La tragedia a¨¦rea de Ustica renace de sus confusas cenizas
, El misterio del caso Ustica, el DC-9 de la l¨ªnea a¨¦rea italiana Itavia que el 27 de junio de 1980 se hundi¨® en el mar junto a la isla de Ustica sin dejar supervivientes y sin que se conozca aun la verdadera causa de la tragedia a pesar de las investigaciones realizadas por la Magistratura y el Gobierno, ha vuelto a levantar la cabeza. Los jueces acaban de lanzar una acusaci¨®n por sospecha de delito contra 23 militares por supuesto falso testimonio y destrucci¨®n de documentos.
La grave decisi¨®n del fiscal Giorgio Santacroce, el primer magistrado que indag¨® sobre el caso, de pedir al juez Vittorio Buecarelli que investigue a todos los oficiales y suboficiales que la tarde de la tragedia estaban de servicio ha sido interpretada como una pol¨¦mica respuesta al reciente dictamen de la comisi¨®n de siete sabios creada por el dimisionario presidente del Gobierno, Ciriaco de Mita. Seg¨²n estos investigadores, tres de ellos militares, el DC-9 no fue alcanzado por un misil, como afirmaron los seis peritos nombrados por la Magistratura, sino que cay¨® al mar tras la explosi¨®n de una bomba. La comisi¨®n gubernamental ha concluido que la aeron¨¢utica militar italiana ha cumplido con su deber y colaborado debidamente con la justicia.
La reacci¨®n de la Magistratura, que algunos ven como una venganza, revela que los jueces est¨¢n absolutamente decididos a no poner en tela de juicio que fue un misil lanzado por un caza italiano el que derrib¨® el avi¨®n. En este caso, el Estado tendr¨ªa que pagar las indemnizaciones a los familiares de los 81 ocupantes fallecidos. El propio ministro socialista del Tesoro, Giuliano Amato, levant¨® una gran pol¨¦mica al declarar meses atr¨¢s a la RAI, empe?ada en defender la postura de la Magistratura, que comulgaba con la tesis del misil.
Los jueces han lanzado sus dardos tambi¨¦n contra el comandante que supuestamente orden¨® destruir la transcripci¨®n de los datos de radar registrados en las bases de Licola y Marsala. En vez de la transcripci¨®n, misteriosamente desaparecida, el militar envi¨® cinco folios, escritos a m¨¢quina el 22 de julio de 1980, a la autoridad judicial romana con datos de escaso relieve. El fiscal Santacroce apunta tambi¨¦n la sospecha de que hayan podido ser manipuladas las cintas grabadas ese d¨ªa en todos los radar.
La decisi¨®n judicial contra los 23 militares es a¨²n m¨¢s llamativa si se tiene presente que d¨ªas atr¨¢s el ministro de Defensa, el liberal Valerio Zanone, amenaz¨® con llevar ante los tribunales a aquellos que pongan en duda la actitud correcta de la aeron¨¢utica militar italiana en este caso.
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