La presencia espa?ola en la Copa Am¨¦rica, un reto clave

El desaf¨ªo espa?ol a la Copa Am¨¦rica de 1992, la m¨¢xima competici¨®n del mundo de la vela, es el proyecto m¨¢s importante en que se ha embarcado este deporte en toda su historia. Los 3.000 millones de pesetas que se pondr¨¢n en juego inicialmente superan con mucho el estricto car¨¢cter competitivo y supondr¨¢n ¨²nicamente una consecuencia del reto tecnol¨®gico a que se ver¨¢ sometida la industria n¨¢utica espa?ola. Galicia, que iba a ser la cenicienta de 1992, se ve as¨ª implicada a trav¨¦s de un club desafiante, seg¨²n es tradicional, el Monte Real Club de Yates de Bayona (Pontevedra).

A finales de mayo se hizo oficial el desaf¨ªo. Tras unos meses de consultas comenz¨® la aventura. Se trata de la tercera que intenta Espa?a sobre la Copa Am¨¦rica. Anteriormente fracasaron por falta de apoyo las emprendidas por Juan Pla, en su momento vicepresidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Vela, y la m¨¢s reciente, del duque de Ari¨®n. En ¨¦sta concretamente, con sede en Puerto Sherry, pareci¨® excesivo el protagonismo y la inversi¨®n en Andaluc¨ªa, junto a la Expo 92.Ahora el momento pol¨ªtico es el id¨®neo para que Galicia quede compensada en el reparto del V Centenario. La Xunta de Galicia ser¨¢ apoyada totalmente por el Gobierno central y con el gran inter¨¦s de la Casa Real.

Desde el Monte Real Club de Yates de Bayona se ha creado el Sindicato Espa?a para englobar un plan que, en resumen, deber¨¢ dise?ar, construir y preparar un barco para el desaf¨ªo. Sin embargo, el proceso sera much¨ªsimo m¨¢s complicado, fundamentalmente porque en ese barco se concentrar¨¢ todo el trabajo de la industria n¨¢utica espa?ola.

Dentro del sindicato, presidido por Pedro Campos, uno de los mejores patrones de la vela nacional, se encuentran ya empresarios como Francisco Sitges o Ram¨®n Mendoza -cuya r¨¦plica de la goleta Am¨¦rica est¨¢ matriculada en Bayona, donde es socio de honor-; el almirante Marcial S¨¢nchez Barc¨¢iztegui o el ex secretario de Defensa Eduardo Serra. Mario Conde est¨¢ a punto de unirse al grupo.

M¨¢ximos figuras

Asimismo se han involucrado m¨¢ximas figuras del deporte n¨¢utico, como los campeones ol¨ªmpicos y mundiales Jos¨¦ Luis y Luis Doreste, Roberto Molina, To?o Gorostegui, Alejandro Abascal o Pedro Millet. Espa?a, en experiencia y calidad como regatistas, no tiene nada que envidiar a ning¨²n pa¨ªs. Los t¨ªtulos as¨ª lo de muestran. ?nicamente faltar¨¢ preparar el tipo espec¨ªfico de regatas match race, barco contra barco, como se disputa la Copa Am¨¦rica.Pero el gran reto no es deportivo, sino econ¨®mico-industrial. Los barcos participantes en la Copa Am¨¦rica aplican las t¨¦cnicas m¨¢s vanguardistas, desde los materiales de construcci¨®n hasta los instrumentos de navegaci¨®n por computadora. La inversi¨®n, por ello, debe ser grande, un m¨ªnimo de 3.000 millones de pesetas, pero en cualquier caso una minucia al lado. de lo que se puede obtener en caso de victoria.

260.000 mIllones

El litigio que mantienen actualmente Estados Unidos y Nueva Zelanda tras la disputa de la ¨²ltima edici¨®n tiene, en realidad, muy poco que ver con el estricto resultado deportivo. El f¨¢cil triunfo logrado en 1988 por el catamar¨¢n norteamericano Stars and Stripes, patroneado por Dennis Conner, sobre el gigantesco monocasco New Zealand, entr¨® de lleno, como es ya habitual, en el terreno de los beneficios econ¨®micosEl San Diego Yacht Club, por ejemplo, due?o del Stars and Stripes, espera a¨²n conseguir la enorme cantidad de dos billones de d¨®lares, unos 260.000 millones de pesetas, por ser el anfitri¨®n de la pr¨®xima edici¨®n. En la actualidad, sin embargo, el asunto est¨¢ en manos de los cinco jueces que componen el tribunal de apelaci¨®n de la Corte Suprema de Nueva York. La decisi¨®n est¨¢ prevista para las pr¨®ximas seis semanas, aunque tambi¨¦n podr¨ªa aplazarse hasta despu¨¦s del verano, dados los astron¨®micos intereses puestos en juego.

La Copa Am¨¦rica, inmutable durante 132 a?os, ha vivido en los ¨²ltimos seis sin vivir en ella. Siempre con ganadores norteamericanos desde que la goleta Am¨¦rica venci¨®, el 22 de agosto de 1851, a 15 barcos brit¨¢nicos en sus propias aguas, la historia cambi¨® el 26 de septiembre de 1983. El Australia venci¨® entonces al Liberty en la s¨¦ptima regata y en la final, por 4-3, y dio al Royal Perth Yacht Club la gloria.

Problema jur¨ªdico

Sin embargo, Dennis Conner, el patr¨®n norteamericano de la gran umillaci¨®n, demostr¨® su categor¨ªa, al recuperar cuatro a?os m¨¢s tarde, en 1987, en aguas australianas, la Copa. Su primer Stars and Stripes, a¨²n monocasco, arroll¨® al Kookaburra australiano.El problema jur¨ªdico se plante¨® poco despu¨¦s. Aunque el siguiente desaf¨ªo -eliminatorias entre los diferentes aspirantes y la final- no deb¨ªa celebrarse hasta 1991, michael Fay, un banquero neozaland¨¦s, encontr¨® un resquicio legal en el Deed of Gift, reglamento que rige la Copa Am¨¦rica desde el 24 de octubre de 1887, para retar por libre, desde el Mercury Bay Boating Club de Auckland, al poseedor del trofeo. Por primera vez intervino la juez Carmen Beauchamp Ciparik, de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, que oblig¨® a la celebraci¨®n de la regata.

La clara derrota del maxibarco neozeland¨¦s, de 132 pies (40 metros) de eslora, ante el catamar¨¢n -volador, como todosde 60 (18 metros) de Conner provoc¨® una nueva demanda de Fay. Y lajuez Ciparik volvi¨® a fallar a su favor, d¨¢ndole la Copa al considerar ilegal la lucha de un catamar¨¢n con un monocasco. El San Diago Yacht Club apel¨®, y ahora, a falta de la resoluci¨®n definitiva del recurso, la expectaci¨®n contin¨²a.