C¨®mo se hace un sondeo el d¨ªa electoral

Los sondeos del d¨ªa electoral, generalmente conocidos con la denominaci¨®n inglesa de exit-polls (sondeos a la salida de los colegios), son una modalidad relativamente reciente de estudio en caliente del comportamiento pol¨ªtico. Su t¨¦cnica es bastante sencilla. Los entrevistadores, situados a la puerta de los centros de votaci¨®n seleccionados, preguntan a un votante de cada x qu¨¦ es lo que acaba de votar, y a intervalos de tres o cuatro horas transmiten telef¨®nicamente sus datos a la central.Mediante un tratamiento inform¨¢tico en tiempo real, las informaciones acumuladas a lo largo del d¨ªa permiten preparar los titulares para el momento en que los colegios se cierran y la informaci¨®n se puede divulgar (en Estados Unidos, debido a las diferencias horarias dentro del pa¨ªs y a la condici¨®n ultraliberal de su derecho a la informaci¨®n, los exit-polls se divulgan incluso durante las votaciones, pero esto no suele suceder en Europa)

Posteriormente, esta informaci¨®n se contrasta con la que proporciona el recuento de las primeras papeletas (normalmente las 100 primeras) o del total de las mismas en id¨¦nticas mesas a aquellas en cuyo derredor se han hecho las entrevistas a lo largo del d¨ªa.

Factores

Como es l¨®gico, la bondad de estas estimaciones, su ajuste a la realidad, depende de varios factores: que la muestra de colegios electorales sea representativa del total, que los entrevistadores sigan las normas de selecci¨®n marcadas y hagan las entrevistas que se les requiere y, por ¨²ltimo, que el tratamiento inform¨¢tico responda en tiempo y calidad. En el caso de las elecciones del jueves pasado, por lo que sabemos, tanto el sondeo de Demoscopia encargado por EL PA?S como el de la mayor¨ªa de los de otras empresas que los han realizado han resuelto satisfactoriamente esas exigencias, puesto que las estimaciones ofrecidas no difieren apenas de los resultados -seg¨²n se sabe oficiosamente- que proclamar¨¢ hoy de forma oficial el Ministerio del Interior.

La ¨²nica diferencia parece estar en el ¨²ltimo esca?o del partido socialista, pero, desde un punto de vista t¨¦cnico, la atribuci¨®n del mismo con datos de sondeo no pasa de ser un ejercicio de culto al azar: t¨¦ngase en cuenta que con 60 esca?os a repartir en una ¨²nica circunscripci¨®n nacional, con m¨¢s de 10 fuerzas reparti¨¦ndoselos y con s¨®lo un poco m¨¢s de la mitad del censo votando, las diferencias en los cocientes d'Hont que atribuyen los ¨²ltimos esca?os se sit¨²an entre los 1.000 y los 3.000 votos. Por bien dise?ada que est¨¦ una muestra, no es posible distribuir los ¨²ltimos esca?os de los partidos m¨¢s votados sin una horquilla de m¨¢ximos y m¨ªnimos, al igual que no es posible, en el caso de los partidos m¨¢s peque?os, garantizar si obtendr¨¢n o no su esca?o cuando ¨¦ste pende de 1.000 o 2.000 votos. En este caso, el acertar o no le debe mucho menos a la estad¨ªstica que a la simple suerte.