguido incrementando el n¨²mero de partidos consecutivos, pero qu¨¦ le voy a hacer. Por lo menos, he comprobado que soy un jugador duradero, capaz de rendir cada jornada", sentenci¨®.
Laimbeer no es un pivot cl¨¢sico como Kareem Abdul-Jabbar, con quien se enfrenta en la final de la Liga, pero para el Detroit es el ideal. Es un magn¨ªfico reboteador, con un promedio de casi 10 rebotes por partido. Como le gusta lanzar a distancia, obliga a que las defensas se abran y dejen huecos a los bases de los Pistons. Laimbeer es frecuentemente el ¨²ltimo recurso de su equipo, el que salva el partido cuando Isiah Thomas o Mark Aguirre fallan m¨¢s de la cuenta.Tambi¨¦n es el coraz¨®n del conjunto, ya que, colectivamente, los Pistons son conocidos como los chicos malos de la NBA. Es una imagen que ellos potencian y usan a su favor siempre que pueden. Laimbeer es el primero en proclamarse un ¨¢ngel negro. "Creo que la final contra los Lakers de Los ?ngeles ser¨¢ divertida", adelant¨®. "Ser¨¢n los buenos contra los malos. Nosotros somos los diablos y, por supuesto, vamos a ganar", concluy¨® con su sonrisa abierta de par en par.
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