Walesa acepta en el Parlamento a los reformistas derrotados

, La aceptaci¨®n por parte de Solidaridad de la propuesta del r¨¦gimen polaco para hacer acceder al Parlamento a los dirigentes rechazados por los electores en la primera ronda de las elecciones generales ha levantado una oteada de protestas entre la poblaci¨®n. Cerca de 10 millones de votos -un 68% de los votos v¨¢lidos- fueron para Solidaridad y rechazaron masivamente a los candidatos oficiales de la Lista Nacional.

En llamadas a las sedes de Solidaridad y cartas a su ¨®rgano electoral, Gazeta Wyborcza, muchos votantes de la oposici¨®n han mostrado su indignaci¨®n por el hecho de que la direcci¨®n de Solidaridad d¨¦ prioridad a sus acuerdos con el r¨¦gimen sobre la voluntad expresa de los electores. "La gente nos llama por tel¨¦fono para calificarnos de traidores", manifest¨® ayer Lech Walesa.El l¨ªder de Solidaridad destac¨® la participaci¨®n en el Gobierno. "No hemos entrado en el Parlamento para gobernar sino para controlar. Solidaridad quiere democratizar al pa¨ªs y sustituir el sistema estalinista por el pluralista. En el futuro, la sociedad ver¨¢ lo que hacemos y votar¨¢ a quien quiera". Walesa anunci¨® el apoyo para el futuro Gobierno en cuestiones econ¨®micas. "En lo que al pluralismo y la democracia se refiere, seremos oposici¨®n", declar¨®.

En una larga reuni¨®n hasta ¨²ltimas horas de la noche del jueves, Solidaridad acept¨® que parte de los dirigentes comunistas integrados en la Lista Nacional en las elecciones del pasado domingo y rechazados por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n accedan al Parlamento. Lo har¨¢n por una v¨ªa que, aunque pol¨ªticamente razonable por el relieve reformista de los afectados, legalemnte no de a de ser cuestionable.

Apoyo del Ej¨¦rcito

El comit¨¦ de defensa, la c¨²pula militar polaca, se reuni¨® el jueves para manifestar en un comunicado ampliamente difundido por la Prensa polaca que el Ej¨¦rcito "apoya los cambios, pero siempre para garantizar la estabilidad, seguridad e integridad del sistema socialista". La oposici¨®n mantiene su pol¨ªtica de m¨¢xima cautela para evitar toda posible provocaci¨®n que pueda servir de excusa para una interrupci¨®n del proceso democratizador.

La Constituci¨®n establece que el Sejm (C¨¢mara baja) debe tener 460 miembros y los resultados del pasado domingo con un rechazo mayoritario a 33 de los 35 integrantes de la Lista Nacional imped¨ªa este requisito. Solidaridad ha declarado que, ante todo, quiere cumplir los acuerdos de la mesa nacional y unirse a reformistas como el ministro del Interior, Czeslaw Kiszczak en el Parlamento, como una necesidad objetiva de la estabilidad en el proceso de reformas.

El Consejo de Estado emitir¨¢ un decreto seg¨²n el cual los rechazados podr¨¢n concurrir a las elecciones en las listas cerradas de la coalici¨®n oficial. "El poder ha creado el problema [de la Lista Nacional] y de ¨¦l depende su soluci¨®n", declar¨® ayer Walesa en Gdansk.

Proliferan los indicios de una creciente oposici¨®n del aparato del partido comunista al proceso de democratizaci¨®n encauzado por su direcci¨®n. El primer ministro, Mieczyslaw Rakowski, parece haber anunciado ya al partido su renuncia a una candidatura a la jefatura del nuevo gobierno.

Dirigentes destacados opuestos a la l¨ªnea reformista anunciaron ayer que no se presentar¨¢n a la reelecci¨®n el d¨ªa 18 de junio. Otros, menos sospechosos de oposici¨®n a la l¨ªnea democratizadora, tambi¨¦n han se?alado que no est¨¢n a disposici¨®n del partido para la segunda vuelta electoral.

Para despu¨¦s de esta segunda ronda se anuncia un pleno del comit¨¦ central que podr¨ªa superar en dramatismo al habido hace unos meses, previo a la apertura de la mesa redonda.

El comit¨¦ central, en su mayor¨ªa conservador, se vio entonces obligado a aceptar la l¨ªnea del bur¨® pol¨ªtico bajo amenazas de dimisi¨®n de los m¨¢ximos l¨ªderes del partido. El pr¨®ximo pleno del comit¨¦ central que se celebrar¨¢ a finales de mes ser¨¢ con seguridad uno de los m¨¢s conflictivos de la historia del POUP y medios comunistas de Varsovia no excluyen un golpe de mano contra la actual direcci¨®n reformista.