Los d¨ªas malos

La alemana Steffi Graf jug¨® la pasada final del torneo de tenis de Roland Garros con el per¨ªodo menstrual, seg¨²n confes¨® al t¨¦rmino del partido. Su derrota, sin embargo, no fue consecuencia de ese estado f¨ªsico, seg¨²n atestiguan estudios m¨¦dicos. Ella tampoco lo utiliz¨® como disculpa, pues elogi¨® el gran juego de Arantxa S¨¢nchez Vicario. S¨ª aludi¨® a unos problemas g¨¢stricos que le hab¨ªan hecho perder tres kilos dos d¨ªas antes. M¨¦dicamente, la menstruaci¨®n no tiene por qu¨¦ afectar a los resultados deportivos, salvo que las molestias sean dolorosas. S¨®lo la parte ps¨ªquica queda alterada. Otros factores de salud, concentraci¨®n, problemas personales o de entrenamiento influyen mucho m¨¢s.

Steffi Graf, que sufri¨® mucho ya en la semifinal para ganar a la jovenc¨ªsima yugoslava M¨®nica Seles, no quiso quitar m¨¦ritos al triunfo hist¨®rico de Arantxa S¨¢nchez Vicario, pero s¨ª matiz¨® su propio rendimiento: "Ha dado golpes incre¨ªbles y yo he tenido ocasiones que no he aprovechado. Pero es que tampoco era yo la que estaba en la pista. Pas¨¦ una noche horrible hace dos d¨ªas. ?Por qu¨¦ me fui antes del final del partido? ?Realmente quieren saberlo? Porque ten¨ªa el per¨ªodo".Un juego antes de que se consumara el ¨¦xito de Arantxa, e inmediatamente despu¨¦s de que la espa?ola se colocara con un 6-5 en el tercer set, Steffi Graf abandon¨® r¨¢pidamente la pista y se dirigi¨® al vestuario. Poco m¨¢s tarde entregaba el encuentro al fallar el ¨²ltimo golpe. En principio, la sorpresa se apoder¨® de todos, incluida su rival. Al parecer, sin embargo, la jugadora alemana le hab¨ªa hecho un gesto al juez de silla sobre sus intenciones. Al margen de la molestia fisiol¨®gica, tampoco cabe descartar el intento de romper el ritmo de Arantxa. En tenis, una fijaci¨®n psicol¨®gica negativa puede ser el peor enemigo.

El tiempo reglamentario entre punto y punto, es de 30 segundos. Al terminar cada juego, si la suma es par, se permite un minuto. Si es impar, con cambio de campo, como fue el caso de la salida de Steffi Graf, minuto y medio. La tenista no puede tener contacto con nadie y fue seguida hasta la puerta del lavabo por un vigilante.

Alteraci¨®n hormonal

"La menstruaci¨®n no afecta fisiol¨®gicamente al rendimiento de las deportistas, siempre y cuando no les produzca dolores. Trastornos ps¨ªquicos s¨ª pueden existir al haber una alteraci¨®n hormonal en esos momentos", opina Carlos Gonz¨¢lez de Vega, especialista en medicina deportiva.La preparaci¨®n cient¨ªfica ha entrado de lleno en el deporte de alta competici¨®n, pero resulta dif¨ªcil controlar la tensi¨®n emocional, aunque no siempre sea negativa. Muchas tenistas han hecho declaraciones sobre ello. Chris Evert, por ejemplo, ha dicho: "Un d¨ªa al mes soy totalmente in¨²til. No tengo ritmo, ni noci¨®n de la distancia, ni toque. Intento convencerme de que el d¨ªa malo no coincidir¨¢ con un partido importante, pero si sucede...".

Martina Navratilova se ha expresado en los mismos t¨¦rminos: "Cuando estoy con el per¨ªodo, me resulta muy dif¨ªcil concentrarme. Veo venir la pelota, pero no consigo colocarme bien. Juego instintivamente, casi de memoria". A eso achac¨® su derrota ante Tracy Austin en una semifinal del Open de Estados Unidos, en 1979. Pero al a?o siguiente le sucedi¨® lo mismo a su rival. En Wimbledon, en cambio, en 1978, el per¨ªodo le favoreci¨®. Tras ganar a Evonne Goolagong, que sufri¨® una torcedura, declar¨®: "Entre el tobillo de Evonne y mi per¨ªodo, mi tensi¨®n mental era 10 veces superior a la normal".

Rendir siempre

La influencia del per¨ªodo en equipos como la RDA, sin embargo, parece mucho menor. Sus nadadoras, por ejemplo, han rendido siempre al m¨¢ximo desde que empezaron a dominar de forma arrolladora este deporte hace casi 20 a?os. Tanto ellas como otras muchas deportistas han ganado medallas ol¨ªmpicas y t¨ªtulos mundiales mientras ten¨ªan el per¨ªodo menstrual, o se les ha retrasado para evitarlo. Pero su preparaci¨®n mental es la mejor.El entrenamiento y la competici¨®n intensas, adem¨¢s, pueden hacer desaparecer temporalmente la menstruaci¨®n. O retrasar la primera regla, como ha sucedido en algunos casos de ni?as-gininastas, hasta los 18 o 19 a?os. Esta, precisamente, ha sido una de las mayores cr¨ªticas a lo que en muchos casos se considera una explotaci¨®n de las j¨®venes atletas.